Gabriela Ramírez, agente de la Subsecretaría de Movilidad presentó varias denuncias contra su jefe directo ante la Comisión de Atención a Víctimas y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por acoso laboral.
La agente Ramírez cuenta tener evidencias en audio y mensajes que prueban que no solo le levantaban la voz, sino que recibió amenazas y burlas en tonos despectivos, sin embargo, al llevar esa evidencia ante el Subsecretario de Movilidad César K y el comandante Víctor S no hicieron por resguardar su seguridad, según Gabriela, apoyaron y alentaron a su abusador a continuar con el acoso.
Se trata de los comandantes César Alejandro V. y Víctor Hugo S., ambos compañeros de trabajo de Gabriela Ramírez por 14 años, quienes más que tener una relación cercana laboral, quienes presuntamente han provocado que varías agentes compañeras terminen su contrato mucho antes de tiempo y que la agente Ramírez desarrollara un cuadro de ansiedad acompañada de depresión.
La primera denuncia que presentó Gabriela fue ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde indicó que los altos mandos expresaron que el titular de la institución actuaría a favor de los denunciados por ser ‘amigo’ de estos.
También se realizó la denuncia en el Órgano Interno de Control en la Secretaría en la Seguridad Pública del Estado generando el Oficio SFP-OIC-SSPE-139-2023 donde se le hizo la comparecencia ante esta autoridad en contra de los funcionarios públicos que presuntamente han ejercido abuso laboral contra ella.
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La afectada ha sufrido de este problema desde hace varios años, junto con varias compañeras quienes por miedo a represalias, decidieron quedarse calladas y renunciar de la corporación.
También menciona que todo empezó cuando César V. le prohibía realizar sus labores: ‘Yo no podía atender accidentes viales, no podía salir de una avenida, ni siquiera me dejaba ir al baño, desayunar ni comer, llegó una ocasión en el que él me vigilaba tanto que yo tenía que ir a reportarme con él para que constara que efectivamente yo estaba trabajando… el maltrato era en público con los compañeros, muchas veces hasta les causaba gracia’ comentó con tristeza la agente.
Gabriela disfruta su trabajo, por lo que siempre ha intentado hacer todo al pie de la letra tal como se estipula, por ello cuando trataron de sacar evidencia en su contra con carpetas de conducta o de salud no encontraron ninguna prueba para despedirla o reprenderla.
La agente Gabriela Ramírez pide que se le dé agilidad al caso que la tomen en cuenta, pues dice que los comandantes son los que están jugando a ser víctimas alegando que Gabriela solo quiere arruinar sus reputaciones cuando la realidad, ella solo clama por justicia y seguridad.