Durante la época decembrina, el consumo de alcohol aumenta debido a las posadas navideñas, ya sea las de la universidad, el trabajo o las familiares.
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Aunque el consumo de licores provoca graves daños a la salud, sigue siendo de las drogas más consumidas y aceptadas socialmente, afectando a diversos órganos. Recientemente, un estudio indicó que el consumo de alcohol está asociado con el envejecimiento prematuro, sigue leyendo para conocer más acerca de los resultados.
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Qué es el alcohol y qué produce en el cuerpo
A pesar de que el alcohol ocasionó 85 mil muertes al año entre 2013 y 2015 en el continente americano, de las cuales el 64.9% correspondieron a personas menores de 60 años y se debieron principalmente a hepatopatías (63.9%) y trastornos neuropsiquiátricos (27.4%), sigue teniendo gran aceptación social, a diferencia de otras drogas, como por ejemplo el tabaco.
Además, existe el mito de que el alcohol no es una droga, pero, todo lo contrario, ya que tanto la Organización Mundial de la Salud, el Plan Nacional sobre Drogas de España y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, definen al alcohol como “una droga depresora del sistema nervioso central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales”.
El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que varia en concentración, dependiendo del proceso de elaboración. Consumir alcohol una vez o muy seguido, puede provocar graves consecuencias en la salud.
Por ejemplo, interfiere con las vías de comunicación del cerebro, afectando su funcionamiento, lo que provoca cambios en el estado de ánimo y el comportamiento, evitando que la persona piense con claridad y pierda la coordinación.
También puede afectar al corazón, causando problemas como la miocardiopatía, arritmias y presión arterial alta. En el hígado, el consumo excesivo de alcohol provoca inflamaciones hepáticas, esteatosis, hepatitis alcohólica, cirrosis, entre otras.
Estudio indica que el consumo de alcohol nos envejece
Un estudio arrojó nuevos resultados con respecto a cómo afecta el consumo de alcohol en el envejecimiento, un tema que ha sido poco examinado. El estudio Consumo de alcohol y aceleración de la edad epigenética en adultos jóvenes indicó que, en efecto, el alcohol envejece a las personas.
Los investigadores utilizaron el método GrimAge, el cual determina los cambios del ADN asociados con la edad y les asigna una edad biológica, la cual puede ser mayor o menor que la cronológica, lo que indica que existe un rejuvenecimiento o un envejecimiento a la persona.
En el estudio participaron 1000 personas jóvenes de entre 15 a 20 años y se compararon aquellos que bebían alcohol de forma regular, con los que no lo hacían.
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También analizaron algunos biomarcadores (molécula que se encuentra en la sangre, otros líquidos o en los tejidos, cuya presencia indica un proceso normal o anormal de una enfermedad), que están asociados con el envejecimiento prematuro, como la hormona leptina y el inhibidor de activación del plasminógeno I (PAI-1). En los dos casos encontraron niveles altos de biomarcadores que apuntan a un envejecimiento acelerado.
Luego de analizar a los jóvenes participantes y obtener su edad biológica con el método de GrimAge, los investigadores observaron que el consumo regular de alcohol y el consumo ocasional (de fines de semana), están asociados con el envejecimiento acelerado.
Otro de los resultados indica que el patrón de consumo por edad y el tipo de bebida también influye, ya que observaron que el consumo de licor o de cerveza era poco conforme más mayores eran los jóvenes (edad cronológica) y aumentaba el consumo de vino.
Al examinar las diferentes bebidas alcohólicas, se observó una influencia evidente del consumo de alcohol o licores en el envejecimiento. La cerveza tenía una relación más débil con este fenómeno, mientras que el vino no mostraba ninguna. También hallaron una conexión entre las borracheras recientes y el envejecimiento acelerado.
Ya se sabía que beber alcohol aceleraba el deterioro de tejidos como el hígado o el sistema inmunológico. No obstante, este trabajo es uno de los escasos que ha estudiado el envejecimiento causado por el consumo crónico o puntual de alcohol y, además, en función del tipo de bebida.
Estos resultados indican que el consumo acumulado de licor y alcohol total y el consumo abusivo de alcohol pueden modificar los cambios asociados a la edad. Con el aumento del envejecimiento de la población y el consumo extendido de alcohol, estos descubrimientos pueden tener consecuencias potenciales para el cambio del estilo de vida para fomentar un envejecimiento saludable.
