/ sábado 23 de diciembre de 2023

Una copa con Bécquer  

Amable lector, lectora, espero que esté pasando lindas fiestas con buenas viandas y ricos vinos. Por parte de Vínicola Diez González presentamos, en días pasados, un exquisito vino blanco elaborado con uva Chenin Blanc que nos quedó increíble. Y fíjese, usted, que no es tan fácil hacer vino semidulce porque puede suceder que con el azúcar que le dejamos, re fermente en botella y, entonces, se pondría turbio y hasta puede producir gas que reviente el corcho.

Decidí llamar a este vino Bécquer, como el afamado poeta de 1800, porque me encantaba leerlo de niña y hasta creí que los hombres amaban de esa manera tan entregada y prodigiosa, terca como soy lo seguí creyendo muchos años hasta la absurda noche en que dijiste no… Me alegré, entonces, de ser veterana en el amor, hábil para suturar mi ego herido, entretenida en los quehaceres, medicada para mis suicidios, alegre por ordenanza espiritual, y muy muy infeliz cuando… Perdón, mil disculpas, sin querer le transcribí mi último poema. Cosas de la vida.

Le decía, nuestro vino blanco semidulce tiene aromas de piña madura, de kiwi, de manzana y melón verde, en boca se siente la armonía entre dulzor y acidez. La mineralidad de la tierra chihuahuense invade el gusto, y queda un resabio de miel, de menta y frutos tropicales. El color es de un tenue verde con reflejos dorados. Se antoja de sólo verlo. Recuerde que el vino blanco se toma de 7 a 9 grados centígrados porque una de sus razones es refrescar.

Atrás de la botella viene un poema de Gustavo Adolfo Bécquer. Es un poema romántico como muchos de los que él escribió, pero, como le he contado lo mío, mío, es la literatura sufriente así que me hubiera gustado ponerle este donde le dicen que su amada anda con otro:

Cuando me lo contaron sentí el frío

de una hoja de acero en las extrañas

Cayó sobre mi espíritu la noche

en ira se anegó mi alma,

¡Y entonces comprendí por qué se llora!

¡Y entonces comprendí por qué se mata!

Con pena logré balbucear breves palabras

Mi fiel amigo me hacía un favor… le di las gracias.

Querido lector, lectora, gracias por leerme este año, le deseo una mega, extra, recontra, infinita, sempiterna e incalculable feliz Navidad, sígame en Face como Vinícola Diez González y le platico más de este Bécquer con el que puede acompañar el pavo de Navidad.

Miembro AECHI.

Amable lector, lectora, espero que esté pasando lindas fiestas con buenas viandas y ricos vinos. Por parte de Vínicola Diez González presentamos, en días pasados, un exquisito vino blanco elaborado con uva Chenin Blanc que nos quedó increíble. Y fíjese, usted, que no es tan fácil hacer vino semidulce porque puede suceder que con el azúcar que le dejamos, re fermente en botella y, entonces, se pondría turbio y hasta puede producir gas que reviente el corcho.

Decidí llamar a este vino Bécquer, como el afamado poeta de 1800, porque me encantaba leerlo de niña y hasta creí que los hombres amaban de esa manera tan entregada y prodigiosa, terca como soy lo seguí creyendo muchos años hasta la absurda noche en que dijiste no… Me alegré, entonces, de ser veterana en el amor, hábil para suturar mi ego herido, entretenida en los quehaceres, medicada para mis suicidios, alegre por ordenanza espiritual, y muy muy infeliz cuando… Perdón, mil disculpas, sin querer le transcribí mi último poema. Cosas de la vida.

Le decía, nuestro vino blanco semidulce tiene aromas de piña madura, de kiwi, de manzana y melón verde, en boca se siente la armonía entre dulzor y acidez. La mineralidad de la tierra chihuahuense invade el gusto, y queda un resabio de miel, de menta y frutos tropicales. El color es de un tenue verde con reflejos dorados. Se antoja de sólo verlo. Recuerde que el vino blanco se toma de 7 a 9 grados centígrados porque una de sus razones es refrescar.

Atrás de la botella viene un poema de Gustavo Adolfo Bécquer. Es un poema romántico como muchos de los que él escribió, pero, como le he contado lo mío, mío, es la literatura sufriente así que me hubiera gustado ponerle este donde le dicen que su amada anda con otro:

Cuando me lo contaron sentí el frío

de una hoja de acero en las extrañas

Cayó sobre mi espíritu la noche

en ira se anegó mi alma,

¡Y entonces comprendí por qué se llora!

¡Y entonces comprendí por qué se mata!

Con pena logré balbucear breves palabras

Mi fiel amigo me hacía un favor… le di las gracias.

Querido lector, lectora, gracias por leerme este año, le deseo una mega, extra, recontra, infinita, sempiterna e incalculable feliz Navidad, sígame en Face como Vinícola Diez González y le platico más de este Bécquer con el que puede acompañar el pavo de Navidad.

Miembro AECHI.