/ lunes 3 de enero de 2022

El recuento del 2021

El 2021, un año lleno de matices. En materia político electoral fue dinámico, controversial, pero de mucho crecimiento ciudadano. Temas de extrema relevancia acontecieron en todas las etapas del proceso electoral, que además de ser referentes judiciales marcaron directrices de comportamiento en los procesos electorales futuros.

Entre algunos de esos temas estuvo la pérdida de registro de candidatos por temas relacionados con la fiscalización de recursos públicos; diversas sanciones impuestas por violencia política de género en contra de la mujer; restricciones a la libertad de expresión al presidente de la república en temas de incidencia electoral; violencia generalizada en diversos estados que llevó a la nulidad de votación recibida en casillas; la participación de grupos vulnerables en candidaturas partidistas; la integración de órganos electorales con preferencia al género femenino en su presidencia; y en suma el desarrollo del proceso electoral más complicado y grande de la historia por el número de cargos a elegir y las limitantes en materia de salubridad.

La contingencia sanitaria, que empieza a hacer estragos de nueva cuenta fue un tema de implicaciones gigantescas; en materia política por cuestión del planteamiento de las estrategias publicitarias de partidos y candidaturas y la imposibilidad de realizar mítines como en procesos previos; en materia electoral, por la organización de elecciones con los suficientes requerimientos sanitarios para el cuidado de la ciudadanía. Los órganos electorales también tuvimos que ser partícipes del combate a esta enfermedad que nos ha aquejado a todas las personas a través de la adopción de medidas legales e innovadoras para permitir el derecho al voto de los ciudadanos.

En el ámbito nacional las balanzas de poder fueron un tema de debate. El involucramiento del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en ciertos temas trascendió el esquema electoral para convertirse en una disputa política sobre sus funciones y atribuciones. Oposiciones partidistas más relajadas que en años anteriores se pudieron advertir en las cámaras del congreso. Y el ejercicio del Ejecutivo y su incidencia en los estados fue un tema que también trajo reflexiones, vistos buenos y no tan buenos.

En mi opinión fue un buen año, de mucho trabajo y de comprensión de la evolución social que México debe vivir para afrontar lo bueno y lo malo que depara para 2022. Estamos por presenciar nuevos procesos electorales en los que habrán de elegirse gubernaturas, congresos y ayuntamientos, además del proceso de revocación de mandato que será un referente de la participación ciudadana en nuestro país.


Cada nuevo año debe seguirse de un periodo de reflexión como el de los procesos electorales previo a la jornada electoral, en el que nos debemos plantear cuál será la mejor opción para seguir adelante, con mejores oportunidades y pasos más firmes. La profesionalización, la reflexión, la proactividad y el respeto a la diversidad social son características que necesitamos tomar en cuenta y ejercer para que nuestro futuro en sociedad sea más seguro y brillante.

Les deseo que este año 2022 sea de mucha salud. Que sus éxitos sean el reflejo de sus esfuerzos. Que México encuentre el rumbo que necesita, pero que los mexicanos seamos quienes fijemos el lugar al que queremos llegar. Abrazo para todas y todos.


El 2021, un año lleno de matices. En materia político electoral fue dinámico, controversial, pero de mucho crecimiento ciudadano. Temas de extrema relevancia acontecieron en todas las etapas del proceso electoral, que además de ser referentes judiciales marcaron directrices de comportamiento en los procesos electorales futuros.

Entre algunos de esos temas estuvo la pérdida de registro de candidatos por temas relacionados con la fiscalización de recursos públicos; diversas sanciones impuestas por violencia política de género en contra de la mujer; restricciones a la libertad de expresión al presidente de la república en temas de incidencia electoral; violencia generalizada en diversos estados que llevó a la nulidad de votación recibida en casillas; la participación de grupos vulnerables en candidaturas partidistas; la integración de órganos electorales con preferencia al género femenino en su presidencia; y en suma el desarrollo del proceso electoral más complicado y grande de la historia por el número de cargos a elegir y las limitantes en materia de salubridad.

La contingencia sanitaria, que empieza a hacer estragos de nueva cuenta fue un tema de implicaciones gigantescas; en materia política por cuestión del planteamiento de las estrategias publicitarias de partidos y candidaturas y la imposibilidad de realizar mítines como en procesos previos; en materia electoral, por la organización de elecciones con los suficientes requerimientos sanitarios para el cuidado de la ciudadanía. Los órganos electorales también tuvimos que ser partícipes del combate a esta enfermedad que nos ha aquejado a todas las personas a través de la adopción de medidas legales e innovadoras para permitir el derecho al voto de los ciudadanos.

En el ámbito nacional las balanzas de poder fueron un tema de debate. El involucramiento del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en ciertos temas trascendió el esquema electoral para convertirse en una disputa política sobre sus funciones y atribuciones. Oposiciones partidistas más relajadas que en años anteriores se pudieron advertir en las cámaras del congreso. Y el ejercicio del Ejecutivo y su incidencia en los estados fue un tema que también trajo reflexiones, vistos buenos y no tan buenos.

En mi opinión fue un buen año, de mucho trabajo y de comprensión de la evolución social que México debe vivir para afrontar lo bueno y lo malo que depara para 2022. Estamos por presenciar nuevos procesos electorales en los que habrán de elegirse gubernaturas, congresos y ayuntamientos, además del proceso de revocación de mandato que será un referente de la participación ciudadana en nuestro país.


Cada nuevo año debe seguirse de un periodo de reflexión como el de los procesos electorales previo a la jornada electoral, en el que nos debemos plantear cuál será la mejor opción para seguir adelante, con mejores oportunidades y pasos más firmes. La profesionalización, la reflexión, la proactividad y el respeto a la diversidad social son características que necesitamos tomar en cuenta y ejercer para que nuestro futuro en sociedad sea más seguro y brillante.

Les deseo que este año 2022 sea de mucha salud. Que sus éxitos sean el reflejo de sus esfuerzos. Que México encuentre el rumbo que necesita, pero que los mexicanos seamos quienes fijemos el lugar al que queremos llegar. Abrazo para todas y todos.