Luego del rechazo de la instalación de la unidad de transferencia de residuos previsto en por lo menos dos sectores de la ciudad de Cuauhtémoc, el Departamento de Ecología perteneciente a la Dirección de Desarrollo Social Municipal atraviesa por una serie de conflictos para el manejo de basura electrónica que aumenta en cantidad.
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Así lo dio a conocer la titular de la dependencia municipal, Irma de la Peña Meraz, al detallar que la única alternativa que se tiene para el destino de la basura electrónica es el desarrollo del evento denominado: “Ecorecikla”, el cual se lleva a cabo en el mes de junio.
En él se intercambia todo tipo de electrodomésticos, como componentes electrónicos, por árboles de diversas especies, con lo cual se pretende fomentar el cuidado del medio ambiente con la reforestación de la ciudad y retiro de aparatos en desuso que utilicen electricidad.
Desde hace más de una década, una empresa especializada en el reciclaje de aparatos electrónicos contribuye con la autoridad municipal en la recolección de todo tipo este tipo de artículos, mismos que son considerados altamente contaminantes por diversos componentes con los que están fabricados.
Dicha empresa es la encargada de dar el uso adecuado a la basura electrónica, destacando que hasta el año 2022 se contaba con un área especial en la Unidad de Transferencia, sin embargo, al retirarse este espacio, se tuvieron problemas para el acopio de aparatos en desuso.
Pese a desconocer la cantidad de basura electrónica que se genera en el municipio de Cuauhtémoc, Irma de la Peña refirió que existe la hipótesis del aumento paulatino de aparatos que no funcionan, pero se mantienen en el interior de los hogares, lo que representa un riesgo para la salud de las familias.
Como dato para conocer la dimensión del conflicto por la basura electrónica, la funcionaria indicó que en el más reciente evento de “Ecorecikla” se acumularon más de 20 toneladas de desechos electrónicos, cantidad que es similar en cada evento que se realiza año con año.
De la Peña Meraz puntualizó que será hasta que se cuente con un espacio adecuado para el proyecto del centro de transferencia cuando se pueda dar una mejor atención al problema de contaminación ocasionada por la basura electrónica, ya que se ha corroborado que este tipo de artefactos cuentan con materiales que se disuelven con las altas temperaturas y son tóxicos.
