Fredericksburg es un pueblo texano que tiene todo el encanto de Alemania, con la calidez de la gente del sur de Estados Unidos, ofrece una amplia oferta de Bed and Breakfast con el fin de pasar el día visitando bodegas, admirando sus viñedos y probando sus vinos.
Le confesaré, querido vinófilo, vinófila, que mi sufrimiento comienza justo cuando cruzo la frontera hacia Estados Unidos y no puedo creer que las carreteras estén tan en perfectas condiciones, y luego mi malestar empeora cuando llegó a ciudades como San Antonio o Houston, de verlas tan hermosas y limpias que me duele México, pero bueno, sepa usted que al siguiente día me sacudo la presión, me comienzo a sentir como pez en agua gringa y comienzo a disfrutar del orden, las tiendas y ese estilo de vida del primer mundo.
Como exploradora de viñedos fui a dar a Fredericksburg, a una hora de la ciudad de San Antonio, un pueblito para darse una escapada romántica y prometerse amor eterno con la pareja o con quien esté usted de turno, recuerde que en el amor como en el vino lo importante es vivir la experiencia y relamerse los recuerdos. Además, hay spas por todas partes, deliciosos restaurantes con vaqueros cantando, doscientos acres de flores silvestres, y lo más interesante: su propuesta de vinos y viñas.
Fredericksburg es un paisaje inconcebible de corredores bien trazados con viñedos a los lados, le recomiendo ir sin plan alguno, totalmente relax, para ir llegando a cuanta bodega o viñedo se le presente. Lo bueno es que no hay filas y no pasa nada si no reserva. Así fui a dar a Arch Ray, una vitivinícola que tiene un mega proyecto de hotel y ya cuenta con un extraordinario restaurante. Me sorprendió un vino blanco de la variedad Pinot Grigio, 2021, de vista muy claro, de profundo color amarillo con tonos dorados, de aromas a manzana verde, pera y flores blancas, y en boca me pareció, afrutado y de acidez equilibrada, además confirmé en boca el aroma de la manzana verde y la pera. Me pareció un poco avocado, como con un tono a miel que me hizo la tarde más placentera pues, además, Arch Ray cuenta con una terraza desde donde se admira un pequeño bosque y se relaja uno, haciendo catarsis total con la belleza de la vida.
Por supuesto y en USA no podía faltar la bodega que tiene una reserva de rinocerontes, la que se llama Becker como el famoso poeta, la inconcebible Grape Creek y cincuenta bodegas más que lo esperan en este feliz pueblo texano.
Recuerde que este sábado 27 y domingo 28 tenemos el Festival del Vino Chihuahua, habrá catas, comida, música y degustaciones. Invitados a disfrutar. Salud.
Miembro Aechi