/ viernes 14 de julio de 2023

Un mal modelo matemático puede resultar en una mala decisión

De acuerdo con investigadores, la matemática desde sus inicios ha ido apoyando a las diferentes ciencias; las cuales mediante este soporte formal y concreto ha sido enormemente fortalecido con el tiempo generando modelos matemáticos, fórmulas, expresiones que puedan resolver problemas reales en la medida que se pueda, incluso cuando de tomar decisiones se refiere.


Incluso en economía, la cual se estudia y analiza los diferentes fenómenos que involucran la dinámica de generación de bienes y recursos, servicios y procesos en el mercado, se ha necesitado de las matemáticas para formalizar de manera lógica con expresiones formales y concretos, pero con interpretaciones aplicadas a la realidad.


Y es que tomar decisiones representa una tarea a la que nos enfrentamos continuamente. Sin embargo, la mayor parte de estas decisiones, ocasionando que en ocasiones el resultado de una decisión equivocada sea tan drástico que puede causar angustia el tener que decidir; y es preferible poder auxiliarse de algún instrumento que facilite la elección de la mejor alternativa, a través de un análisis más preciso y consensado.


Recientemente el gobierno federal a través de la Comisión de Vigilancia de la Cuenca del río Bravo, aprobó en días pasados un Modelo Matemático de Uso, Aprovechamiento y Distribución de las aguas superficiales de la cuenca del río Bravo en la ciudad de Monterrey que compromete el agua captada por las presas de nuestro estado, lo que resulta una incongruencia para lo cual se crearon estos mecanismos; pues éstos no incurren en el mínimo de los parámetros necesarios para designar dichas mediciones para la extracción de agua proveniente de las presas chihuahuenses.


Esto rompe con lo que una medición de esta índole debe cumplir, empezando por convertirse en un elemento que debería brindar plena confianza sobre el manejo de datos y certeza respecto a la medición de los caudales transitados a los usuarios, debido a que permitiendo disponer de información fiel, respecto del agua que corresponde para los diversos usos, así como la destinada al Tratado Internacional de 1944.


Además de que dicho modelo matemático fue diseñado con base en cifras de 1950 a 2008 en cuanto a las precipitaciones pluviales; asimismo omite temas como el cambio climático, el aumento de la densidad poblacional en los últimos 15 años y la contaminación de los mantos freáticos en Chihuahua.


Dicho modelo validado por mayoría en el consejo, no solo se mostró parcial, puesto que inicialmente sí incluía todas las presas de la cuenca del río Bravo, y ahora se ha acotado exclusivamente trasvasar las presas de Chihuahua; para abonar al tratado internacional; como a otros estados.


A su vez, resulta inviable, técnica y jurídicamente pues incumple el ciclo quinquenal al buscar que sea de forma anual, decisión que no se apega a la evidencia científica, y formulación inconsistente, además de no considerar el crecimiento demográfico, ni cifras actuales, violentando los acuerdos y derechos históricamente acordados.


Si permitimos que este modelo matemático sea la base reglamentaria para extraer el agua de nuestras presas, se estaría poniendo en riesgo el sistema productivo agropecuario de la región centro-sur de Chihuahua.


Lo que resulta una injusticia para los agricultores y familias del estado, mientras el estado se ha destacado por apegarse a un plan hídrico 2040, con reglas de operación apegadas a la conciencia para la distribución, optimización y cuidado del agua; la Federación sin plena conciencia de la realidad que viven los chihuahuenses, instrumenta mecanismos que afectan a la entidad.


Por lo tanto, es crucial que el modelo refleje de manera precisa las proyecciones de crecimiento poblacional y su impacto en el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos, de manera congruente, además de dar un trato justo, y equitativo para los chihuahuenses, pues se necesita un ordenamiento que se cumpla y aplique de acuerdo a términos y necesidades que brinden certidumbre científica a la gente, pues no se pueden tomar decisiones basadas en un modelo matemático que no está en el centro del problema; muy en especial al pueblo de Chihuahua.


