/ viernes 30 de junio de 2023

Crisis más reciente

Carlos González Fernández “Muchos pensamientos… un solo equipo”

“DESDE CUALQUIER ÁNGULO EN EL ENTORNO” avista que la economía mexicana creció 3.1 por ciento el año pasado (2023 avizora un crecimiento optimista de 2.5 % del PIB), tras un repunte de 4.7% en 2021, posterior a una caída del 8.0% en 2020, derivada de la pandemia de Covid-19. Sostienen los que saben sobre el tema, que la economía hubo recuperado los niveles de empleo y del Producto Interno Bruto (PIB) que pronunciábamos antes de la “aporreada” “pandemonia” de más de dos años que sostenía un marco macroeconómico estable ante el dinamismo fructífero de la nación más poderosa del orbe y nuestra sólida industria manufacturera que denota antes y ahora que es una de las mejores “mano de obra”, aun comparada con la china.

Afirman los expertos que para mantener el crecimiento económico sostenible y la deseable reducción de la pobreza en el mediano plazo, México debe abordar limitaciones económicas estructurales; ¿qué significa esto? Pues que tendremos que “amarrar” las finanzas para que nuestras autoridades ajusten más el cinturón y acceder a éstas racionalmente, pero también delimitar la inseguridad que sigue incontrolable y además limitar la informalidad, esa que representa una considerable pérdida de impuestos que se escapan al erario por los trabajos informales, además de las cargas regulatorias y los llamados “cuellos de botella”: la inflación, la falta de empleo, el aumento de las tasas de interés, incremento de los sueldos y de las prestaciones demandantes, la paridad dólar – pesos, la IED, etcétera.

La presente administración del “cuatro te”, aun ante la considerada gloria de ser la décimo quinta economía mundial (de 190 países) y la segunda latinoamericana, con una población superior a los 130 millones (no menos de 50 millones de ellos considerados como pobres), seguiremos soñando con el equilibrio de la riqueza, apostando a la boyante geografía de mares y sierras, lagos y lagunas y la diversidad de sus valles y llanuras que siguen denotando una economía pujante que no obstante “saqueo”, tras “saqueo”, tras “saqueo”, desde la época de la Colonia, Independencia, Reforma, Revolución, Post Revolución, Neoliberalismo y Transformación, nunca de los nunca y de los jamases, hubo limpieza de nuestras autoridades y ésta no es la excepción; con tanto esfuerzo logramos fundar instituciones y con cuánta ligereza desbáratanse por caprichos. cargofe7@hotmail.com

Carlos González Fernández “Muchos pensamientos… un solo equipo”

“DESDE CUALQUIER ÁNGULO EN EL ENTORNO” avista que la economía mexicana creció 3.1 por ciento el año pasado (2023 avizora un crecimiento optimista de 2.5 % del PIB), tras un repunte de 4.7% en 2021, posterior a una caída del 8.0% en 2020, derivada de la pandemia de Covid-19. Sostienen los que saben sobre el tema, que la economía hubo recuperado los niveles de empleo y del Producto Interno Bruto (PIB) que pronunciábamos antes de la “aporreada” “pandemonia” de más de dos años que sostenía un marco macroeconómico estable ante el dinamismo fructífero de la nación más poderosa del orbe y nuestra sólida industria manufacturera que denota antes y ahora que es una de las mejores “mano de obra”, aun comparada con la china.

Afirman los expertos que para mantener el crecimiento económico sostenible y la deseable reducción de la pobreza en el mediano plazo, México debe abordar limitaciones económicas estructurales; ¿qué significa esto? Pues que tendremos que “amarrar” las finanzas para que nuestras autoridades ajusten más el cinturón y acceder a éstas racionalmente, pero también delimitar la inseguridad que sigue incontrolable y además limitar la informalidad, esa que representa una considerable pérdida de impuestos que se escapan al erario por los trabajos informales, además de las cargas regulatorias y los llamados “cuellos de botella”: la inflación, la falta de empleo, el aumento de las tasas de interés, incremento de los sueldos y de las prestaciones demandantes, la paridad dólar – pesos, la IED, etcétera.

La presente administración del “cuatro te”, aun ante la considerada gloria de ser la décimo quinta economía mundial (de 190 países) y la segunda latinoamericana, con una población superior a los 130 millones (no menos de 50 millones de ellos considerados como pobres), seguiremos soñando con el equilibrio de la riqueza, apostando a la boyante geografía de mares y sierras, lagos y lagunas y la diversidad de sus valles y llanuras que siguen denotando una economía pujante que no obstante “saqueo”, tras “saqueo”, tras “saqueo”, desde la época de la Colonia, Independencia, Reforma, Revolución, Post Revolución, Neoliberalismo y Transformación, nunca de los nunca y de los jamases, hubo limpieza de nuestras autoridades y ésta no es la excepción; con tanto esfuerzo logramos fundar instituciones y con cuánta ligereza desbáratanse por caprichos. cargofe7@hotmail.com