Este próximo primero de marzo, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo arrancará su campaña política en La Plaza de la Constitución, que ha fungido como corazón cultural y político de nuestro país y que guarda un especial significado para las y los mexicanos.
Hace casi seis años ya, que como símbolo de confianza y refrendando la esperanza de un cambio, representantes de pueblos y comunidades indígenas entregaron el bastón de mando al presidente, dándole no solo un voto de confianza sino haciendo un pacto para que dirigiera al país obedeciendo al pueblo.
Ahora, a punto de concluir su encargo el presidente López Obrador, la Dra. Sheinbaum acudirá al zócalo capitalino como una clara señal de que su mandato será, de igual manera, de la mano del pueblo y con causas, valores y voluntades compartidas que preponderan los intereses de las y los mexicanos dejándonos aquellos abusos y las malas prácticas de los gobiernos anteriores donde la corrupción mandaba, como un mal recuerdo.
Otra de las señales que nos dan esperanza como chihuahuenses, es que, después del Zócalo capitalino, el siguiente destino de Claudia será Ciudad Juárez, lo que hace una distinción no sólo simbólica sino como muestra genuina de su interés por la frontera, el mismo que comparte con el presidente, quien ha hecho justicia a través de diversas acciones que impulsan la muy castigada economía de los principales motores del país.
Y es que, aunque se empeñen en afirmar lo contrario, la ahora candidata de morena-PT-PVEM, tiene un especial aprecio por Chihuahua, el cual ha demostrado ya en varias ocasiones y ha elegido como segunda sede de su arranque, el Monumento a Juárez ubicado en nuestra frontera, donde el próximo dos de marzo a partir de las 4:00 p.m. va a quitar dudas de que, el segundo piso de la transformación no deja fuera al norte.
En una de sus visitas anteriores a nuestro estado, Claudia afirmó que, aunque ahora en el país se habla de que, es tiempo de las mujeres, en Ciudad Juárez siempre ha sido su tiempo, y su rol ha sido el cimiento de la economía y de las familias juarenses.
Garantizar la justicia social para los sectores sociales que sufren las mayores desigualdades requiere de abrir acceso a los derechos de las mujeres para cambiar de fondo sus condiciones y reconocer sus capacidades, lo cual para la 4T ha quedado muy claro y sigue siendo el camino a seguir.
Las mujeres juarenses, que dan carácter y distinguen a nuestra población, no se le olvidan a la candidata, y con ellas tiene un compromiso por la atención de demandas tan sensibles como becas de estudio, seguridad en sus trayectos, centros de trabajo y en sus hogares, así como el reconocimiento de derechos laborales dentro de la industria maquiladora.
Bien diría AMLO hace ya casi seis años el Zócalo capitalino, sin saber entonces el destino que correría el país: “Por el bien de todos, primero los pobres. ¡Y las mujeres!
