/ viernes 4 de octubre de 2019

Balcanización… Traición a la patria (II)

Aunque no lo quieran creer,

“la Gran Estafa Maestra”…

es un eslabón de muestra,

que busca el país vender.

Para finales de los años ochenta, los EU, por conducto del Banco Mundial y otras instituciones afines –incluyendo la ONU- consideraron que siendo tan excesiva la deuda “provocada”, a los países latinoamericanos, era el momento de empezar a cobrarla a través de políticos empáticos, como fue para México, Carlos Salinas de Gortari, tecnócrata formado y “programado” en sus universidades, para iniciar la gran tarea de revertir las leyes de la Reforma y la Revolución Mexicana; de manera soslayada, y subrepticia. Así con ayuda de priistas y panistas llegó a la Presidencia de la República en diciembre de 1988; y en unos pocos años había logrado privatizar la mayoría de los más importantes activos de México, en favor de capitales nacionales y extranjeros; desandando las reivindicaciones nacionales y modificando la Constitución mexicana y apropiándose con ello, de gran parte de esos activos. Pero además iniciando para los oligocapitales mundiales el “boicot neoliberal”.

Siendo yo un militante priista, me había tocado aplaudir durante un informe presidencial la estatización de la banca, con López Portillo, y un ciclo después me tocaría aplaudir en otra ceremonia similar, la privatización de la banca con Salinas de Gortari. Fue ahí, precisamente ahí, donde me cayó el veinte; de que yo como miles de militantes priistas, no éramos más que unos ingenuos que desconocíamos los intríngulis del poder cupular de los partidos; y de los arcanos económicos de sus grandes políticos; y que a partir de ahí, pude comprobar, no se regían por estatutos ni ideario político- que eran pantallas- se regían por los titiriteros de la cúpula, que manejaban las más abyectas intenciones; cúpulas partidistas que en su elevación se confundían e interrelacionaban; los ingenuos éramos las bases; y aquella absurda fábula de la “balcanización de México”, separación y venta de estados al capital extranjero, como la venta de las islas del territorio nacional, empezaba a cobrar sentido; para el 2008, tiré la toalla partidista, asqueado de los salinistas y sucesores que los sectores económicamente poderosos, aupaban y protegían sea cual fueren sus siglas políticas y sus más deleznables acciones apátridas, siempre que les reportara un beneficio económico. A Salinas de Gortari, el más poderoso empresariado estatal y nacional, le aman; pues él y sus herederos del poder condonaron impuestos y dieron financiamiento de las arcas nacionales a los grandes empresarios, sin deuda a pagar en efectivo. El plan estaba en marcha con Salinas; le seguirían Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, y el Fobaproa, su mejor muestra. “Presidentes diseñados” para el control de la política nacional, que con Peña Nieto llegó a tal descaro, que evidenció sus más increíbles vicios y excesos, demostrando que el PRI el PAN y todos los demás partidos eran comparsas en el más asqueroso y punible sistema político nacional; y que las instituciones –todas ellas sin excepción- de los tres poderes nacionales y de los tres niveles de gobierno, estaban terriblemente contaminados. Lo normal era lo ilegal, la discrecionalidad y la impunidad; se habían convertido en un “modelo natural” de vida republicana.

Así las cosas vinieron a ayudarles, catalizadores capitalistas como George Soros, un húngaro descendiente dejudíos que se preparó en las universidades norteamericanas, y amasó una fortuna billonaria en dólares; actualmente Soros tiene ochenta y tantos años de edad, y un sueño a realizar… buscar “un gobierno mundial” donde la dirigencia política la tenga un nuevo capitalismo mundial, una “Sociedad Global Abierta”, inspiradaen las prédicas del filósofo vienés Karl Popper, padre del neopositivismo –neoliberalismo-; para ello era necesario, constituirse en un abanderado filantrópico –o pseudofilantrópico- que auspiciara ONG, organizaciones no gubernamentales que… Continuará.

