Cada vez es más común saber que firmas de la talla de Mastercard, el gigante tecnológico Samsung o la asociación para la industria de tarjetas bancarias UnionPay, apuestan por pagos tecnológicos que van desde carteras digitales, el reconocimiento facial, hasta tecnología que codifica datos en ondas de sonido ultrasónicas para posibilitar pagos.
Con estos sistemas lo que buscan estas empresas es poder brindarle una opción de pago a los usuarios que sea rápida y esté al alcance de la mano, pero también fomentar la cultura cashless, la cual consiste en hacer transacciones comerciales sin efectivo.
Países del norte de Europa como Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia, ya han reemplazado el papel moneda casi en su totalidad. De hecho, el banco central sueco, Riksbank, informa que las transacciones bancarias en efectivo de estos países representan menos del 2 por ciento e incluso estiman que bajarán a menos de 0.5 por ciento para el 2020.
En el caso de México en los últimos dos años, entre el 25 y 30 por ciento de los pagos en ventas al menudeo han sido mediante instrumentos cashless y entre el 70 y 75 por ciento en efectivo, informó Gustavo del Ángel, investigador del CIDE y del Centro Espinosa Yglesias, con base en estimaciones de la compañía Mastercard.
Si bien el país ha crecido en este sistema gracias a que la industria financiera ha adoptado innovaciones digitales en pagos y ha penetrado en nuevos segmentos de mercado, aún falta por hacer. El especialista explica que el uso del efectivo es alto tanto para la economía como para los usuarios porque obtenerlo implica tiempo, conlleva riesgos y si de números se trata los costos de acceso a éste representan dos mil 300 millones de pesos y 48 millones de horas anuales.
Es por este tipo de razones que Arturo Medina, director de desarrollo de aceptación para México y Centroamérica de Mastercard, opina que el cashless es una visión más que una tendencia. “El objetivo de este sistema de pago consiste en generar un beneficio a la sociedad, a negocios, a empresas y a gobiernos, ya que es transparente, seguro, posibilita la interacción entre personas y es veloz”, dice el directivo.
También comenta que el efectivo no desaparecerá del todo, sí plantea la idea de que va a llegar un momento en que incluso los microempresarios aceptarán desde vales, tarjetas de crédito y/o débito y posiblemente hasta criptomonedas. Finalmente, Alejandro Macías, director de productos Comerciales de Mastercard explica que con este tipo de plataformas, las pymes pueden separar mejor sus gastos.