/ sábado 16 de septiembre de 2017

Momentos históricos

Con motivo de conmemorarse el 44 aniversario del golpe militar en Chile, 11 de septiembre de 1973, contra el gobierno democráticamente electo del doctor Salvador Allende, golpe dirigido por el general Augusto Pinochet y patrocinado por el gobierno de los Estados Unidos, viene a mi memoria lo siguiente: siendo embajador de México en aquel país el ingeniero Gonzalo Martínez Corbalá, refiere en su excelente libro: “Instantes de decisión, Chile 1972-1973”, que días antes del golpe militar ofreció una cena en la sede diplomática al presidente Allende y su gobierno, en la cual estuvo presente también el general Augusto Pinochet.

Al término de la cena refiere el embajador mexicano en su libro, que su esposa le comentó: “Fíjate que el general Pinochet, con esos lentes, se parece mucho al general Victoriano Huerta”.

Detalle muy digno de recordarse, porque días después a los chilenos lamentablemente se les vino el mundo encima, y los que tuvieron la fortuna de alcanzar la sede diplomática para refugiarse y salvar la vida, gracias a los grandes esfuerzos del  ingeniero Martínez Corbalá para tramitarles ante la junta militar los salvoconductos respectivos, pudieron venir a México. Todos le vivieron y le viven aún, muy agradecidos.

En otro pasaje del libro,  refiere el hecho de haber visto con vida en el hospital al poeta Pablo Neruda, quien era el embajador del gobierno de la Unidad Popular ante el gobierno de Francia, pero que ante el ambiente de tan grave confrontación política que ya se vivía por esos días, decidió regresar a Chile.

Estando en el hospital Neruda aceptó salir a México, razón por la cual a partir de allí el embajador mexicano empezó a gestionarle también su salvoconducto, trámite que no fue fácil ante los golpistas, por tratarse de un elemento importante del gobierno de Allende. El día que ya tenía el salvoconducto fue al hospital para comunicárselo a Neruda,  con lo   que ya   estaba listo para salir del país,  lamentablemente se encontró con la desagradable sorpresa de que el gran poeta había muerto esa noche.

 La opinión pública siempre tuvo dudas acerca  de la forma en que había muerto Neruda,  por eso  exigió el esclarecimiento pleno  acerca  de si había fallecido o lo habían asesinado allí mismo en el hospital. Los últimos estudios que se le practicaron a sus restos en España concluyeron que el Premio Nobel de 1971 y miembro del Partido Comunista Chileno había fallecido de muerte natural.

Por último, cabe mencionar que el gobierno de la Unidad Popular en Chile, encabezado por el doctor Salvador Allende, mantuvo expectante al mundo porque era un intento muy serio y muy responsable, por alcanzar un cambio de fondo en las estructuras económicas, política y sociales de aquel país por la por la vía de las urnas, intento que fue aplastado por el imperio del norte.

Actualmente y por fortuna, los pueblos continúan haciendo esfuerzos  por alcanzar el objetivo que se propuso el gobierno de Allende:  lograr un cambio de fondo  en las estructuras actuales por la vía pacífica, es decir, a través de las urnas, aunque el mayor obstáculo que enfrentan nuestros pueblos es el imperialismo norteamericano.

Con motivo de conmemorarse el 44 aniversario del golpe militar en Chile, 11 de septiembre de 1973, contra el gobierno democráticamente electo del doctor Salvador Allende, golpe dirigido por el general Augusto Pinochet y patrocinado por el gobierno de los Estados Unidos, viene a mi memoria lo siguiente: siendo embajador de México en aquel país el ingeniero Gonzalo Martínez Corbalá, refiere en su excelente libro: “Instantes de decisión, Chile 1972-1973”, que días antes del golpe militar ofreció una cena en la sede diplomática al presidente Allende y su gobierno, en la cual estuvo presente también el general Augusto Pinochet.

Al término de la cena refiere el embajador mexicano en su libro, que su esposa le comentó: “Fíjate que el general Pinochet, con esos lentes, se parece mucho al general Victoriano Huerta”.

Detalle muy digno de recordarse, porque días después a los chilenos lamentablemente se les vino el mundo encima, y los que tuvieron la fortuna de alcanzar la sede diplomática para refugiarse y salvar la vida, gracias a los grandes esfuerzos del  ingeniero Martínez Corbalá para tramitarles ante la junta militar los salvoconductos respectivos, pudieron venir a México. Todos le vivieron y le viven aún, muy agradecidos.

En otro pasaje del libro,  refiere el hecho de haber visto con vida en el hospital al poeta Pablo Neruda, quien era el embajador del gobierno de la Unidad Popular ante el gobierno de Francia, pero que ante el ambiente de tan grave confrontación política que ya se vivía por esos días, decidió regresar a Chile.

Estando en el hospital Neruda aceptó salir a México, razón por la cual a partir de allí el embajador mexicano empezó a gestionarle también su salvoconducto, trámite que no fue fácil ante los golpistas, por tratarse de un elemento importante del gobierno de Allende. El día que ya tenía el salvoconducto fue al hospital para comunicárselo a Neruda,  con lo   que ya   estaba listo para salir del país,  lamentablemente se encontró con la desagradable sorpresa de que el gran poeta había muerto esa noche.

 La opinión pública siempre tuvo dudas acerca  de la forma en que había muerto Neruda,  por eso  exigió el esclarecimiento pleno  acerca  de si había fallecido o lo habían asesinado allí mismo en el hospital. Los últimos estudios que se le practicaron a sus restos en España concluyeron que el Premio Nobel de 1971 y miembro del Partido Comunista Chileno había fallecido de muerte natural.

Por último, cabe mencionar que el gobierno de la Unidad Popular en Chile, encabezado por el doctor Salvador Allende, mantuvo expectante al mundo porque era un intento muy serio y muy responsable, por alcanzar un cambio de fondo en las estructuras económicas, política y sociales de aquel país por la por la vía de las urnas, intento que fue aplastado por el imperio del norte.

Actualmente y por fortuna, los pueblos continúan haciendo esfuerzos  por alcanzar el objetivo que se propuso el gobierno de Allende:  lograr un cambio de fondo  en las estructuras actuales por la vía pacífica, es decir, a través de las urnas, aunque el mayor obstáculo que enfrentan nuestros pueblos es el imperialismo norteamericano.