Familiares de personas desaparecidas involuntariamente marcharon por calles del centro de la ciudad, hasta llegar al Jardín de la Justicia, donde se ubica el antimonumento Plasmando Esperanzas, donde elevaron la voz para denunciar la tragedia que llena de luto y dolor los hogares chihuahuenses, exigirle al gobierno del estado que haga las investigaciones y termine con el pacto de impunidad y sanción a los responsables.
Madres, padres, esposas, hijas e hijos de personas desaparecidas emprendieron la jornada de exigencia de justicia “Hasta Encontrarles” donde señalaron la urgente necesidad de atención integral a la situación que existe detrás de una persona desaparecida, porque dejan hijos, hijas, familias, condiciones económicas difíciles, consecuencias psicológicas y médicas.
La jornada inició con la sagrada eucaristía en el templo del Sagrado Corazón de Jesús, realizaron una caminata y se colocaron los nombres de 189 personas desaparecidas, sólo se reservó el espacio de los integrantes del colectivo Nos Faltan 13, quienes desaparecieron en la zona de Coyame, cuyos restos humanos esqueletizados se encuentran en proceso forense.
Al grito de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “De norte a sur, de este a oeste ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”, “Únete, únete que tu hijo puede ser” y “Justicia ahora, ahora se hace indispensable presentación con vida y castigo a los culpables”, emprendieron su caminata por la avenida 20 de Noviembre, tomaron la calle 12 hasta el Paseo Bolívar hasta llegar al Jardín de la Justicia, frente al edificio de la Fiscalía General del Estado.
En la exigencia de justicia se hermanaron las familias de personas desaparecidas del pasado y del presente, quienes alzaron la voz para que el Estado cumpla con su obligación, luego de que no supieron proteger y evitar que la tragedia sucediera.
Todos exigieron que se destinen mayores recursos para la búsqueda, que se les permita participar en el tema del rezago forense y la atención integral. A la vez que sentenciaron que no abandonarán la lucha hasta encontrarlos.
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Gabino Gómez, coordinador del área de desaparecidos del Centro de Derechos Humanos mencionó que como cada año salen a la calle para recordarle a la autoridad y a la sociedad que no hay justicia. Que la deuda sigue creciendo.
En la ceremonia de memoria por los desaparecidos Laura Gaytán sobreviviente de desaparición forzada durante la guerra sucia, “Este día, representa para nosotros, familiares, víctimas y sobrevivientes de la Guerra Sucia, una fecha emblemática y profundamente dolorosa, pues recordamos a nuestros familiares, compañeros y compañeras, que en la búsqueda de un país más justo, cayeron víctimas de un estado autoritario y represor, que los torturó, ejecutó extrajudicialmente y desapareció. Padecemos hasta la fecha una herida que sigue abierta, pues por largos años hemos buscado incansablemente la justicia, que no llegará hasta dar con el paradero de nuestros desaparecidos y desaparecidas y cuando se castigue a los perpetradores, culpables de estos delitos que lastiman a la humanidad”.
A la voz de Laura se sumó Rocío Martínez, integrante del colectivo Nos Faltan 13, esposa de uno de los migrantes desaparecidos en Coyame, “Es un día muy difícil, no sabemos si nuestra lucha va a terminar aquí, pero sabemos que nos faltan más”.
Rocío señaló que aún no saben si los restos humanos que se encuentran bajo proceso forense son de sus seres queridos, “Si no lo son nos sentimos satisfechas porque encontramos a uno de los de ustedes”.
Enfatizó que no dejarán de exigir justicia y decirle a la sociedad que nos faltan muchos, a quienes les arrebataron de manera injusta, a la vez que agradeció la acogida que le brindaron a cada familia en el CEDEHM, donde encontraron solidaridad y empatía.
“Si nosotros como familiares no exigimos esas investigaciones nadie más lo va a hacer. Tenemos que movernos, exigir y gritar. Si obtuvimos resultados fue porque no dejamos de exigir, fueron casi dos años de pelear con las autoridades”, dijo.
Rocío comentó que la lucha y la búsqueda continúan “Todos los desaparecidos nos pertenecen a todos”.
Finalmente, en el muro que sostiene el mural de Plasmando Esperanzas se colocaron los nombres de las personas desaparecidas en diversas zonas del estado.
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