/ jueves 30 de mayo de 2019

Florido mes de mayo: donde la esperanza vibra a ritmo de rock

Leyéndome, me percato que este ventoso mes de mayo, excepto mi pena por la muerte del Lic. Colomo, todo lo demás fue hacer del cabeza de guata (entiéndase AMLO), “Cabeza de Turco”.

En un impasse necesario para agarrar aire —indispensable para agarrar vuelo—, no quise dejar pasar más días sobre lo ocurrido el 9 de mayo de este año infausto de 2019, que deberá ser recordado por todos los mexicanos como el año en que se sentaron las bases de todas las desgracias por venir.

Pero, ¿qué ocurrió el 9 de mayo? En el Teatro de la Ciudad, la Orquesta Esperanza Azteca Francisco Villa brindó un recital en beneficio del Centro de Investigación en Bioingeniería A.C. (CIBAC). ¿Qué tiene de singular ese evento? Mucho, todo.

Me explico: en primer lugar, la institución encargada de organizarlo fue el Club Rotario Chihuahua Enlace; al respecto no me extiendo; la voz “rotario” tiene un sentido cabal, no demanda explicaciones y se explica a sí misma. Decir “rotario” es decir disposición, generosidad, entrega, amistad y, sobre todo, servicio. Ahí empieza la cosa.

Ahí empieza, pero no termina; el segundo factor en juego es la Orquesta Esperanza Azteca Francisco Villa; es posible que usted ya la conozca, si no, lo digo rapidito: la sinfónica es un proyecto auspiciado por Fundación Azteca e involucra a un montón de gente: directivos, profesores, técnicos y alumnos; es sobre éstos que quiero detenerme. Los integrantes son todos jóvenes y niños quienes, además de cursar la educación básica, ¡estudian música! Y eso es una maravilla porque, como todos sabemos, la música no sólo refina el buen gusto y despierta talentos, sino que desarrolla multitud de habilidades, entre las que la concentración y la disciplina no son poca cosa, considerando el Mundo de locos en el cual vivimos. En esa ocasión, quienes fuimos tuvimos la fortuna de deleitarnos con un tributo a dos bandas, The Rolling Stones y The Beatles y, lo confieso, hasta una lagrimita se me salió cuando vi a un chavalito —porque chavalito era, de unos once años— cantando “Bohemian Rhapsody”.

El tercer ingrediente de esta melódica ensalada lo constituye el CIBAC; asociación que ha impactado favorablemente en mi vida porque, cuando pierdo mi módica esperanza en la humanidad, recuerdo al instituto y me doy cuenta de lo importante, lo valioso, lo digno y lo hermoso de ver, aunadas y en marcha, la inteligencia y la voluntad. El CIBAC es una asociación sin fines de lucro, orgullosamente chihuahuense, que desarrolla alternativas tecnológicas de avanzada (como terapias impartidas con asistentes robots), en favor de los más necesitados. A la cabeza del proyecto está la Dra. Karla Bustamante, especialista en ingeniería biomédica, quien lidera a un grupo de jóvenes de quienes, lo mínimo que puedo decir, es que son sumamente talentosos, generosos y entusiastas.

El cuarto factor, no menos importante, fue el fantástico espectáculo de una gran suma de voluntades: la UACh y su espacio radiofónico; la Presidencia Municipal, con Maru a la cabeza, quien nos facilitó el espléndido escenario del Teatro de la Ciudad; mi amigo Luis Rubén Maldonado; entre un montón de gente que nos abrió las puertas —de su corazón sobre todo— para hacer posible el recital. Si alguien me falta de mencionar, lo siento, pero en el reborujo, unos hicimos una cosa y otros otra; aunque ustedes saben quiénes son y con eso basta; a todos, gracias por igual. Sin ustedes no habría sido posible.

Finalmente, ¿por qué hasta ahora la mención? Porque fue el primero de una serie de por lo menos tres eventos; y esperamos de la ciudadanía en general, y de los rotarios en particular, su apoyo a esta causa que es noble por donde se mire y hace honor a nuestra encomienda rotaria: servir sin distingos, a través de la suma de voluntades, a quien más lo necesita. Apóyenos y, si se anima, mándeme un mail.

Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/


luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com

Leyéndome, me percato que este ventoso mes de mayo, excepto mi pena por la muerte del Lic. Colomo, todo lo demás fue hacer del cabeza de guata (entiéndase AMLO), “Cabeza de Turco”.

En un impasse necesario para agarrar aire —indispensable para agarrar vuelo—, no quise dejar pasar más días sobre lo ocurrido el 9 de mayo de este año infausto de 2019, que deberá ser recordado por todos los mexicanos como el año en que se sentaron las bases de todas las desgracias por venir.

Pero, ¿qué ocurrió el 9 de mayo? En el Teatro de la Ciudad, la Orquesta Esperanza Azteca Francisco Villa brindó un recital en beneficio del Centro de Investigación en Bioingeniería A.C. (CIBAC). ¿Qué tiene de singular ese evento? Mucho, todo.

Me explico: en primer lugar, la institución encargada de organizarlo fue el Club Rotario Chihuahua Enlace; al respecto no me extiendo; la voz “rotario” tiene un sentido cabal, no demanda explicaciones y se explica a sí misma. Decir “rotario” es decir disposición, generosidad, entrega, amistad y, sobre todo, servicio. Ahí empieza la cosa.

Ahí empieza, pero no termina; el segundo factor en juego es la Orquesta Esperanza Azteca Francisco Villa; es posible que usted ya la conozca, si no, lo digo rapidito: la sinfónica es un proyecto auspiciado por Fundación Azteca e involucra a un montón de gente: directivos, profesores, técnicos y alumnos; es sobre éstos que quiero detenerme. Los integrantes son todos jóvenes y niños quienes, además de cursar la educación básica, ¡estudian música! Y eso es una maravilla porque, como todos sabemos, la música no sólo refina el buen gusto y despierta talentos, sino que desarrolla multitud de habilidades, entre las que la concentración y la disciplina no son poca cosa, considerando el Mundo de locos en el cual vivimos. En esa ocasión, quienes fuimos tuvimos la fortuna de deleitarnos con un tributo a dos bandas, The Rolling Stones y The Beatles y, lo confieso, hasta una lagrimita se me salió cuando vi a un chavalito —porque chavalito era, de unos once años— cantando “Bohemian Rhapsody”.

El tercer ingrediente de esta melódica ensalada lo constituye el CIBAC; asociación que ha impactado favorablemente en mi vida porque, cuando pierdo mi módica esperanza en la humanidad, recuerdo al instituto y me doy cuenta de lo importante, lo valioso, lo digno y lo hermoso de ver, aunadas y en marcha, la inteligencia y la voluntad. El CIBAC es una asociación sin fines de lucro, orgullosamente chihuahuense, que desarrolla alternativas tecnológicas de avanzada (como terapias impartidas con asistentes robots), en favor de los más necesitados. A la cabeza del proyecto está la Dra. Karla Bustamante, especialista en ingeniería biomédica, quien lidera a un grupo de jóvenes de quienes, lo mínimo que puedo decir, es que son sumamente talentosos, generosos y entusiastas.

El cuarto factor, no menos importante, fue el fantástico espectáculo de una gran suma de voluntades: la UACh y su espacio radiofónico; la Presidencia Municipal, con Maru a la cabeza, quien nos facilitó el espléndido escenario del Teatro de la Ciudad; mi amigo Luis Rubén Maldonado; entre un montón de gente que nos abrió las puertas —de su corazón sobre todo— para hacer posible el recital. Si alguien me falta de mencionar, lo siento, pero en el reborujo, unos hicimos una cosa y otros otra; aunque ustedes saben quiénes son y con eso basta; a todos, gracias por igual. Sin ustedes no habría sido posible.

Finalmente, ¿por qué hasta ahora la mención? Porque fue el primero de una serie de por lo menos tres eventos; y esperamos de la ciudadanía en general, y de los rotarios en particular, su apoyo a esta causa que es noble por donde se mire y hace honor a nuestra encomienda rotaria: servir sin distingos, a través de la suma de voluntades, a quien más lo necesita. Apóyenos y, si se anima, mándeme un mail.

Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/


luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com