/ martes 27 de febrero de 2024

Decisiones “amafiadas”

A lo largo de la historia, en las organizaciones, los líderes formales provienen de “acuerdos” entre los grupos, votaciones abiertas, votaciones cerradas, o simplemente asignaciones de alguien o algunos con el poder suficiente. Imagínense que en una organización la asamblea decide seleccionar entre dos candidatos a propuesta de una persona o grupo de personas, la asamblea lo aprueba y surgen los comentarios, “es lo mejor”, ¡nos parece bien! , hay que seleccionar al mejor de los candidatos de acuerdo con los perfiles, su historia y su participación en la organización. Se decide formar un “comité” para que realice la selección y decida un “candidato de unidad” para ser ratificado en asamblea nacional. Uno de los miembros del comité propone una serie de parámetros o características que pudieran ser utilizados para una mejor selección; los demás miembros comentan, ¡ah, sería muy bueno! Se convoca a cada uno de los contendientes para que se presente y comparta su plan de trabajo. En el momento de las presentaciones, el miembro del comité vuelve a comentar que, para beneficio de la organización, y encontrar al mejor candidato de acuerdo con las necesidades de la organización, seguir un proceso estructurado y vuelve a enviar una serie de características y parámetros para poder evaluar y obtener al candidato. Se realiza la presentación de cada uno de los contendientes, y otro miembro del comité propone una reunión en persona para realizar la “votación” y de ahí obtener el “mejor” candidato para la organización. Llega el día, se reúne el comité y uno de los miembros del comité propone se realice una votación secreta. Otro miembro propone una votación abierta, comentando pros y contras de cada uno de los dos candidatos. Un miembro del comité comenta que no es necesario ya que ha habido dirigentes que no cuentan con las características y han sido buenos dirigentes. El miembro del comité insiste en que sea abierto y discutiendo ¿qué necesita la organización? y las características de los candidatos para obtener el mejor para la organización. Finalmente se propone votar si la selección es cerrada y secreta, o abierta y con pros y contras. Ganando la votación secreta. Se realiza la votación sin discutir quien pudiera tener las características mejores para dirigir la organización. La votación se realiza, ganando uno de los candidatos, sin saber si es el mejor, simplemente por preferencias de la mayoría de los miembros del comité. El miembro del comité que propuso un proceso abierto y objetivo hace el comentario de que se asiente en el acta que “no estuvo de acuerdo con el proceso." A lo cual responde los demás que ¡claro, lo consideramos! Lo cual no ocurrió en ningún momento. Este es uno de los muchos casos donde una decisión en manejada simulando un proceso de selección abierta, justa y objetiva, terminando en una decisión manipulada. ¿hasta cuándo pasaremos decisiones de elección en las organizaciones, donde verdaderamente consideremos los perfiles, la historia y los beneficios de los candidatos, para tener a las mejores personas dirigiendo las organizaciones? ¿Hasta cuádo romperemos con esa inercia aprendida de la historia de manipular las mentes y las elecciones de dirigentes, producto de una mafia que se aferra a seguir en el poder, manipulando? Ojalá esta historia (de la vida real) por lo menos nos incite a reflexionar sobre la selección de candidatos en una organización, en una región, o en un país. Ojalá empecemos a ser más éticos, más justos, más objetivos y veamos las alternativas con una visión de beneficios para las organizaciones y no sólo preferencias amistosas o simpatizaste, aprendamos a pasar al siguiente nivel.


A lo largo de la historia, en las organizaciones, los líderes formales provienen de “acuerdos” entre los grupos, votaciones abiertas, votaciones cerradas, o simplemente asignaciones de alguien o algunos con el poder suficiente. Imagínense que en una organización la asamblea decide seleccionar entre dos candidatos a propuesta de una persona o grupo de personas, la asamblea lo aprueba y surgen los comentarios, “es lo mejor”, ¡nos parece bien! , hay que seleccionar al mejor de los candidatos de acuerdo con los perfiles, su historia y su participación en la organización. Se decide formar un “comité” para que realice la selección y decida un “candidato de unidad” para ser ratificado en asamblea nacional. Uno de los miembros del comité propone una serie de parámetros o características que pudieran ser utilizados para una mejor selección; los demás miembros comentan, ¡ah, sería muy bueno! Se convoca a cada uno de los contendientes para que se presente y comparta su plan de trabajo. En el momento de las presentaciones, el miembro del comité vuelve a comentar que, para beneficio de la organización, y encontrar al mejor candidato de acuerdo con las necesidades de la organización, seguir un proceso estructurado y vuelve a enviar una serie de características y parámetros para poder evaluar y obtener al candidato. Se realiza la presentación de cada uno de los contendientes, y otro miembro del comité propone una reunión en persona para realizar la “votación” y de ahí obtener el “mejor” candidato para la organización. Llega el día, se reúne el comité y uno de los miembros del comité propone se realice una votación secreta. Otro miembro propone una votación abierta, comentando pros y contras de cada uno de los dos candidatos. Un miembro del comité comenta que no es necesario ya que ha habido dirigentes que no cuentan con las características y han sido buenos dirigentes. El miembro del comité insiste en que sea abierto y discutiendo ¿qué necesita la organización? y las características de los candidatos para obtener el mejor para la organización. Finalmente se propone votar si la selección es cerrada y secreta, o abierta y con pros y contras. Ganando la votación secreta. Se realiza la votación sin discutir quien pudiera tener las características mejores para dirigir la organización. La votación se realiza, ganando uno de los candidatos, sin saber si es el mejor, simplemente por preferencias de la mayoría de los miembros del comité. El miembro del comité que propuso un proceso abierto y objetivo hace el comentario de que se asiente en el acta que “no estuvo de acuerdo con el proceso." A lo cual responde los demás que ¡claro, lo consideramos! Lo cual no ocurrió en ningún momento. Este es uno de los muchos casos donde una decisión en manejada simulando un proceso de selección abierta, justa y objetiva, terminando en una decisión manipulada. ¿hasta cuándo pasaremos decisiones de elección en las organizaciones, donde verdaderamente consideremos los perfiles, la historia y los beneficios de los candidatos, para tener a las mejores personas dirigiendo las organizaciones? ¿Hasta cuádo romperemos con esa inercia aprendida de la historia de manipular las mentes y las elecciones de dirigentes, producto de una mafia que se aferra a seguir en el poder, manipulando? Ojalá esta historia (de la vida real) por lo menos nos incite a reflexionar sobre la selección de candidatos en una organización, en una región, o en un país. Ojalá empecemos a ser más éticos, más justos, más objetivos y veamos las alternativas con una visión de beneficios para las organizaciones y no sólo preferencias amistosas o simpatizaste, aprendamos a pasar al siguiente nivel.