Las presas La Boquilla y Francisco I. Madero incrementaron su porcentaje de almacenamiento durante las últimas 48 horas, debido a los escurrimientos generados por las lluvias que se presentaron de forma tardía en la mayor parte del estado, mismas que aportan humedad a los campos de cultivo.
Mariano Jáquez Gandarilla, presidente de la Sociedad de Responsabilidad Limitada unidad Conchos, señaló que el beneficio tangible de las precipitaciones pluviales es que continúa almacenándose agua en las presas que nutren al Distrito de Riego 005.
Este sábado, según la Comisión Nacional del Agua, La Boquilla amaneció al 79 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento de 2248.639 millones de metros cúbicos, mientras que el viernes estaba al 78.9 por ciento. La presa de “Las Vírgenes” estaba al 99.3 por ciento, con un volumen de 331.008 millones de metros cúbicos, y al 98.5 por ciento el día anterior.
El presidente de la SRL Conchos consideró que, de continuar las aportaciones de volumen a través del río San Pedro, la presa Madero podría derramar excedentes nuevamente en los próximos días, pero de forma ligera.
La Boquilla fácilmente podría llegar al 83 por ciento de su capacidad, calculó Mariano Jáquez, quien resaltó que esto podría dar aún más seguridad a los agricultores de la región en cuanto a disponibilidad de agua para los cultivos del próximo año.
Dijo que la amenaza de más inundaciones queda descartada para este otoño- invierno, pues las lluvias que se pronostican para la cuenca del río Conchos no serán tan intensas como las que trajo el Monzón durante los meses de agosto y septiembre.
Comentó además que es poca el agua que se pierde por evaporación en las presas durante esta temporada del año, pues las temperaturas ambientales son más frías, reafirmando que La Boquilla rebasará fácilmente el 80 por ciento de su capacidad porque además de las lluvias de esta primera quincena del mes, se esperan algunas precipitaciones más en noviembre y diciembre.
Asimismo, destacó que las últimas lluvias aportan humedad a los suelos y los hacen más esponjosos, lo que facilita más las labores de barbecho con maquinaria agrícola reduciendo los gastos de combustible.
Sin embargo, observó que las precipitaciones podrían generar algunas afectaciones en los cultivos de cacahuate, algodón y nogal, los cuales están en la etapa de la cosecha.
