Celebra hoy Día del Abuelo

Puedes ayudar acudiendo a El bocado del Pobre ubicado en la avenida Zarco

Paloma Sánchez

  · domingo 26 de agosto de 2018

Manolo Aguirre

Hoy se celebra el Día del Abuelo en el asilo El Bocado del Pobre, iniciando con la santa misa oficiada por el presbítero Carlos Barrio a las 12:00 horas, y después una tarde de exposiciones de los trabajos realizados por las manos sabias con arrugas y manchas que delatan su experiencia y años, además de grupos musicales y bailables.

Posteriormente el sábado primero de septiembre se realizará una hamburguesada para recabar fondos a beneficio de la institución que atiende a 45 adultos mayores, 5 estancias diurnas, y entre 20 y 30 menesterosos diariamente que acuden a solicitar alimentos.

La celebración por el Día del Abuelo está abierta a todo público, únicamente se recomienda que aporten alimentos para compartir con la comunidad y festejados, además de solicitar la donación de refrescos de cualquier tamaño y sabor, y carpas grandes.

“No podemos satisfacer a todos, toda vez que no tenemos el fondo monetario, por eso estamos buscando por todo, cómo hacer para reintegrar la dignidad de la persona. La despensa la tenemos, de la comida no podemos lamentarnos, nos donan mucho, pero faltan más artículos como azúcar, el café. Mucho nos falta también el medio efectivo para pagar los recibos, nómina de la casa y para ellos mismos”, compartió la hermana Francoise Tachio, encargada del asilo El Bocado del Pobre, quien es originaria de la República del Congo y tiene 2 años y 8 meses en Chihuahua.

La venta de hamburguesas es coordinada por los voluntarios de la institución, que se realizará en los jardines del Mortero, enseguida del asilo, a partir de las 11:00 del sábado 1 de septiembre, con un costo de 65 pesos. Se puede adquirir boletos de preventa en las oficinas de El Bocado del Pobre, y recoger la hamburguesa el sábado con su boleto.

A veces los abandonan

“Es un servicio al que nosotras dedicamos todas nuestras vidas, para mí es un servicio maravilloso porque cuando dije sí al Señor, quiero ser del Señor para toda la vida, para estas necesidades. Para mí lo importante es el hermano al que sirvo, porque para ello dediqué mi vida”, expresó la hermana Francoise Tatsio, encargada del asilo El Bocado del Pobre, quien es originaria de la República del Congo y tiene 2 años y 8 meses en esta ciudad donde ha dedicado su existencia a servir a los abuelitos chihuahuenses.


Y agregó, “Cuando llegan es una situación de abandono que no les resulta agradable, por eso nosotras buscamos la manera de que no les falte nada, primero el afecto. Es un trabajo de cada día, no es un solo día. Hay quien pueda recuperarse después de una semana, otros después de un mes o dos meses, hasta que se sientan felices y contentos. Pero la tristeza ahí está, porque es difícil para nosotras también ver la tristeza en sus caras. Buscamos siempre la manera de hacerlos feliz, que encuentren su dignidad, y darles mucho amor y cariño”.


La religiosa, quien habla perfecto español con un marcado acento francés, mencionó “Aquí hay mucha necesidad, porque vivimos con los abuelos abandonados. Pocos de ellos tienen familia, pero no muchos. Hay familias que llegaron el primer momento, pero no regresaron. Otras familias que continúan apoyando con algo mensualmente. Hay familias también que no se interesan de nada. Hay abuelos que vinieron aquí para providencia, algunos los encontramos abandonados en la puerta, en la calle. Nosotras no podemos negarles ayuda, le recogemos, estamos aquí con nosotras, buscando poco a poco regresarles su dignidad, para poder ayudarlo, regresar el amor, el afecto, el cariño. Lo que estamos haciendo todo el día, en el conocimiento del Señor”, dijo.


Con trato amable y sencillo se dedica a los ancianos, a quienes se dirige con suavidad, con mucho respeto y firme al interactuar con ellos y atenderlos en sus necesidades propias de su edad.


La hermana Francoise dijo que después de un tiempo de ingresados, los abuelos cambian su actitud y se percibe incluso en su trato cuando ya se sienten a gusto, pues empiezan a agradecer cuando los atienden al darles alimentos, bañarlos, cambiarlos, y estar al pendiente de ellos, generándose una relación de cariño con las religiosas.


“Esa es nuestra misión de las Sierva de los Pobres, estando aquí en el asilo, lograr hacer algo para ellos, pero la necesidad más fuerte que tenemos los trabajadores, los cuidados que tal vez es muy difícil para pagarlo y no tenemos los fondos para cubrirlo”.


El Bocado del Pobre atiende a 45 adultos mayores, de los cuales 25 son mujeres y el resto hombres. Asimismo, ofrecen servicio de estancia diurna, con un promedio de usuarios entre cuatro y cinco. De igual manera, alimentan a todo aquel que solicita alimento en la puerta, proporcionándolo con charolas de comida contabilizando entre 20 o 30 personas diarias.


“Con la caridad que nos dan los ciudadanos, con la despensa, con las donaciones de comida, buscamos siempre preparar algo que vengan, hasta las 6:00 o 7:00 de la tarde, cuando se nos acaba la comida, porque no podemos dejarle ir así, sin saber de dónde vienen. Hay muchos tarahumaras también que vengan aquí”, señaló.


El gasto más fuerte para la institución es el servicio de gas que llega hasta los 30 o 40 mil pesos al mes, además del gasto de la luz, y por semana se pagan 15 mil pesos de la nómina de los 10 trabajadores que tiene el asilo.

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