/ sábado 20 de enero de 2024

La industria forestal enfrenta una difícil situación. Parte 2

El mercado de la madera atraviesa actualmente por un periodo de gran incertidumbre y volatilidad, tanto por la caída de los precios, como por la dificultad para la venta de sus productos. Sin embargo, hay indicadores que señalan que en el mediano y largo plazo, esta industria tiene potencial para lograr un crecimiento importante y sostenido.

Entre los factores que mayor impacto han tenido en el mercado de la madera, han sido la baja en el tipo de cambio peso-dólar y la caída en los precios de referencia de la madera en los Estados Unidos, provocada a su vez por la contracción en la industria de la construcción, que es el principal consumidor de madera. Al menos durante el presente año, al parecer no se esperan cambios importantes en estos indicadores, solo que ocurra algo disruptivo o cambios drásticos en política, que pudieran darse por las elecciones que tendremos en ambos países.

Por otra parte, el cambio climático es un tema que debe generar cada vez mayor atención y sobre todo compromisos de los principales emisores de gases de efecto invernadero; y así está ocurriendo en el mundo. Iniciativas y proyectos de reducción de emisiones que inicialmente fueron desarrollados de forma voluntaria, hoy ya se están convirtiendo en obligaciones legales, derivadas de los acuerdos que los países han asumido en el marco de las convenciones de la ONU sobre cambio climático.

En este nuevo escenario es donde la madera está llamada a jugar un papel muy importante. Su carácter reconocido de ser un material neutro en emisiones, la hacen ideal para sustituir otros materiales que generan altos niveles de CO2, como es el caso del concreto y el acero en la industria de la construcción. Cada vez más, tanto empresas como gobiernos, están promoviendo el uso de la madera en la construcción, como parte de sus compromisos con la reducción de emisiones. Existe además ya, el sistema LEED de certificación ambiental (Leadership in Energy & Environmental Design), que es cada vez más aceptado y utilizado a nivel mundial en la industrial de la construcción.

Un producto que está atrayendo poderosamente la atención, es la llamada “corss laminated timber” o CLT. Este material es parecido al triplay, solo que en lugar de utilizar capas de chapa sobrepuesta, utiliza capas de madera aserrada con orientación perpendicular. El resultado es un material de alta resistencia y más ligero, que ya se ha probado con éxito en la construcción de edificios de hasta 20 pisos. Tiene además otras ventajas muy importantes, como la mayor rapidez en la construcción, menores costos y su mayor resistencia en caso de sismos. Por otra parte, el uso de madera en interiores, además de su belleza, mejora la acústica y es más térmica, lo que se traducirá en una reducción adicional de emisiones, así como de costos.

Es tanto el interés que está despertando la madera, que por ejemplo ya se fabrican con este material, las torres que sostienen las aspas de generadores de energía eólica; se construyen más rápido, con más facilidad para el transporte y armado y dan una contribución adicional a la reducción de emisiones, que es el factor que se tomó en consideración para estos proyectos.

A futuro, no solo la madera tiene potencial de mayor valor y crecimiento en el mercado. Los terrenos forestales, también están atrayendo cada vez más el interés de inversionistas interesados en la compra de bonos de carbono para compensar sus emisiones. Si bien, en este momento el sector pasa por momentos difíciles, hay muy buenas expectativas de que su situación mejore sustancialmente a mediano y largo plazo. Y la razón fundamental de todo ello, es la lucha contra el cambio climático, por lo que no se tratará solo de una moda pasajera, seguramente llegará para quedarse. Hoy es cuestión de tener paciencia, que ya vendrán tiempos mucho mejores para los productores y la industria forestal.

oestradam81@hotmail.com


El mercado de la madera atraviesa actualmente por un periodo de gran incertidumbre y volatilidad, tanto por la caída de los precios, como por la dificultad para la venta de sus productos. Sin embargo, hay indicadores que señalan que en el mediano y largo plazo, esta industria tiene potencial para lograr un crecimiento importante y sostenido.

Entre los factores que mayor impacto han tenido en el mercado de la madera, han sido la baja en el tipo de cambio peso-dólar y la caída en los precios de referencia de la madera en los Estados Unidos, provocada a su vez por la contracción en la industria de la construcción, que es el principal consumidor de madera. Al menos durante el presente año, al parecer no se esperan cambios importantes en estos indicadores, solo que ocurra algo disruptivo o cambios drásticos en política, que pudieran darse por las elecciones que tendremos en ambos países.

Por otra parte, el cambio climático es un tema que debe generar cada vez mayor atención y sobre todo compromisos de los principales emisores de gases de efecto invernadero; y así está ocurriendo en el mundo. Iniciativas y proyectos de reducción de emisiones que inicialmente fueron desarrollados de forma voluntaria, hoy ya se están convirtiendo en obligaciones legales, derivadas de los acuerdos que los países han asumido en el marco de las convenciones de la ONU sobre cambio climático.

En este nuevo escenario es donde la madera está llamada a jugar un papel muy importante. Su carácter reconocido de ser un material neutro en emisiones, la hacen ideal para sustituir otros materiales que generan altos niveles de CO2, como es el caso del concreto y el acero en la industria de la construcción. Cada vez más, tanto empresas como gobiernos, están promoviendo el uso de la madera en la construcción, como parte de sus compromisos con la reducción de emisiones. Existe además ya, el sistema LEED de certificación ambiental (Leadership in Energy & Environmental Design), que es cada vez más aceptado y utilizado a nivel mundial en la industrial de la construcción.

Un producto que está atrayendo poderosamente la atención, es la llamada “corss laminated timber” o CLT. Este material es parecido al triplay, solo que en lugar de utilizar capas de chapa sobrepuesta, utiliza capas de madera aserrada con orientación perpendicular. El resultado es un material de alta resistencia y más ligero, que ya se ha probado con éxito en la construcción de edificios de hasta 20 pisos. Tiene además otras ventajas muy importantes, como la mayor rapidez en la construcción, menores costos y su mayor resistencia en caso de sismos. Por otra parte, el uso de madera en interiores, además de su belleza, mejora la acústica y es más térmica, lo que se traducirá en una reducción adicional de emisiones, así como de costos.

Es tanto el interés que está despertando la madera, que por ejemplo ya se fabrican con este material, las torres que sostienen las aspas de generadores de energía eólica; se construyen más rápido, con más facilidad para el transporte y armado y dan una contribución adicional a la reducción de emisiones, que es el factor que se tomó en consideración para estos proyectos.

A futuro, no solo la madera tiene potencial de mayor valor y crecimiento en el mercado. Los terrenos forestales, también están atrayendo cada vez más el interés de inversionistas interesados en la compra de bonos de carbono para compensar sus emisiones. Si bien, en este momento el sector pasa por momentos difíciles, hay muy buenas expectativas de que su situación mejore sustancialmente a mediano y largo plazo. Y la razón fundamental de todo ello, es la lucha contra el cambio climático, por lo que no se tratará solo de una moda pasajera, seguramente llegará para quedarse. Hoy es cuestión de tener paciencia, que ya vendrán tiempos mucho mejores para los productores y la industria forestal.

oestradam81@hotmail.com