/ miércoles 9 de febrero de 2022

Se vive otra pandemia: la violación a los derechos y los asesinatos a periodistas

Por Ángeles Gutiérrez Valdez

Hablar de violencia, más allá de los grandes costos y consecuencias que genera, es que nos quieran hacer pensar y asumir que aquellos a quienes se les han arrebatado la vida por hacer su trabajo es una nueva normalidad. Y, señoras y señores, ¡no lo es!

Según datos de la OEA (Organización de los Estados Americanos), los actos de violencia contra periodistas tienen un triple efecto:

1. Vulneran el derecho de las víctimas a expresar y difundir sus ideas, opiniones e información

2. Generan un efecto amedrentador y de silenciamiento en sus pares

3. Violan los derechos de las personas y las sociedades a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo.

Más aún, la falta de una debida diligencia en la investigación, persecución y sanción de todos los responsables puede generar una violación adicional a los derechos al acceso a la justicia y a las garantías judiciales.

Es por ello que desde Acción Nacional condenamos enérgicamente la violencia que atenta contra la libertad de expresión. Hace unos días en la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional lamentamos la muerte del periodista Marcos Ernesto Islas Flores, ejecutado la madrugada del domingo 6 de febrero en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Asimismo, condenamos los asesinatos de los reporteros José Luis Gamboa, en Veracruz; Ignacio Santiago, en Oaxaca; Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado, ambos de Tijuana, ¡todos asesinados en el primer trimestre de este 2022! y desde 2018, año en que López Obrador asumió la presidencia de la República, 56 comunicadores han sido asesinados y cuatro más se reportan como desaparecidos.

El Mecanismo de Protección a Periodistas considera que el 57% de las agresiones a periodistas se concentra en el Estado de México, Guerrero, Michoacán, Sonora, Oaxaca y Veracruz.

Deben detenerse los crímenes tan violentos en contra de periodistas que sólo hacen uso de su libertad de expresión y que ponen en riesgo su vida en México, uno de los países más peligrosos del mundo para los corresponsales.

Desde nuestras trincheras exigimos al Presidente, una vez más, para que deje de atacar a los medios de comunicación y muestre resultados en los avances de las investigaciones y sobre todo que esclarezca tanto la autoría material de los hechos como a los autores intelectuales.

¡Es fundamental la protección a los periodistas! La prensa libre e independiente desempeña un papel vital en impulsar la transparencia y proporcionar información precisa a la ciudadanía durante esta emergencia de salud pública sin precedentes.

Mi voz está con ustedes. Es cuánto.


Por Ángeles Gutiérrez Valdez

Hablar de violencia, más allá de los grandes costos y consecuencias que genera, es que nos quieran hacer pensar y asumir que aquellos a quienes se les han arrebatado la vida por hacer su trabajo es una nueva normalidad. Y, señoras y señores, ¡no lo es!

Según datos de la OEA (Organización de los Estados Americanos), los actos de violencia contra periodistas tienen un triple efecto:

1. Vulneran el derecho de las víctimas a expresar y difundir sus ideas, opiniones e información

2. Generan un efecto amedrentador y de silenciamiento en sus pares

3. Violan los derechos de las personas y las sociedades a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo.

Más aún, la falta de una debida diligencia en la investigación, persecución y sanción de todos los responsables puede generar una violación adicional a los derechos al acceso a la justicia y a las garantías judiciales.

Es por ello que desde Acción Nacional condenamos enérgicamente la violencia que atenta contra la libertad de expresión. Hace unos días en la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional lamentamos la muerte del periodista Marcos Ernesto Islas Flores, ejecutado la madrugada del domingo 6 de febrero en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Asimismo, condenamos los asesinatos de los reporteros José Luis Gamboa, en Veracruz; Ignacio Santiago, en Oaxaca; Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado, ambos de Tijuana, ¡todos asesinados en el primer trimestre de este 2022! y desde 2018, año en que López Obrador asumió la presidencia de la República, 56 comunicadores han sido asesinados y cuatro más se reportan como desaparecidos.

El Mecanismo de Protección a Periodistas considera que el 57% de las agresiones a periodistas se concentra en el Estado de México, Guerrero, Michoacán, Sonora, Oaxaca y Veracruz.

Deben detenerse los crímenes tan violentos en contra de periodistas que sólo hacen uso de su libertad de expresión y que ponen en riesgo su vida en México, uno de los países más peligrosos del mundo para los corresponsales.

Desde nuestras trincheras exigimos al Presidente, una vez más, para que deje de atacar a los medios de comunicación y muestre resultados en los avances de las investigaciones y sobre todo que esclarezca tanto la autoría material de los hechos como a los autores intelectuales.

¡Es fundamental la protección a los periodistas! La prensa libre e independiente desempeña un papel vital en impulsar la transparencia y proporcionar información precisa a la ciudadanía durante esta emergencia de salud pública sin precedentes.

Mi voz está con ustedes. Es cuánto.