Cuál es la diferencia entre una queja y una denuncia en Profeco y cómo interponerla

¿Sabías que hay una gran diferencia entre hacer una queja y presentar una denuncia ante la Profeco? Cuando un negocio o servicio no cumple con lo que promete, es importante saber cómo actuar.

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Saber distinguir entre una queja y una denuncia ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es esencial para abordar adecuadamente las situaciones en las que tus derechos como consumidor se ven comprometidos. Ambas vías, aunque similares en su objetivo de proteger tus intereses como consumidor, difieren en sus procedimientos y en las circunstancias en las que se aplican.

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¿Qué es una queja y qué es un denuncia ante la Profeco?

Una queja se caracteriza por ser una acción formal dirigida a la Profeco cuando un proveedor incumple directamente los términos acordados en la prestación de un servicio o la venta de un producto. Este incumplimiento puede ocurrir de diversas maneras, como la negación de la garantía, la prestación deficiente de un servicio o el cobro injustificado de tarifas. Al levantar una queja, es necesario presentar una serie de documentos que respalden tu reclamo, incluyendo tu identificación, el contrato o recibo de la transacción, y una descripción detallada de los hechos que motivan la queja.

Profeco te asesora en tu proceso al interponer una queja y recibe denuncias sobre la operación de los comercios. Foto: Odeco / Chihuahua

Para iniciar un proceso de queja, debes dirigirte personalmente a la oficina de Profeco más cercana a tu domicilio, ahí te guiarán en el procedimiento a seguir. Si es el caso que te encuentras fuera del país, existe la opción de presentar la queja vía telefónica o por Internet a través del Departamento de Conciliación a Residentes en el Extranjero (CARE), siguiendo un proceso similar al presencial.

Una vez presentada la queja, se inicia un proceso de conciliación entre el consumidor y el proveedor, mediado por un abogado conciliador de Profeco. Este proceso puede terminar en un acuerdo que contemple la restitución del monto pagado o una compensación por los daños ocasionados; debes tener en cuenta que este procedimiento puede llevar tiempo y que, en caso de no llegar a un acuerdo, existen otras instancias a las que puedes recurrir.

Por otro lado, la denuncia se diferencia de la queja en que no requiere que el denunciante sea directamente afectado por las prácticas del proveedor. En lugar de eso, la denuncia se centra en actos u omisiones de un proveedor o prestador de servicios: por ejemplo, la falta de medidas de seguridad en un establecimiento, la publicidad engañosa o el incumplimiento en la exhibición de precios.

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Al presentar una denuncia, no es necesario aportar pruebas de la falta ni proporcionar datos personales, basta con describir la situación de manera breve y detallada, incluyendo todos los datos relevantes como el nombre del proveedor, el lugar y la fecha de los hechos. Profeco realizará una visita de verificación al proveedor denunciado y, en caso de constatar la falta, aplicará las sanciones correspondientes para garantizar el respeto a los derechos de los consumidores.

Dónde puedes denunciar según el tipo de falta:

Para presentar una denuncia, puedes enviar un correo electrónico a la dirección específica según el tipo de denuncia, o comunicarte telefónicamente a la oficina del consumidor. También puedes acudir personalmente a una Oficina de Defensa del Consumidor en el país.

Denuncias establecimientos comerciales: denunciasprofeco@profeco.gob.mx

Denuncias combustibles: denunciasgasolina@profeco.gob.mx

Denuncias Gas LP: denunciasgaslp@profeco.gob.mx

Denuncia Publicidad Engañosa: denunciapublicitaria@profeco.gob.mx

Denuncias telecomunicaciones: denuncias.telecom@profeco.gob.mx

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Como puedes ver, mientras que la queja se centra en reclamaciones individuales por incumplimiento directo de un proveedor, la denuncia aborda acciones u omisiones que afectan a un grupo más amplio de consumidores. Ambas vías son fundamentales para garantizar el respeto y la protección de los derechos del consumidor.

Nota publicada originalmente en: El Sol de Parral