Más del 70 por ciento de los depredadores sexuales o feminicidas sexuales, son irreinsertables, y aunque la reinserción forma parte de los derechos humanos de toda persona, en los últimos casos ocurridos en la capital, existe alta probabilidad de que no ocurra, pues la maldad humana es gradualmente destructiva e irreversiblemente nociva, y las personas no son capaces de llevar una vida ordinaria, productiva y ajustada a una sociedad, afirmó el especialista en criminología, José Carlos Hernández Aguilar.
Destacó que los feminicidas son personas resentidas con gran frustración, que se sienten atraídos por ejercer ese poder para mostrar su desprecio incluso cuando son conscientes de que pueden terminar en prisión, a lo que se suma el uso de drogas como cristal o cocaína como una forma de "envalentonarse".
En muchos casos, añadió, han sido víctima de abusos sexuales y de otro tipo por parte de sus modelos de figura de autoridad como mamá, papá, parejas entre otros.
El criminólogo añadió que a esto se suma el uso de drogas como cristal o cocaína, para "tomar valor" y cometer las atrocidades, y destacó el sistema laxo y débil que existen en México.
“El feminicidio lo podemos entender como la privación de la vida de una mujer, pero mostrando en el hecho el peor desprecio por la mujer por el hecho de ser mujer, materializándose algunas de las circunstancias particulares a que refieren los instrumentos penales”.
Añadió que Chihuahua se ha caracterizado por ser uno de los primeros estados y ciudades en la comisión de estas barbaries, desde los años 90, inicios del sigo XXI y hasta la fecha continúa y en el contexto Expuso que en el contexto feminicida, el 98 por ciento que los victimarios son varones. Y un mínimo porcentaje de mujeres que también llega a presentarse.
El Mtro. José Carlos Hernández ,indicó que el odio y desprecio se va incubando desde la infancia, y el feminicida va buscando víctimas más débiles, “Hay terribles sentimientos de inferioridad por parte del atacante, como frustración e intolerancia a la frustración social, no han podido cerrar objetivos de vida.
Agregó que los feminicidas cometen el delito Incluso a costa que sabe que pueden ser detenidos o hasta perder la vida. “Existe nula empatía, sin importar que piense la víctima”. Y añadió que la sororidad es necesaria y al no existir llega a involucrarse en hechos delictivos en los que va de por medio la tortura.
Además se enfrentan al hecho sin medir consecuencias, “muchas veces el acto de descuartizar es equiparante al delito sexual, y los feminicidas, justifican el acto al ver a su víctima como quien provocó que se cometiera el delito.
Ejemplo de esto es cuanto una mujer que usa cierta vestimenta, como minifalda, y en mente del femincida existe esa idea de que la mujer es culpable. Asimismo, indicó que este hecho, debe toca a la sociedad y no verse como un caso más.
Añadió que es necesario que la sociedad y los gobiernos trabajen en conjunto para lograr la prevención, reconstrucción de tejido social desde la familia estnado por medio la sororidad.
Además, citó que este tipo de actos han sido modelo “inspiración” para adolescentes, que cometen después los mismos actos. A lo anterior se añade un sistema de justicia débil y laxo como el que se tiene en el país
