Los Juegos Olímpicos de México 1968, oficialmente conocidos como los Juegos de la XIX Olimpiada, fueron un evento multideportivo internacional celebrado en la Ciudad de México, México, entre el 12 y el 27 de octubre de 1968.
En materia de basquetbol, la selección mexicana incluyó a los chihuahuenses Carlos “Aguja” Quintanar, en sus terceros Juegos Olímpicos, así como Fernando Tiscareño, Óscar Asiáin, Enrique “Chiquis” Grajeda y John “Sandy” Hatch haciendo su debut en la justa veraniega, jugaron en su país sede, el cual les daría un gran ventaja al jugar ante su gente.
El máximo logro deportivo para nuestro país en una celebración de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna se dio precisamente durante la justa celebrada en México 1968, con la obtención de las 9 medallas olímpicas que ha sido el referente en el antes y del después de esa edición número XIX.
Fueron 3 preseas de oro conseguidas por los deportistas Ricardo Delgado y Antonio Roldán en la disciplina de boxeo en las categorías de 51 kilogramos y 57 kilogramos respectivamente y la de Felipe Muñoz Kapamas en la prueba de natación de los 200 metros nado pecho
Entre tanto, fueron 3 las medallas de plata con José Pedraza en los 20 kilómetros de caminata, María del Pilar Roldán en Florete Individual en Esgrima y de Álvaro Gaxiola en plataforma de 10 metros de saltos. En el resto de las 3 preseas de bronce, México las obtuvo por conducto de Agustín Zaragoza y Joaquín Rocha en boxeo en las divisiones de los 75 kilogramos y +81 kilogramos respectivamente y María Teresa Ramírez en los 800 metros libre de natación.
De igual manera, otro dato interesante en este evento olímpico, es el hecho de que por primera vez en la historia contemporánea una mujer encendía el pebetero olímpico en la ceremonia de inauguración, siendo la velocista Enriqueta Basilio la que tuvo tal distinción.
La celebración de esta edición XIX de los Juegos Olímpicos otorgada a México marcó varios referentes en el deporte mundial y donde nuestro país se jacto de ser la primera ocasión en que este evento que se reinstaló en Atenas 1896, fuera celebrada en un país latinoamericano.
En 1968, con la gran algarabía de convocar a los países del mundo bajo el movimiento olímpico para competir en todas las pruebas y en varios deportes, le dio a México la oportunidad de demostrar su capacidad de logística y organización en base, no solo a los resultados obtenidos por los atletas, sino por el hecho de que se dejaron como precedentes grandes datos en el desarrollo del deporte internacional.
Y es que, ubicada a más de 2,200 metros sobre el nivel medio del mar, era la primera vez que una ciudad ubicada a esta altitud celebraba unos JO. Lo anterior originó en un principio el reclamo de varios países en virtud de que en aquellos años se consideraba que realizar un esfuerzo físico a tales rangos era peligroso para la salud.
Sin embargo, 2 pruebas representativas que dejaron constancia de que a gran altitud se podían tener logros importantes fue los 100 metros planos y el salto de longitud, la primera con el triunfo de Jim Hines y su veloz tiempo de 9.95 segundos en la prueba reina del atletismo, los 100 metros planos, registro que fue superado hasta la edición de Los Ángeles 1984; y el fabuloso salto de 8.90 metros de Bob Beamon en el salto de longitud.
Te recomendamos: