Luis es un migrante, que además de venir huyendo de la crisis de su país, Ecuador, fue víctima de un secuestro dentro del estado de Durango.
“Lamentablemente los buses de futura y Chihuahua nos vendieron a un poco de gente en Gómez Palacio, llegó gente vestida de policías y gente armada nos llevaron en otros camiones a un parque industrial ahí por Durango”, platicó sobre los hechos del secuestro.
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En el lugar donde los privaron de su libertad, les estaban dando una miseria de alimento, Luis, se encontró con otros migrantes que ya tenían entre 8 y 9 días secuestrados.
El grupo de migrantes con el que fue secuestrado duró cuatro días retenidos dentro del lugar donde había más personas.
“Justo parece que hubo un problema, llegó el ejército y los malos corrieron, trataron de escapar, gracias a la fuerza armada de México y la Guardia Nacional, fueron los que nos salvaron”, contó el ecuatoriano, de cómo se dio su rescate de los criminales.
Luego, que nuevamente se unió a una caravana de personas en situación de movilidad para completar su travesía de entrar a Estados Unidos, Luis, comentó que la Guardia Nacional los resguardó en todo el trayecto hasta llegar a Ciudad Juárez.
Con el miedo que salió de su país y el terror del secuestro que vivió en Durango, el ecuatoriano, al pisar suelo fronterizo, no perdió tiempo de dirigirse al límite fronterizo entre México y Estados Unidos.
De inmediato, se aventuró a cruzar el río Bravo, para tener un encuentro con la Patrulla Fronteriza, a quienes les solicitaría asilo político y protección.
