/ miércoles 27 de diciembre de 2023

Los retos del Cambio Climático y la falta de agua (2)

Para entender los efectos del cambio climático existen tres hechos en que los científicos inciden y que son de enorme utilidad para entender mejor la raíz y la escala del problema: La concentración de gases de efecto invernadero (GEI), en la atmósfera terrestre está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra; esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución Industrial y, con ella, la temperatura del planeta; el GEI más abundante, alrededor de dos tercios de todos los tipos de GEI, es el dióxido de carbono (CO2) que resulta de la quema de combustibles fósiles.

El nuevo Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) constata que se han producido avances desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. Se preveía que las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, sobre la base de las políticas en vigor, aumentarían un 16% en el momento de la adopción del acuerdo. En la actualidad, el aumento previsto es del 3%. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030 aún deben reducirse.

Se prevé un aumento de la inseguridad alimentaria e hídrica causada por el clima, el calentamiento global de 1,1 ºC se debe a más de un siglo de quema de combustibles fósiles y a un uso desigual e insostenible de la energía y el suelo.

Cada incremento de las temperaturas se traduce en una rápida escalada de riesgos, como olas de calor más intensas, sequías, lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos extremos que exacerban los riesgos para la salud humana y los ecosistemas. Se prevé que la inseguridad alimentaria e hídrica asociadas al clima aumente con el creciente calentamiento. Cuando estos riesgos se combinan con otros fenómenos adversos, como pandemias o conflictos, resultan aún más difíciles controlarlos.

Las acciones inmediatas son: el acceso a las energías y las tecnologías limpias que mejoran la salud, especialmente en el caso de las mujeres y los niños. La electrificación con bajas emisiones de carbono, los desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo, a la vez que fomentan la equidad. Los beneficios económicos para la salud humana derivados sólo de la mejora de la calidad del aire serían aproximadamente iguales, o quizás incluso superiores, a los costos que implican reducir o evitar las emisiones.

Las decisiones que se tomen en los próximos años serán fundamentales para determinar nuestro futuro y el de las generaciones venideras. Se puede afirmar inequívocamente que la actividad humana ha provocado el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra. Se han producido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano y la biosfera. Aproximadamente entre 3300 y 3600 millones de personas viven en contextos que las hacen altamente vulnerables a los impactos del cambio climático.

La falta de sustentabilidad hídrica para la humanidad es quizá el efecto más grave del cambio climático, junto con otros factores.


Para entender los efectos del cambio climático existen tres hechos en que los científicos inciden y que son de enorme utilidad para entender mejor la raíz y la escala del problema: La concentración de gases de efecto invernadero (GEI), en la atmósfera terrestre está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra; esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución Industrial y, con ella, la temperatura del planeta; el GEI más abundante, alrededor de dos tercios de todos los tipos de GEI, es el dióxido de carbono (CO2) que resulta de la quema de combustibles fósiles.

El nuevo Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) constata que se han producido avances desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. Se preveía que las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, sobre la base de las políticas en vigor, aumentarían un 16% en el momento de la adopción del acuerdo. En la actualidad, el aumento previsto es del 3%. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030 aún deben reducirse.

Se prevé un aumento de la inseguridad alimentaria e hídrica causada por el clima, el calentamiento global de 1,1 ºC se debe a más de un siglo de quema de combustibles fósiles y a un uso desigual e insostenible de la energía y el suelo.

Cada incremento de las temperaturas se traduce en una rápida escalada de riesgos, como olas de calor más intensas, sequías, lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos extremos que exacerban los riesgos para la salud humana y los ecosistemas. Se prevé que la inseguridad alimentaria e hídrica asociadas al clima aumente con el creciente calentamiento. Cuando estos riesgos se combinan con otros fenómenos adversos, como pandemias o conflictos, resultan aún más difíciles controlarlos.

Las acciones inmediatas son: el acceso a las energías y las tecnologías limpias que mejoran la salud, especialmente en el caso de las mujeres y los niños. La electrificación con bajas emisiones de carbono, los desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo, a la vez que fomentan la equidad. Los beneficios económicos para la salud humana derivados sólo de la mejora de la calidad del aire serían aproximadamente iguales, o quizás incluso superiores, a los costos que implican reducir o evitar las emisiones.

Las decisiones que se tomen en los próximos años serán fundamentales para determinar nuestro futuro y el de las generaciones venideras. Se puede afirmar inequívocamente que la actividad humana ha provocado el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra. Se han producido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano y la biosfera. Aproximadamente entre 3300 y 3600 millones de personas viven en contextos que las hacen altamente vulnerables a los impactos del cambio climático.

La falta de sustentabilidad hídrica para la humanidad es quizá el efecto más grave del cambio climático, junto con otros factores.