En estos cinco años, el incremento en los salarios hizo que los trabajadores recibieran, en conjunto, 68 mil 715 millones de pesos más que en 2018. A lo anterior se suman los apoyos y becas de los programas sociales que pasaron de 5 mil millones en 2018 a 20 mil 804 millones en 2024. Esta inyección de dinero a la economía de Chihuahua, a través del combate a la pobreza ha significado un beneficio para el sector comercial y empresarial del estado.
Es decir, la política salarial y la política de bienestar, destinada a mejorar la condición económica de las familias más pobres, ha dado excelentes resultados en el combate de los indicadores de pobreza que marca el Coneval. A esto se une que el Tratado de Libre Comercio ha dado un gran impulso a la economía de nuestro estado, pero es importante que esta riqueza permee en todos los sectores, tanto a empresarios como a trabajadores.
Trabajar juntos, por consenso, refleja en parte los resultados del Coneval, que en 2022 mostró que tan solo en dos años la pobreza en Chihuahua se redujo 7.7 por ciento: 238 mil chihuahuenses dejaron de ser clasificados como pobres.
De esta manera tenemos dos políticas que se aplican en la frontera, la política laboral y la política de Bienestar del Gobierno Federal. En el caso de la política laboral ha servido para que en nuestro estado se presente el porcentaje más alto de empleos formales, para que las prestaciones sociales y utilidades se hayan incrementado en proporción a los salarios. Todo esto se ha logrado por la solidaridad y empatía de los empresarios con sus trabajadores, nada de esto se hubiera logrado sin su colaboración.
Por otra parte, la política de Estado en torno al Bienestar de los trabajadores, por medio de becas y apoyos a estudiantes, a adultos mayores y a personas con discapacidad, a escuelas, etc, no para, pues ahora busca que estos trabajadores, que han dado parte de su vida laboral a mejorar nuestro estado, tengan el retiro justo, dándole derecho a una pensión igual a su último salario, como estaba antes de las privatizaciones de Zedillo y de Calderón de sus pensiones.
Mayor circulante entre la población activará más la economía beneficiando a los empresarios, a los mismos ciudadanos pues llevará a una mayor recaudación de impuestos para obras, creación de empleos, hospitales, parques recreativos, etc.
Como legislador es nuestro deber apoyar estos cambios para continuar la transformación de nuestro país para que nos beneficie a todos.
Aunque nuestro estado es un ejemplo regional de oferta educativa a nivel superior es imperante aumentar la apuesta a la educación para que nuestra sociedad siga creciendo, no sólo económicamente sino cultural y tecnológicamente. Necesitamos ampliar la cobertura en todos los niveles escolares y en nivel superior adecuar los programas enfocándola a la transferencia de tecnología e innovación, aprovechando las industrias que se han asentado en nuestro estado.
Tenemos un reto que debemos superar en los próximos años, debemos dar un gran salto para introducir en todos los planes de estudios tres ejes esenciales de aprendizaje: un dominio intermedio de inglés comunicativo, un aprendizaje intensivo de habilidades blandas (redacción, comunicación oral, liderazgo y vocación empresarial) y un módulo en la etapa intermedia y terminal de los estudios, que tenga como base la formación dual en estrecha vinculación con el sector productivo de la región.
Esta agenda educativa es esencial, definirá nuestra capacidad para aprovechar las oportunidades de desarrollo científico y tecnológico que nos depara el futuro inmediato y me comprometo a impulsarla, con la fuerza y voluntad con la que también impulsaré otros proyectos claves para consolidar el desarrollo compartido de Chihuahua.
