/ miércoles 15 de noviembre de 2023

Dos Bocas, improductiva y cara

El costo de la nueva planta con una capacidad de 340,000 barriles diarios de proceso rondará los 20 mil millones de dólares, mientras que la inversión en las otras seis refinerías del país, con una capacidad conjunta de 1 millón 641 mil barriles diarios será de alrededor de 4 mil millones de dólares.

Pemex confirmó que al 2024 habrá destinado en el sexenio un total de 75,000 millones de pesos (poco más de 4 mil millones de dólares) en la rehabilitación de las seis refinerías que componen el Sistema Nacional de Refinación (SNR), que en el promedio de enero a agosto de 2023 han aumentado el volumen de crudo que se procesa en el país en 220,508 barriles diarios adicionales a lo que se reportó en el mismo lapso del 2019.

Y de esta forma, se habrá gastado en una sola planta nueva el equivalente a cinco veces lo que se gastó en otras seis. Sin embargo, se procesarán 320,000 barriles diarios en Dos Bocas (de una capacidad de 340,000 barriles diarios), cuando la rehabilitación al SNR traerá 434,256 barriles diarios adicionales de proceso el próximo año.

Es por ello que, desde el inicio de la discusión para la construcción de la nueva refinería, diversos analistas recomendaron al gobierno invertir en la infraestructura ya existente, lo que sucedió con alcances menores a los proyectados. También se objetó el lugar de la construcción, por no ser el adecuado. El director de la obra que se atrevió a decir tal afirmación fue corrido y en su lugar se instaló a uno que dijera que sí. Dos bocas ya lleva tres inundaciones.

Según el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, al cierre del sexenio se pasará de un uso de 31% a 63% de la capacidad instalada de las seis sin que se cumpla la meta de 80% a la que se comprometió la Secretaria de Energía Rocío Nahle al iniciar el sexenio (Quien ya anda buscando la gubernatura de Veracruz).

En el último reporte de la petrolera de agosto de 2023, se reportó el proceso de crudo por un volumen de 796,609 barriles diarios, un uso de 48.5% de la capacidad instalada.

Y en el detalle por centro refinador, no hay incrementos e incluso hay caídas en el proceso hasta las últimas cifras que presenta Pemex en su base de datos:

Cadereyta, ubicada en Nuevo León, 41% de la capacidad; Madero, ubicada en Tamaulipas, se pasó de un uso de 21% a 48% en cinco años; Minatitlán, Veracruz, de 34% a 41%; Salamanca, en Guanajuato, 46%; Salina Cruz, en Oaxaca (La más grande del país), ha aumentado su proceso de crudo en 66%. Su uso de capacidad es de 59%; Tula, en Hidalgo, con un incremento de 68% en su volumen de proceso de crudo y un uso de la capacidad de 61%.

Por si estas cifras no fueran suficientes para evidenciar la insensatez de la construcción de dos bocas, debemos señalar que en el nuevo proyecto de gastos de la federación aprobado por la cámara de diputados para 2024, se le asignaron 10 mil millones de dólares de inversión adicionales, a la vez que se reduce nuevamente el gasto en salud y se otorgan cero recursos para Acapulco.


El costo de la nueva planta con una capacidad de 340,000 barriles diarios de proceso rondará los 20 mil millones de dólares, mientras que la inversión en las otras seis refinerías del país, con una capacidad conjunta de 1 millón 641 mil barriles diarios será de alrededor de 4 mil millones de dólares.

Pemex confirmó que al 2024 habrá destinado en el sexenio un total de 75,000 millones de pesos (poco más de 4 mil millones de dólares) en la rehabilitación de las seis refinerías que componen el Sistema Nacional de Refinación (SNR), que en el promedio de enero a agosto de 2023 han aumentado el volumen de crudo que se procesa en el país en 220,508 barriles diarios adicionales a lo que se reportó en el mismo lapso del 2019.

Y de esta forma, se habrá gastado en una sola planta nueva el equivalente a cinco veces lo que se gastó en otras seis. Sin embargo, se procesarán 320,000 barriles diarios en Dos Bocas (de una capacidad de 340,000 barriles diarios), cuando la rehabilitación al SNR traerá 434,256 barriles diarios adicionales de proceso el próximo año.

Es por ello que, desde el inicio de la discusión para la construcción de la nueva refinería, diversos analistas recomendaron al gobierno invertir en la infraestructura ya existente, lo que sucedió con alcances menores a los proyectados. También se objetó el lugar de la construcción, por no ser el adecuado. El director de la obra que se atrevió a decir tal afirmación fue corrido y en su lugar se instaló a uno que dijera que sí. Dos bocas ya lleva tres inundaciones.

Según el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, al cierre del sexenio se pasará de un uso de 31% a 63% de la capacidad instalada de las seis sin que se cumpla la meta de 80% a la que se comprometió la Secretaria de Energía Rocío Nahle al iniciar el sexenio (Quien ya anda buscando la gubernatura de Veracruz).

En el último reporte de la petrolera de agosto de 2023, se reportó el proceso de crudo por un volumen de 796,609 barriles diarios, un uso de 48.5% de la capacidad instalada.

Y en el detalle por centro refinador, no hay incrementos e incluso hay caídas en el proceso hasta las últimas cifras que presenta Pemex en su base de datos:

Cadereyta, ubicada en Nuevo León, 41% de la capacidad; Madero, ubicada en Tamaulipas, se pasó de un uso de 21% a 48% en cinco años; Minatitlán, Veracruz, de 34% a 41%; Salamanca, en Guanajuato, 46%; Salina Cruz, en Oaxaca (La más grande del país), ha aumentado su proceso de crudo en 66%. Su uso de capacidad es de 59%; Tula, en Hidalgo, con un incremento de 68% en su volumen de proceso de crudo y un uso de la capacidad de 61%.

Por si estas cifras no fueran suficientes para evidenciar la insensatez de la construcción de dos bocas, debemos señalar que en el nuevo proyecto de gastos de la federación aprobado por la cámara de diputados para 2024, se le asignaron 10 mil millones de dólares de inversión adicionales, a la vez que se reduce nuevamente el gasto en salud y se otorgan cero recursos para Acapulco.