Aunque no lo quieran creer,

“la Gran Estafa Maestra”…

es un eslabón de muestra,

que busca el país vender.

Para finales de los años ochenta, los EU, por conducto del Banco Mundial y otras instituciones afines –incluyendo la ONU- consideraron que siendo tan excesiva la deuda “provocada”, a los países latinoamericanos, era el momento de empezar a cobrarla a través de políticos empáticos, como fue para México, Carlos Salinas de Gortari, tecnócrata formado y “programado” en sus universidades, para iniciar la gran tarea de revertir las leyes de la Reforma y la Revolución Mexicana; de manera soslayada, y subrepticia. Así con ayuda de priistas y panistas llegó a la Presidencia de la República en diciembre de 1988; y en unos pocos años había logrado privatizar la mayoría de los más importantes activos de México, en favor de capitales nacionales y extranjeros; desandando las reivindicaciones nacionales y modificando la Constitución mexicana y apropiándose con ello, de gran parte de esos activos. Pero además iniciando para los oligocapitales mundiales el “boicot neoliberal”.

Siendo yo un militante priista, me había tocado aplaudir durante un informe presidencial la estatización de la banca, con López Portillo, y un ciclo después me tocaría aplaudir en otra ceremonia similar, la privatización de la banca con Salinas de Gortari. Fue ahí, precisamente ahí, donde me cayó el veinte; de que yo como miles de militantes priistas, no éramos más que unos ingenuos que desconocíamos los intríngulis del poder cupular de los partidos; y de los arcanos económicos de sus grandes políticos; y que a partir de ahí, pude comprobar, no se regían por estatutos ni ideario político- que eran pantallas- se regían por los titiriteros de la cúpula, que manejaban las más abyectas intenciones; cúpulas partidistas que en su elevación se confundían e interrelacionaban; los ingenuos éramos las bases; y aquella absurda fábula de la “balcanización de México”, separación y venta de estados al capital extranjero, como la venta de las islas del territorio nacional, empezaba a cobrar sentido; para el 2008, tiré la toalla partidista, asqueado de los salinistas y sucesores que los sectores económicamente poderosos, aupaban y protegían sea cual fueren sus siglas políticas y sus más deleznables acciones apátridas, siempre que les reportara un beneficio económico. A Salinas de Gortari, el más poderoso empresariado estatal y nacional, le aman; pues él y sus herederos del poder condonaron impuestos y dieron financiamiento de las arcas nacionales a los grandes empresarios, sin deuda a pagar en efectivo. El plan estaba en marcha con Salinas; le seguirían Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, y el Fobaproa, su mejor muestra. “Presidentes diseñados” para el control de la política nacional, que con Peña Nieto llegó a tal descaro, que evidenció sus más increíbles vicios y excesos, demostrando que el PRI el PAN y todos los demás partidos eran comparsas en el más asqueroso y punible sistema político nacional; y que las instituciones –todas ellas sin excepción- de los tres poderes nacionales y de los tres niveles de gobierno, estaban terriblemente contaminados. Lo normal era lo ilegal, la discrecionalidad y la impunidad; se habían convertido en un “modelo natural” de vida republicana.

Así las cosas vinieron a ayudarles, catalizadores capitalistas como George Soros, un húngaro descendiente dejudíos que se preparó en las universidades norteamericanas, y amasó una fortuna billonaria en dólares; actualmente Soros tiene ochenta y tantos años de edad, y un sueño a realizar… buscar “un gobierno mundial” donde la dirigencia política la tenga un nuevo capitalismo mundial, una “Sociedad Global Abierta”, inspiradaen las prédicas del filósofo vienés Karl Popper, padre del neopositivismo –neoliberalismo-; para ello era necesario, constituirse en un abanderado filantrópico –o pseudofilantrópico- que auspiciara ONG, organizaciones no gubernamentales que… Continuará.