/ martes 28 de septiembre de 2021

Día de Confucio

El día de ayer es conmemorado en todo el mundo como el Día de Confucio. Uno de los pensadores más célebres y sabios en la historia de la humanidad. Con su vida y obra se representa una cosmovisión profunda, que pone énfasis en el crecimiento espiritual de la persona y ve en la educación y el conocimiento la gran herramienta transformadora.

El filósofo chino dijo: “Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”. Como todo su pensamiento es universal porque cobra vigencia y la forma de interpretarlo se renueva con el tiempo. En nuestros días vivimos una sobreexposición a la información, ya sea por los medios tradicionales o digitales, lo mismo en tiempo real que en archivos. Eso por supuesto es una de las grandes ventajas de nuestro acontecer diario. Pero seamos honestos, consumir información sin analizarla también nos conlleva al problema de la ignorancia, con el agravante de que se pueden tomar decisiones y opinar con la creencia firme de que se conoce del tema, siendo que se ignora. Si queremos que la información sea conocimiento debe pasar por la reflexión.

Por eso el llamado a la reflexión de Confucio es muy relevante y reflexionar es poner las ideas en juego, pero tener la capacidad de contemplarlas con cierta distancia, para encontrar y distinguir lo verdadero del falso y para darnos cuenta que en muchos casos no hay verdades absolutas ni blancos ni negros totales, sino una escala de grises importante. La sabiduría consiste justo en saber esa distinción y pasar del mundo de las ideas al mundo de la práctica.

La Universidad Autónoma de Chihuahua tiene desde hace años intercambio cultural y académico con la cultura china. Con mucho gusto podemos decir que somos una sede oficial del Instituto Confucio, que el gobierno chino ha distribuido por todo el mundo. Ahí nuestra comunidad tiene la oportunidad de aprender el idioma, la cultura y tenemos muchos casos de éxito en ese sentido.

Los caminos del conocimiento y la economía llaman a la apertura y la diversificación. Por ello nuestro Instituto Confucio es un puente muy importante y exitoso que ha ido concretando proyectos mismos que benefician no sólo a la comunidad universitaria, sino a la sociedad de Chihuahua. Hemos dicho que, en la renovación y su mirada global, se trata de estudiar en la UACh para poder trabajar (si así lo desea) en el mundo y justo este es un ejemplo concreto de esto.

En ocasión de Confucio es buena oportunidad para recomendar su lectura y encontrar que su sabiduría muchas veces contenidas en frases breves nos ayudan a comprendernos primero a nosotros mismos y luego el mundo en el que vivimos. La agitada vida moderna, con el estrés que trae consigo, exige más que nunca darnos los espacios para la reflexión y la introspección que después se vuelve motivo de entender mejor al prójimo.


El día de ayer es conmemorado en todo el mundo como el Día de Confucio. Uno de los pensadores más célebres y sabios en la historia de la humanidad. Con su vida y obra se representa una cosmovisión profunda, que pone énfasis en el crecimiento espiritual de la persona y ve en la educación y el conocimiento la gran herramienta transformadora.

El filósofo chino dijo: “Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”. Como todo su pensamiento es universal porque cobra vigencia y la forma de interpretarlo se renueva con el tiempo. En nuestros días vivimos una sobreexposición a la información, ya sea por los medios tradicionales o digitales, lo mismo en tiempo real que en archivos. Eso por supuesto es una de las grandes ventajas de nuestro acontecer diario. Pero seamos honestos, consumir información sin analizarla también nos conlleva al problema de la ignorancia, con el agravante de que se pueden tomar decisiones y opinar con la creencia firme de que se conoce del tema, siendo que se ignora. Si queremos que la información sea conocimiento debe pasar por la reflexión.

Por eso el llamado a la reflexión de Confucio es muy relevante y reflexionar es poner las ideas en juego, pero tener la capacidad de contemplarlas con cierta distancia, para encontrar y distinguir lo verdadero del falso y para darnos cuenta que en muchos casos no hay verdades absolutas ni blancos ni negros totales, sino una escala de grises importante. La sabiduría consiste justo en saber esa distinción y pasar del mundo de las ideas al mundo de la práctica.

La Universidad Autónoma de Chihuahua tiene desde hace años intercambio cultural y académico con la cultura china. Con mucho gusto podemos decir que somos una sede oficial del Instituto Confucio, que el gobierno chino ha distribuido por todo el mundo. Ahí nuestra comunidad tiene la oportunidad de aprender el idioma, la cultura y tenemos muchos casos de éxito en ese sentido.

Los caminos del conocimiento y la economía llaman a la apertura y la diversificación. Por ello nuestro Instituto Confucio es un puente muy importante y exitoso que ha ido concretando proyectos mismos que benefician no sólo a la comunidad universitaria, sino a la sociedad de Chihuahua. Hemos dicho que, en la renovación y su mirada global, se trata de estudiar en la UACh para poder trabajar (si así lo desea) en el mundo y justo este es un ejemplo concreto de esto.

En ocasión de Confucio es buena oportunidad para recomendar su lectura y encontrar que su sabiduría muchas veces contenidas en frases breves nos ayudan a comprendernos primero a nosotros mismos y luego el mundo en el que vivimos. La agitada vida moderna, con el estrés que trae consigo, exige más que nunca darnos los espacios para la reflexión y la introspección que después se vuelve motivo de entender mejor al prójimo.