/ domingo 3 de diciembre de 2023

80 años de lucha | Larga vida al SNTE

El sindicalismo magisterial está muy orgulloso, 80 años de lucha en defensa de los compañeros, es un gran orgullo, es mi deseo que en los años venideros se conserve la unidad como pilar de nuestro sindicato, que las páginas de cada libro describan la lucha de grandes hombres y mujeres en búsqueda del bienestar educativo, político y social de nuestro país, que al pasar de las décadas, el color naranja sea como hasta hoy, sinónimo de orgullo y distinción, que la historia nos recuerde como un gremio que sin perder su origen tuvo visión de futuro y que por sobre todas las cosas se anteponga al SNTE por encima de todo.

Antes de iniciar a escribir este artículo de opinión, pasé algunos momentos en silencio contemplando la pantalla de mi computadora, con la mirada fija en el lienzo digital en blanco donde figuraba un cursor que me invitaba a teclear lo que mi memoria recordaba, y es que surgieron en mí, recuerdos que atesoro dentro de mi formación sindical.

Nací en el seno de una familia conformada por maestros, lo cual lejos de ser una obligada tradición, se convirtió en una forma de mi vida, en la admiración de la entrega a tan honorable profesión, en el orgullo del reconocimiento de los vecinos, amigos, padres de familia y hasta exalumnos que, al pasar los años, maduraron, pero seguían con ese gran cariño a quien fueran sus mentores en sus inicios de formación. Al igual que algunos lectores de estos párrafos, comencé mi andar profesional como empleado administrativo en una secundaria técnica de mi natal Parral, en ese momento comprendí algo que aún no visualizaba, el sentido de pertenencia, de institucionalidad al involucrarme en el activismo sindical, lo que, aunado a los valores inculcados en casa, me forjó.

El SNTE ha sido y es parte fundamental de mi vida, así como ello, el SNTE ha sido y es parte sustancial del desarrollo de México, hablar de la historia de nuestro país, es hablar del sindicato más grande del mundo y claro está, no sólo por el número de agremiados que los conforman, sino también por la entrega, compromiso y responsabilidad de los mismos.

El 18 de diciembre de 1943, es decir hace 80 años, bajo la unificación de diversas organizaciones magisteriales se fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, un instituto que bajo ninguna circunstancia ha sido ajeno de las necesidades del país, contribuyendo desde ese momento al desarrollo de México.

Parafraseando a nuestro líder nacional, “celebramos lo que hemos logrado con unidad, haciendo frente a todos los desafíos, y seguiremos luchando por el mejoramiento de sus condiciones de vida, por la defensa de sus derechos, por mejores prestaciones, por el fortalecimiento de su formación profesional y actualización permanente, por mejores salarios y seguridad social, por certidumbre laboral, porque los gobiernos inviertan muchos más recursos en la formación docente, en la educación y el mejoramiento de las escuelas, en los programas de equidad para nuestros alumnos”, orgulloso de mi sindicalismo, orgulloso de mis colores, orgulloso de ser parte de ustedes.


Prof. Eduardo Antonio Zendejas Amparán

Secretario general de la Sección 8 del SNTE

eduardozendejassnte8@gmail.com


El sindicalismo magisterial está muy orgulloso, 80 años de lucha en defensa de los compañeros, es un gran orgullo, es mi deseo que en los años venideros se conserve la unidad como pilar de nuestro sindicato, que las páginas de cada libro describan la lucha de grandes hombres y mujeres en búsqueda del bienestar educativo, político y social de nuestro país, que al pasar de las décadas, el color naranja sea como hasta hoy, sinónimo de orgullo y distinción, que la historia nos recuerde como un gremio que sin perder su origen tuvo visión de futuro y que por sobre todas las cosas se anteponga al SNTE por encima de todo.

Antes de iniciar a escribir este artículo de opinión, pasé algunos momentos en silencio contemplando la pantalla de mi computadora, con la mirada fija en el lienzo digital en blanco donde figuraba un cursor que me invitaba a teclear lo que mi memoria recordaba, y es que surgieron en mí, recuerdos que atesoro dentro de mi formación sindical.

Nací en el seno de una familia conformada por maestros, lo cual lejos de ser una obligada tradición, se convirtió en una forma de mi vida, en la admiración de la entrega a tan honorable profesión, en el orgullo del reconocimiento de los vecinos, amigos, padres de familia y hasta exalumnos que, al pasar los años, maduraron, pero seguían con ese gran cariño a quien fueran sus mentores en sus inicios de formación. Al igual que algunos lectores de estos párrafos, comencé mi andar profesional como empleado administrativo en una secundaria técnica de mi natal Parral, en ese momento comprendí algo que aún no visualizaba, el sentido de pertenencia, de institucionalidad al involucrarme en el activismo sindical, lo que, aunado a los valores inculcados en casa, me forjó.

El SNTE ha sido y es parte fundamental de mi vida, así como ello, el SNTE ha sido y es parte sustancial del desarrollo de México, hablar de la historia de nuestro país, es hablar del sindicato más grande del mundo y claro está, no sólo por el número de agremiados que los conforman, sino también por la entrega, compromiso y responsabilidad de los mismos.

El 18 de diciembre de 1943, es decir hace 80 años, bajo la unificación de diversas organizaciones magisteriales se fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, un instituto que bajo ninguna circunstancia ha sido ajeno de las necesidades del país, contribuyendo desde ese momento al desarrollo de México.

Parafraseando a nuestro líder nacional, “celebramos lo que hemos logrado con unidad, haciendo frente a todos los desafíos, y seguiremos luchando por el mejoramiento de sus condiciones de vida, por la defensa de sus derechos, por mejores prestaciones, por el fortalecimiento de su formación profesional y actualización permanente, por mejores salarios y seguridad social, por certidumbre laboral, porque los gobiernos inviertan muchos más recursos en la formación docente, en la educación y el mejoramiento de las escuelas, en los programas de equidad para nuestros alumnos”, orgulloso de mi sindicalismo, orgulloso de mis colores, orgulloso de ser parte de ustedes.


Prof. Eduardo Antonio Zendejas Amparán

Secretario general de la Sección 8 del SNTE

eduardozendejassnte8@gmail.com