Salvador Carrejo Orozco, presidente de Coparmex Chihuahua, manifestó su preocupación por la reducción de penas en el delito de extorsión, argumentando que al sumar los altos índices de impunidad, no resulta una combinación nada favorable para combatir al crimen.
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“De por sí ya tenemos alto índices de impunidad, es decir, la probabilidad de que un individuo que delinque sea castigado es muy baja, y si todavía a eso le disminuimos las penas, independientemente de delito, y más en penas tan delicados como la extorsión, definitivamente no estamos caminando en la ruta correcta para inhibir al crimen”, declaró.
Carrejo agregó que desde Coparmex están insatisfechos con los niveles de seguridad que tenemos actualmente: “Si bien es cierto, ha habido eventos de alto impacto en la ciudad de Chihuahua, y aunque los niveles estadísticamente no lleguen a estar como en otros años, esto no significa que estemos satisfechos con el actuar de las autoridades en los distintos órdenes de gobierno”, apuntó.
Particularmente –dijo-, están más insatisfechos con el rol del gobierno federal, “porque gran parte de estos crímenes de alto impacto tienen que ver con el narcotráfico, con el crimen organizado, que es competencia de la Federación”.
“Esta política de abrazos no balazos, definitivamente no ha dado resultados y ello genera este clima que padecemos en las distintas regiones del país”, abundó el líder empresarial.
Previamente, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Chihuahua había pronunciado en contra de la reducción de las penas por extorsión, al considerar que ello puede incrementar la incidencia en este delito.
Se reprobó la disminución y exigieron que la extorsión sea catalogado como un delito muy grave, y que se den penas de arriba de 25 años, y no se flexibilice porque van a regresar las extorsiones.
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