/ viernes 7 de junio de 2019

Desaire a los Derechos Humanos

Por primera vez en 29 años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentó su informe anual de actividades (en este caso, del 2018) sin la presencia del presidente de la república. El motivo: el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba demasiado ocupado como para asistir, escuchar y emitir su posicionamiento sobre la situación que guardan los Derechos Humanos en México.
Así es. Es la primera vez, desde la creación de la CNDH, que un presidente de México desaira, desprecia, menosprecia, rechaza, desdeña, o desestima la invitación hecha (ahora hasta en varias ocasiones) por el ombudsman nacional para acudir a tan importante acto público.
El desprecio que (con su negativa) ha manifestado implícitamente el presidente López Obrador hacia la defensa y respeto a los DDHH, es totalmente vergonzante e inaceptable. Sobre todo porque, en México, la violación a estos derechos fundamentales ha sido cosa de todos los días (incluyendo los casi 200 que van de la actual administración).
Es probable que la negativa del presidente López Obrador responda a que, entre sus planes, tiene contemplado desaparecer a la CNDH (para crear la “Defensoría del Pueblo”). Claro que también puede haber respondido al hecho de que, de acuerdo con lo dicho por el ombudsman nacional, Lic. Luis Raúl González Pérez, en lo poco que va de la gestión del nuevo gobierno federal "se empiezan a acumular hechos, actos y omisiones que, vistos en su conjunto, nos harían suponer que procurar la vigencia de los Derechos Humanos no se está asumiendo como una premisa y límite de toda actuación pública, ni se están adoptando medidas pertinentes para revertir la situación que, desde hace varios años nuestro país ha enfrentado en diversos rubros".
El asunto es que, con este insólito e inédito desaire por parte del presidente López Obrador, el mensaje quedó muy claro. Es decir, queda claro que durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el panorama en materia de DDHH no sólo se visualiza muy desalentador (como lo manifestó el ombudsman nacional), sino también más complicado y riesgoso de lo que ya es.
Finalizo en esta ocasión citando lo dicho alguna vez por el economista, político y presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan: “Lo primordial es la necesidad de garantizar los Derechos Humanos. La forma de gobierno debe ser tal que el ciudadano no tenga que temer al Estado, sino que le dé dirección y participe con confianza en su administración”.

laecita.wordpress.com
laecita@gmail.com

Por primera vez en 29 años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentó su informe anual de actividades (en este caso, del 2018) sin la presencia del presidente de la república. El motivo: el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba demasiado ocupado como para asistir, escuchar y emitir su posicionamiento sobre la situación que guardan los Derechos Humanos en México.
Así es. Es la primera vez, desde la creación de la CNDH, que un presidente de México desaira, desprecia, menosprecia, rechaza, desdeña, o desestima la invitación hecha (ahora hasta en varias ocasiones) por el ombudsman nacional para acudir a tan importante acto público.
El desprecio que (con su negativa) ha manifestado implícitamente el presidente López Obrador hacia la defensa y respeto a los DDHH, es totalmente vergonzante e inaceptable. Sobre todo porque, en México, la violación a estos derechos fundamentales ha sido cosa de todos los días (incluyendo los casi 200 que van de la actual administración).
Es probable que la negativa del presidente López Obrador responda a que, entre sus planes, tiene contemplado desaparecer a la CNDH (para crear la “Defensoría del Pueblo”). Claro que también puede haber respondido al hecho de que, de acuerdo con lo dicho por el ombudsman nacional, Lic. Luis Raúl González Pérez, en lo poco que va de la gestión del nuevo gobierno federal "se empiezan a acumular hechos, actos y omisiones que, vistos en su conjunto, nos harían suponer que procurar la vigencia de los Derechos Humanos no se está asumiendo como una premisa y límite de toda actuación pública, ni se están adoptando medidas pertinentes para revertir la situación que, desde hace varios años nuestro país ha enfrentado en diversos rubros".
El asunto es que, con este insólito e inédito desaire por parte del presidente López Obrador, el mensaje quedó muy claro. Es decir, queda claro que durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el panorama en materia de DDHH no sólo se visualiza muy desalentador (como lo manifestó el ombudsman nacional), sino también más complicado y riesgoso de lo que ya es.
Finalizo en esta ocasión citando lo dicho alguna vez por el economista, político y presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan: “Lo primordial es la necesidad de garantizar los Derechos Humanos. La forma de gobierno debe ser tal que el ciudadano no tenga que temer al Estado, sino que le dé dirección y participe con confianza en su administración”.

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