En la frontera de Sonora y Chihuahua opera el grupo criminal "Los Salazar", quienes controlan la siembra, producción y trasiego de droga hacia Arizona, en Estados Unidos.
Durante muchos años, Adán Salazar Zamorano apodado o conocido como "Don Adán” fue uno de los operadores y lugarteniente de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, hoy preso en Estados Unidos.
“Don Adán”, originario de Chínipas y sus hijos Jesús Alfredo “El Muñeco” y Adán "El Indio" Salazar Ramírez obligaron al desplazamiento forzado de mil 200 personas en el municipio de Sonoyta en Sonora y de unas 300 familias en Las Chinacas, municipio de Chínipas, en 2015.
Adán Salazar Zamorano fue detenido en febrero de 2011 y extraditado en junio del 2012 a Estados Unidos con acusaciones de la Drug Enforcement Administration (DEA) de controlar la producción y tráfico de drogas en el Triángulo Dorado (que integran Chihuahua, Durango y Sinaloa).
En noviembre de 2014, “Don Adán” fue absuelto por un tribunal federal del delito de lavado de dinero de más de 15 millones de dólares.
Sus hijos Jesús Alfredo “El Muñeco” y Adán “El Indio” Salazar Ramírez tomaron el control de la organización, a la que también se le conoce como “Gente Nueva de Los Salazar” o “La Gente Salazar”.
“Los Salazar” sostuvieron una disputa con “Los Memos”, organización encabezada por Adelmo Niebla González o Guillermo Nieblas Nava “El Señor”, detenido en septiembre de 2012, y Roberto “N” alias “El Diablo”, aprehendido en enero.
“El Muñeco” fue capturado en noviembre de 2012 por integrantes del Ejército, y era considerado uno de los lugartenientes de “El Chapo” Guzmán, y se le vinculó con el homicidio del activista Nepomuceno Moreno Núñez perpetrado en noviembre de 2011 y de Rubén Alejandro Cepeda Leos en diciembre del 2011.
En Estados Unidos contaba con una orden de aprehensión girada en su contra en agosto del 2006 por la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas, por asociación delictuosa y posesión -con la intención de distribuir- de cinco o más kilogramos de cocaína.
De acuerdo con la PGR, existían elementos de prueba que apuntaban a que José Alfredo Salazar Ramírez fungía como "proveedor de narcóticos por parte del grupo delictivo de Joaquín Guzmán”.
Las operaciones recayeron en su hermano Adán Salazar Ramírez, quien fue asesinado en mayo de 2016, y quien tenía residencia en Navojoa.