Con devoción y adoración, fieles de colonias del sureste de la ciudad arrodillados participan desde banquetas y calles en la peregrinación de la imagen de Nuestra Señora de Fátima que visita a quienes la veneran, ante la prohibición de la celebración de misas públicas por la contigencia sanitaria del Covid-19.
Así mismo, el párroco sostiene en alto el Santísimo Sacramento, que encabeza la peregrinación que pasa por las calles para dar aliento y consuelo a los fieles, ante la imposibilidad de la celebración de los sacramentos y de la festividad de la Virgen de Fátima.
“Era mayo de 1917, el mundo se debatía en la Segunda Guerra Mundial, cuando la Virgen Santísima, en Fátima, Portugal, transmitió el mensaje del evangelio a aquellos niños, -algunos de ellos ya canonizados-, y que nos llamó a recorrer este camino del Evangelio, de conversión, de oración, de penitencia. Con San Agustín tenemos que decir, “nos hiciste, Señor para ti, y sin reposo estará nuestro corazón hasta que descanse en Ti”, detalló el Pbro. Gustavo Sánchez Prieto, vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua.
En algunos hogares, colocaron mesas con manteles en blanco y azul, rosas para dedicar a la Virgen, globos blancos y azules, en señal de fiesta. Así mismo, los vehículos recorren las calles con bocinas que difunden alabanzas, en espíritu festivo, a pesar de la epidemia.
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