/ domingo 23 de mayo de 2021

Reflexionemos el voto

Por: Brenda Ríos

Los chihuahuenses nos hallamos ante un momento único, en el que el voto definirá nuestro futuro los próximos seis años.

Asistimos a un debate en el que perfiles y condiciones de cada aspirante a la gubernatura fueron expuestos al ojo ciudadano.

Pudo verse a una candidata del PAN-PRD obcecada en decirse libre de corrupciones y en permanente ataque hacia el que considera su oponente principal.

A éste, abanderado por Morena, sumergido en un mar de promesas sin gracia ni novedad, atada a los designios de la 4T, e igualmente obsesionado en denostar a su adversaria.

También a un candidato estridente, operístico, que prometió rasgarse las venas para salvar a Chihuahua, cuando Parral, el municipio que dejó, es remanso de censura y mal gobierno.

El insulto mayor de todas y todo ellos, que prometen gobernar al lado del pueblo y para el pueblo, es que no respondieron a preguntas nacidas de los ciudadanos.

Cada uno buscó lucirse con ofertas grandilocuentes que a ellos les interesa, no al votante en ciernes. Soberbia y arrogancia en su más pura expresión.

A mi estado lo conozco desde hace años, no de ahora que vuelvo a caminarlo en campaña. Llevo años nutriéndome de la grandeza de su gente, y doliéndome de su desgracia también.

Tomé la decisión de contender por el gobierno de Chihuahua a pesar de las condiciones adversas, convencida de que un cambio verdadero es posible.

Decidí, igualmente, hacerlo en solitario, sin alianzas ni declinaciones a favor de nadie. Si algo aprendí de la vida es el valor de la congruencia: no se puede predicar sin dar ejemplo.

Quiero dirigirme a las miles de personas con quienes me encontré durante estas semanas. Decirles que el eco de sus reclamos no se irá con esta contienda. Mi lucha va más allá.

A las madres de familia que me contaron de sus apremios y sus angustias, que me mostraron la fortaleza profunda de las mujeres que no piden limosnas, sino mejores condiciones para trabajar y desarrollarse.

Hombres que perdieron sus trabajos o que día tras día salen y se entregan con responsabilidad a sus tareas, a pesar del miedo que les imprime la posibilidad del contagio.

A estudiantes, a jóvenes, que me hablaron con desencanto de los políticos ante el cuadro desolador de todos los días: mentiras, corrupción; violencia, futuro dinamitado.

También a los cientos de adultos mayores que salieron al paso para hablarme con esperanza de cambio, cuando parecen haberlo visto todo.

A todas, a todos, les ofrezco mi más sincera gratitud por contarme de sus anhelos y de sus miedos, por tomarse unos minutos para escucharme a pesar de las circunstancias.

Lo mismo que dije durante el debate, y antes en los recorridos, es lo mismo que diré hoy y que sostendré en futuros escenarios: haré que su voz se escuche fuerte.

Mi idea de gobierno es la de equilibrios, de sustentabilidad. Uno en el que todas, todos, todes, sientan seguridad plena, respeto a sus derechos.

Una entidad en la que el respeto por la flora y fauna se ejerza desde el Ejecutivo. Un Chihuahua con condiciones inmejorables para la inversión y el crecimiento económico.

El Chihuahua que nos fue arrebatado por un sistema político que hoy se presenta y ofrece lo mismo. Reflexionemos. Votemos. Caminemos a un mundo Verde.

Por: Brenda Ríos

Los chihuahuenses nos hallamos ante un momento único, en el que el voto definirá nuestro futuro los próximos seis años.

Asistimos a un debate en el que perfiles y condiciones de cada aspirante a la gubernatura fueron expuestos al ojo ciudadano.

Pudo verse a una candidata del PAN-PRD obcecada en decirse libre de corrupciones y en permanente ataque hacia el que considera su oponente principal.

A éste, abanderado por Morena, sumergido en un mar de promesas sin gracia ni novedad, atada a los designios de la 4T, e igualmente obsesionado en denostar a su adversaria.

También a un candidato estridente, operístico, que prometió rasgarse las venas para salvar a Chihuahua, cuando Parral, el municipio que dejó, es remanso de censura y mal gobierno.

El insulto mayor de todas y todo ellos, que prometen gobernar al lado del pueblo y para el pueblo, es que no respondieron a preguntas nacidas de los ciudadanos.

Cada uno buscó lucirse con ofertas grandilocuentes que a ellos les interesa, no al votante en ciernes. Soberbia y arrogancia en su más pura expresión.

A mi estado lo conozco desde hace años, no de ahora que vuelvo a caminarlo en campaña. Llevo años nutriéndome de la grandeza de su gente, y doliéndome de su desgracia también.

Tomé la decisión de contender por el gobierno de Chihuahua a pesar de las condiciones adversas, convencida de que un cambio verdadero es posible.

Decidí, igualmente, hacerlo en solitario, sin alianzas ni declinaciones a favor de nadie. Si algo aprendí de la vida es el valor de la congruencia: no se puede predicar sin dar ejemplo.

Quiero dirigirme a las miles de personas con quienes me encontré durante estas semanas. Decirles que el eco de sus reclamos no se irá con esta contienda. Mi lucha va más allá.

A las madres de familia que me contaron de sus apremios y sus angustias, que me mostraron la fortaleza profunda de las mujeres que no piden limosnas, sino mejores condiciones para trabajar y desarrollarse.

Hombres que perdieron sus trabajos o que día tras día salen y se entregan con responsabilidad a sus tareas, a pesar del miedo que les imprime la posibilidad del contagio.

A estudiantes, a jóvenes, que me hablaron con desencanto de los políticos ante el cuadro desolador de todos los días: mentiras, corrupción; violencia, futuro dinamitado.

También a los cientos de adultos mayores que salieron al paso para hablarme con esperanza de cambio, cuando parecen haberlo visto todo.

A todas, a todos, les ofrezco mi más sincera gratitud por contarme de sus anhelos y de sus miedos, por tomarse unos minutos para escucharme a pesar de las circunstancias.

Lo mismo que dije durante el debate, y antes en los recorridos, es lo mismo que diré hoy y que sostendré en futuros escenarios: haré que su voz se escuche fuerte.

Mi idea de gobierno es la de equilibrios, de sustentabilidad. Uno en el que todas, todos, todes, sientan seguridad plena, respeto a sus derechos.

Una entidad en la que el respeto por la flora y fauna se ejerza desde el Ejecutivo. Un Chihuahua con condiciones inmejorables para la inversión y el crecimiento económico.

El Chihuahua que nos fue arrebatado por un sistema político que hoy se presenta y ofrece lo mismo. Reflexionemos. Votemos. Caminemos a un mundo Verde.