Atenderán la violencia contra niños y mujeres en los asentamientos indígenas de San Andrés, Carrizos y El Venadito, conformados por 400 familias, dentro de los cuales son un total de 300 menores; el personal especializado en psicología de la FEM y del Instituto Chihuahuense de la Muer, atenderá a través de terapias, los más de 26 casos que se tienen registrados en estos sitios, además de que se abordarán pláticas entre los integrantes de los albergues.
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El gobernador, Ramón Rocha manifestó que el principal objetivo es lograr el desarrollo de niñas y niños lejos de la violencia, para que no crezcan “normalizando” este tipo de actos que se desarrollan en su entorno familiar: “Algunas mujeres son violentadas y golpeadas por sus esposos, buscamos cambiar estos pensamientos, que se atienda al agresor y a las víctimas para que alcen la voz”.
El Gobernador del asentamiento indígena de Los Carrizos, Ramón Rocha, informó que dentro de las acciones para atender la problemática de violencia contra los niños y mujeres de los tres albergues, un grupo de psicólogos atenderán los casos de manera permanente y brindarán pláticas de concientización.
Informó que estas acciones se desarrollaran en San Andrés, Los Carrizos y El Venadito, en donde arribará el personal de la Fiscalía Especializada de la Mujer y del Instituto Chihuahuense de la Mujer, para impartir talleres.
“En estos talleres, el personal tendrá el acercamiento con los integrantes de estos asentamientos, para dialogar sobre los temas de violencia, alcoholismo y drogadicción”.
Además de que, los más de 26 casos que se tienen detectados de violencia familiar, serán canalizados para brindarles terapias psicológicas de manera permanente: “Se atenderá a las mujeres, niños y además a los agresores”.
Mencionó que son un total 400 familias de estos asentamientos indígenas, dentro de los cuales son un total de 300 menores de edad, por lo que a través de estas acciones buscan lograr que se desarrollen en un entorno familiar favorable.
“Lamentablemente los niños, niñas y adolescentes, viven presenciando la violencia que existe en sus familias y llegan a normalizar estos actos, tanto golpes como agresiones físicas, sin embargo, esto no debe suceder, ya que como cualquier niño deben crecer en un hogar lleno de amor y protección”.
Finalmente señaló que la violencia familiar está vinculada al grave problema de drogadicción y alcoholismo que presentan algunos integrantes de estos asentamientos.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral
