/ viernes 7 de agosto de 2020

Un lodazal abajo del agua


Podrán buscar condiciones legales para que desfoguen las presas

No hay solidaridad con agricultores

El asunto del agua está más enlodado de lo que cualquier mortal cree, lo que sí es una realidad es que el agua de las presas ya está en viaje directo y sin retorno, si no al pago del Tratado de Límites y Agua de 1944, con Estados Unidos, que puede ser la cantaleta oficial, sí a los grandes distritos de riego de Tamaulipas, o a las grandes empresas de Nuevo León o, a los tres destinos. Lo único que estaría faltando es conocer quién o quiénes serán esta vez los beneficiarios en Chihuahua.

La ancestral corrupción en el manejo del agua se recrudece en todas las unidades y organizaciones de riego, pero principalmente en el Distrito 05, por lo que surgió la instauración del programa Padua (Programa de Adquisición de Derechos del Uso del Agua) en los años 2006 y 2007.

Dentro de este programa, tan sólo en el Distrito de Riego 05, el gobierno federal adquirió los derechos de agua de 7 mil hectáreas, mientras que en Camargo y San Francisco de Conchos se han abierto tierras en una superficie de 8 mil 800 hectáreas, de las cuales 6 mil son totalmente irregulares y 2 mil con convenio precario que la burocracia de la Conagua no ha podido o querido regularizar, con un gasto de alrededor de 270 millones de metros cúbicos anuales; mientras que en Ojinaga, el gasto de los llamados popotes, al igual que en Camargo, en esta frontera se efectúa un gasto de 100 millones de metros cúbicos anuales, en 10 mil hectáreas, que quedaron dentro de Padua, por las condiciones físicas de la superficie de la zona, en las que les podría convenir más el bombeo del agua del río que la estructura del agua rodada, aunque finalmente se quedaron con todo.

Entonces, al igual que en Ojinaga, en Delicias todos los derechos comprados a través del Padua siguen trabajando como si el recurso del derecho que en su momento se les pagó hubiera sido una gratificación.

Sucedió con la entonces Unión Progreso, donde los directivos de ese tiempo compraron tierras que habían vendido sus derechos y posteriormente las reactivaron con toda la normalidad, ya que además nadie se tomó la molestia, ni Conagua, ni los propios directivos de las entonces Sociedades de Responsabilidad Limitada, tanto la Conchos como la San Pedro, de cerrar y/o tapar canales y acequias las tierras que se quedaban sin los derechos de agua.

También el estado tiene los derechos de las concesiones de agua que pagó dentro del Padua y que puede utilizar a su libre albedrío, aunque quizá ni René Almeida tenga conocimiento de esta posibilidad.

Porque no solamente el gobierno federal invirtió en la compra de derechos a través de Padua, para el mejor aprovechamiento del vital líquido en la agricultura, el gobierno del estado en el periodo de José Reyes Baeza Terrazas pagó Padua de 800 hectáreas, mismas que están bajo el dominio del gobierno del estado.

Y es que el agua de Chihuahua hace mucho que se está comercializando, lo que pasa ahora es que, sí, definitivamente se tiene que vender, así literalmente, vender; el presidente actual de la SRL Unidad Conchos, Salvador Alcántar, buscará que cuando menos sea a través del Comité Hidráulico del Distrito, que siempre ha sido ignorado para estos asuntos comerciales del agua.

La realidad es que debajo del agua hay un lodazal y no será tarea fácil para Alcántar Ortega tratar de que las utilidades, que son millones de pesos, sí se utilicen a través del órgano oficial, o sea el comité hidráulico para una verdadera e integral modernización no solamente del Distrito 05, sino del 90 de Ojinaga y el 113 de Camargo.

También deben de quedar atrás los intereses y promociones partidistas, porque los que ahora claman que se entregue el agua, sin consideraciones ni fundamentos legales, mañana o pasado pueden perder la tierra y nunca, nunca, jamás obtener una posición electoral cuando han renegado del lugar donde viven y que les da de comer, aunque sea la federación la que les pague el sueldo.


Podrán buscar condiciones legales para que desfoguen las presas

No hay solidaridad con agricultores

El asunto del agua está más enlodado de lo que cualquier mortal cree, lo que sí es una realidad es que el agua de las presas ya está en viaje directo y sin retorno, si no al pago del Tratado de Límites y Agua de 1944, con Estados Unidos, que puede ser la cantaleta oficial, sí a los grandes distritos de riego de Tamaulipas, o a las grandes empresas de Nuevo León o, a los tres destinos. Lo único que estaría faltando es conocer quién o quiénes serán esta vez los beneficiarios en Chihuahua.

La ancestral corrupción en el manejo del agua se recrudece en todas las unidades y organizaciones de riego, pero principalmente en el Distrito 05, por lo que surgió la instauración del programa Padua (Programa de Adquisición de Derechos del Uso del Agua) en los años 2006 y 2007.

Dentro de este programa, tan sólo en el Distrito de Riego 05, el gobierno federal adquirió los derechos de agua de 7 mil hectáreas, mientras que en Camargo y San Francisco de Conchos se han abierto tierras en una superficie de 8 mil 800 hectáreas, de las cuales 6 mil son totalmente irregulares y 2 mil con convenio precario que la burocracia de la Conagua no ha podido o querido regularizar, con un gasto de alrededor de 270 millones de metros cúbicos anuales; mientras que en Ojinaga, el gasto de los llamados popotes, al igual que en Camargo, en esta frontera se efectúa un gasto de 100 millones de metros cúbicos anuales, en 10 mil hectáreas, que quedaron dentro de Padua, por las condiciones físicas de la superficie de la zona, en las que les podría convenir más el bombeo del agua del río que la estructura del agua rodada, aunque finalmente se quedaron con todo.

Entonces, al igual que en Ojinaga, en Delicias todos los derechos comprados a través del Padua siguen trabajando como si el recurso del derecho que en su momento se les pagó hubiera sido una gratificación.

Sucedió con la entonces Unión Progreso, donde los directivos de ese tiempo compraron tierras que habían vendido sus derechos y posteriormente las reactivaron con toda la normalidad, ya que además nadie se tomó la molestia, ni Conagua, ni los propios directivos de las entonces Sociedades de Responsabilidad Limitada, tanto la Conchos como la San Pedro, de cerrar y/o tapar canales y acequias las tierras que se quedaban sin los derechos de agua.

También el estado tiene los derechos de las concesiones de agua que pagó dentro del Padua y que puede utilizar a su libre albedrío, aunque quizá ni René Almeida tenga conocimiento de esta posibilidad.

Porque no solamente el gobierno federal invirtió en la compra de derechos a través de Padua, para el mejor aprovechamiento del vital líquido en la agricultura, el gobierno del estado en el periodo de José Reyes Baeza Terrazas pagó Padua de 800 hectáreas, mismas que están bajo el dominio del gobierno del estado.

Y es que el agua de Chihuahua hace mucho que se está comercializando, lo que pasa ahora es que, sí, definitivamente se tiene que vender, así literalmente, vender; el presidente actual de la SRL Unidad Conchos, Salvador Alcántar, buscará que cuando menos sea a través del Comité Hidráulico del Distrito, que siempre ha sido ignorado para estos asuntos comerciales del agua.

La realidad es que debajo del agua hay un lodazal y no será tarea fácil para Alcántar Ortega tratar de que las utilidades, que son millones de pesos, sí se utilicen a través del órgano oficial, o sea el comité hidráulico para una verdadera e integral modernización no solamente del Distrito 05, sino del 90 de Ojinaga y el 113 de Camargo.

También deben de quedar atrás los intereses y promociones partidistas, porque los que ahora claman que se entregue el agua, sin consideraciones ni fundamentos legales, mañana o pasado pueden perder la tierra y nunca, nunca, jamás obtener una posición electoral cuando han renegado del lugar donde viven y que les da de comer, aunque sea la federación la que les pague el sueldo.