/ martes 9 de enero de 2024

COP 28 Parte II

En la columna anterior hablé sobre los principales temas que fueron abordados en la pasada Conferencia de las Partes 28 (COP28) misma que es la encargada de reunir y dar seguimiento a los países y sus compromisos adquiridos en materia de cambio climático; y aunque los resultados no son ambiciosos como en el discurso se exigen, si quedaron algunos compromisos nuevos y otros reforzados para seguir avanzando en las metas de mitigación y adaptación establecidas en el Acuerdo de París.

Pues dentro de los “logros”, si es que podemos llamarlo así, resalta la firma del Acuerdo de Dubai, en el que nuevamente, los países firmantes reconocen la urgente e imperiosa necesidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero de manera permanente, prolongada y constante; en este Acuerdo se establecen ciertos objetivos y metas para lograr esta reducción, los principales son: 1)Triplicar la capacidad global de energías renovables y duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética; 2)Acelerar la disminución del uso de energía basada en el carbón; 3)Avanzar hacia sistemas con emisiones netas cero; 4)Dejar de utilizar combustibles fósiles, de modo que al 2050 se logren cero emisiones netas; 5)Acelerar el desarrollo de tecnologías de emisiones bajas y/o cero; 6)Reducción de emisiones de gases distintos al dióxido de carbono, con enfoque especial en la reducción de metano para el 2030; 7)Acelerar la reducción de emisiones del sector transporte por carretera; 8)Eliminar las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles que no aborden la pobreza energética ni la transición energética justa; 9)Duplicar la financiación para la adaptación al cambio climático con respecto al 2019 y que dicho financiamiento se invierta en soluciones basadas en la naturaleza, aumentar la resiliencia de las ciudades y comunidades, reducir la escasez de agua y estrategias para una producción agrícola y alimentaria resistente y sostenible. En materia de cooperación internacional, destaca la necesidad de fortalecer las capacidades y competencias locales de los países en vías de desarrollo, así como el reforzamiento de los incentivos y normativas para dirigir las inversiones privadas hacia la transición energética.

Finalmente, reafirman que cada 5 años, los 198 países firmantes, comunicarán sus contribuciones nacionales para enfrentar al cambio climático; este acuerdo, señalan, representa más una hoja de ruta para dirigir el rumbo que deben llevar los países en su lucha contra el cambio climático, puesto que no hay alguna sanción en caso de incumplimiento. *

Como podemos ver, la mayoría de las metas y objetivos giran en torno a las energías limpias, renovables y alternas, en este sentido México está muy rezagado y aún más si consideramos la política pública y la posición que actualmente se tiene en el país con respecto a este tema; viene un periodo electoral clave que será decisivo en estas políticas públicas y muchas otras más, seamos analíticos e informémonos bien, a los gobiernos les conviene un pueblo ignorante y apático… seamos proactivos, analíticos y críticos al momento de elegir nuestro próximo Presidente y Congreso.


En la columna anterior hablé sobre los principales temas que fueron abordados en la pasada Conferencia de las Partes 28 (COP28) misma que es la encargada de reunir y dar seguimiento a los países y sus compromisos adquiridos en materia de cambio climático; y aunque los resultados no son ambiciosos como en el discurso se exigen, si quedaron algunos compromisos nuevos y otros reforzados para seguir avanzando en las metas de mitigación y adaptación establecidas en el Acuerdo de París.

Pues dentro de los “logros”, si es que podemos llamarlo así, resalta la firma del Acuerdo de Dubai, en el que nuevamente, los países firmantes reconocen la urgente e imperiosa necesidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero de manera permanente, prolongada y constante; en este Acuerdo se establecen ciertos objetivos y metas para lograr esta reducción, los principales son: 1)Triplicar la capacidad global de energías renovables y duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética; 2)Acelerar la disminución del uso de energía basada en el carbón; 3)Avanzar hacia sistemas con emisiones netas cero; 4)Dejar de utilizar combustibles fósiles, de modo que al 2050 se logren cero emisiones netas; 5)Acelerar el desarrollo de tecnologías de emisiones bajas y/o cero; 6)Reducción de emisiones de gases distintos al dióxido de carbono, con enfoque especial en la reducción de metano para el 2030; 7)Acelerar la reducción de emisiones del sector transporte por carretera; 8)Eliminar las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles que no aborden la pobreza energética ni la transición energética justa; 9)Duplicar la financiación para la adaptación al cambio climático con respecto al 2019 y que dicho financiamiento se invierta en soluciones basadas en la naturaleza, aumentar la resiliencia de las ciudades y comunidades, reducir la escasez de agua y estrategias para una producción agrícola y alimentaria resistente y sostenible. En materia de cooperación internacional, destaca la necesidad de fortalecer las capacidades y competencias locales de los países en vías de desarrollo, así como el reforzamiento de los incentivos y normativas para dirigir las inversiones privadas hacia la transición energética.

Finalmente, reafirman que cada 5 años, los 198 países firmantes, comunicarán sus contribuciones nacionales para enfrentar al cambio climático; este acuerdo, señalan, representa más una hoja de ruta para dirigir el rumbo que deben llevar los países en su lucha contra el cambio climático, puesto que no hay alguna sanción en caso de incumplimiento. *

Como podemos ver, la mayoría de las metas y objetivos giran en torno a las energías limpias, renovables y alternas, en este sentido México está muy rezagado y aún más si consideramos la política pública y la posición que actualmente se tiene en el país con respecto a este tema; viene un periodo electoral clave que será decisivo en estas políticas públicas y muchas otras más, seamos analíticos e informémonos bien, a los gobiernos les conviene un pueblo ignorante y apático… seamos proactivos, analíticos y críticos al momento de elegir nuestro próximo Presidente y Congreso.