“Los jesuitas y la sociedad fuimos privados de un proceso legal en el que, conforme a derecho, se sancionaría a quien cometió graves delitos”, externó el doctor Luis Arriaga Valenzuela, S.J., rector de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
El sacerdote jesuita en su editorial semanal señaló que la procuración de justicia del Estado ha fracasado, porque el problema de impunidad radica en las fiscalías, ello tras la localización sin vida del presunto asesino de los sacerdotes jesuitas en Cerocahui, junto con un guía de turistas y un joven jugador de beisbol.
Te puede interesar: Carpetas de investigación no deben cerrarse, “El Chueco” no actuó solo: Pato Ávila
En su artículo titulado "Justicia, no ajusticiamiento" hace un llamado a reflexionar sobre las condiciones de violencia e impunidad que imperan, sobre todo porque el ajusticiamiento no era el final que se esperaba para José Noriel P.G. alias "El Chueco"
El sacerdote señaló que con su homicidio se arrancó la posibilidad de que José Noriel tuviera un proceso jurídico y pagará por sus actos, que se arrepintiera y pudiera incluso redimirse.
“No es posible aceptar que la muerte del presunto responsable del asesinato sea presentada como resultado exitoso de la acción gubernamental”. Afirmó que en Cerocahui, al igual que en Matamoros se impuso la lógica de represalias de la misma delincuencia ante el fracaso del Estado.
Como abogado señaló que en el país de cada 100 delitos que se denuncian solo 14 se resuelven, lo que refleja la crisis de impunidad que vive el país, donde los jesuitas han vivido en carne propia lo que miles de familias viven con la violencia que impera en sus comunidades.
Mencionó que desde la Ibero seguirán acompañando el justo reclamado de paz y justicia para la región serrana de Chihuahua, en especial la de Cerocahui, donde los sacerdotes Javier y Joaquín ofrendaron su vida.
Cabe señalar que tras el homicidio de los sacerdotes, el 20 de junio de 2022, la Ibero en coordinación con la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México se articularon en una Jornada por la Paz, la cual ahora continuará la Ibero.
“Promoveremos el dialogo entre saberes y disciplinas, sobre todo, el diálogo entre personas libres dispuestas a plantar cara a la violencia y la injusticia”, señaló que el pueblo es quien clama justicia.