Maestro en Internacionalización del Desarrollo Local. Diputado local

edgarpinond21@gmail.com


De acuerdo con investigadores, la matemática desde sus inicios ha ido apoyando a las diferentes ciencias; las cuales mediante este soporte formal y concreto ha sido enormemente fortalecido con el tiempo generando modelos matemáticos, fórmulas, expresiones que puedan resolver problemas reales en la medida que se pueda, incluso cuando de tomar decisiones se refiere.


Incluso en economía, la cual se estudia y analiza los diferentes fenómenos que involucran la dinámica de generación de bienes y recursos, servicios y procesos en el mercado, se ha necesitado de las matemáticas para formalizar de manera lógica con expresiones formales y concretos, pero con interpretaciones aplicadas a la realidad.


Y es que tomar decisiones representa una tarea a la que nos enfrentamos continuamente. Sin embargo, la mayor parte de estas decisiones, ocasionando que en ocasiones el resultado de una decisión equivocada sea tan drástico que puede causar angustia el tener que decidir; y es preferible poder auxiliarse de algún instrumento que facilite la elección de la mejor alternativa, a través de un análisis más preciso y consensado.


Recientemente el gobierno federal a través de la Comisión de Vigilancia de la Cuenca del río Bravo, aprobó en días pasados un Modelo Matemático de Uso, Aprovechamiento y Distribución de las aguas superficiales de la cuenca del río Bravo en la ciudad de Monterrey que compromete el agua captada por las presas de nuestro estado, lo que resulta una incongruencia para lo cual se crearon estos mecanismos; pues éstos no incurren en el mínimo de los parámetros necesarios para designar dichas mediciones para la extracción de agua proveniente de las presas chihuahuenses.


Esto rompe con lo que una medición de esta índole debe cumplir, empezando por convertirse en un elemento que debería brindar plena confianza sobre el manejo de datos y certeza respecto a la medición de los caudales transitados a los usuarios, debido a que permitiendo disponer de información fiel, respecto del agua que corresponde para los diversos usos, así como la destinada al Tratado Internacional de 1944.


Además de que dicho modelo matemático fue diseñado con base en cifras de 1950 a 2008 en cuanto a las precipitaciones pluviales; asimismo omite temas como el cambio climático, el aumento de la densidad poblacional en los últimos 15 años y la contaminación de los mantos freáticos en Chihuahua.


Dicho modelo validado por mayoría en el consejo, no solo se mostró parcial, puesto que inicialmente sí incluía todas las presas de la cuenca del río Bravo, y ahora se ha acotado exclusivamente trasvasar las presas de Chihuahua; para abonar al tratado internacional; como a otros estados.


A su vez, resulta inviable, técnica y jurídicamente pues incumple el ciclo quinquenal al buscar que sea de forma anual, decisión que no se apega a la evidencia científica, y formulación inconsistente, además de no considerar el crecimiento demográfico, ni cifras actuales, violentando los acuerdos y derechos históricamente acordados.


Si permitimos que este modelo matemático sea la base reglamentaria para extraer el agua de nuestras presas, se estaría poniendo en riesgo el sistema productivo agropecuario de la región centro-sur de Chihuahua.


Lo que resulta una injusticia para los agricultores y familias del estado, mientras el estado se ha destacado por apegarse a un plan hídrico 2040, con reglas de operación apegadas a la conciencia para la distribución, optimización y cuidado del agua; la Federación sin plena conciencia de la realidad que viven los chihuahuenses, instrumenta mecanismos que afectan a la entidad.


Por lo tanto, es crucial que el modelo refleje de manera precisa las proyecciones de crecimiento poblacional y su impacto en el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos, de manera congruente, además de dar un trato justo, y equitativo para los chihuahuenses, pues se necesita un ordenamiento que se cumpla y aplique de acuerdo a términos y necesidades que brinden certidumbre científica a la gente, pues no se pueden tomar decisiones basadas en un modelo matemático que no está en el centro del problema; muy en especial al pueblo de Chihuahua.


Maestro en Internacionalización del Desarrollo Local. Diputado local

edgarpinond21@gmail.com