Ofertas en la aplicación de toxina botulínica para la arruga, inyecciones contra el envejecimiento, rellenos con ácido hialurónico y cursos con técnicas más modernas en medicina estética y facial son parte de la publicidad engañosa que los pseudo profesionales de la estética ofrecen a través de redes sociales a fin de enganchar a probables clientes.
El doctor Luis Carlos Tarín, Comisionado Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris) advirtió que hay muchas personas que se hacen pasar por profesionales de la salud y la estética que ofrecen la toxina botulínica, mejor conocida como bótox en 250 pesos en aplicación masiva, en las llamadas “Lluvias de Bótox”, es decir, incitan a las mujeres y hombres a juntar a 15 personas en una vivienda y les aplican la toxina.
El costo real de una ampolleta varía de acuerdo al laboratorio, pero puede ir de 8 mil a 16 mil pesos, es decir, ni con las 15 personas se alcanza a cubrir el costo real.
El comisionado destacó que la detección de pseudocirujanos plásticos se hace difícil debido a que se publicitan a través de redes sociales, donde además ofrecen la impartición de cursos que se organizan en hoteles o restaurantes bajo gran hermetismo. Aunado a ello no cuentan con espacios definidos todo es a través de contacto telefónico.
Una vez que el cliente los contacta, se pide el depósito monetario para la consulta y citan a las personas en un domicilio, incluso en algunas ocasiones lo trasladan a otro domicilio donde realizan la valoración y los procedimientos.
Destacó que como parte de la investigación que realiza la Coespris han podido percatarse de que el personal esta bien entrenado, ya que se pide el depósito a una determinada cuenta, y una vez que ya lo tienen vuelven a contactar al paciente, es decir, que la organización que tienen es muy especial a fin de prevenir que se pueda ejercer un tipo de acción en su contra.
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El descaro de estas personas llega a realizar prácticas en vivo, “No entendemos cómo hay personas que se prestan para acudir a un hotel, un salón o un domicilio a prestarse a que le apliquen el ácido hialurónico y la toxina botulínica. Estos productos deben ser aplicados por personal médico con preparación médica, hospitalaria y con experiencia”.
Resaltó que en las llamadas “Lluvias de Bótox” la aplicación se hace en un ambiente sin la sepsis necesaria, lo que puede acarrear muchas secuelas que va desde una infección hasta la parálisis facial, el daño a arterias, hasta la muerte, por lo que hizo un llamado a la población para que tomen en cuenta el riesgo que corren al priorizar el costo a la seguridad.