/ viernes 30 de julio de 2021

La difícil transición

Por: Daniela Álvarez

En la vida pública los espacios, puestos y cargos son prestados, la primera regla básica debe ser: Estar preparados para irnos antes de llegar. ¿Por qué es la regla básica? Pues porque lo que debe ser un cambio natural, oficial, necesario e indispensable, la mayoría de las veces se convierte en un dolor de cabeza o un problema para el gobierno entrante.

Sin duda que debe ser muy complicado el proceso de entrega–recepción, pero no debemos olvidar que existe una ley que regula este proceso, precisamente por las complicaciones de éste, que debería ser práctico, sencillo, amigable, pero sobre todo transparente. Es fundamental que ambas partes, quien entrega, así como quien recibe, tengan certeza de lo que se está entregando/recibiendo no es una responsabilidad menor, y de esa entrega pueden desprenderse varias acciones posteriores, pero hay que recordar que el hecho de retrasar, entorpecer, manipular o negar esa entrega no va a impedir que el cambio se dé. No olvidemos que el gobierno es de la gente y para la gente, los ciclos tienen su propósito y más cuando hablamos de un gobierno.

Los ciudadanos esperan soluciones, respuestas, el cumplimiento de la ley y no pretextos, la responsabilidad es buscar el camino que nos conduzca al objetivo final, cumplir la gran encomienda, más aún cuando es muy clara la contundencia con la que los ciudadanos respaldaron un proyecto para encabezar el destino del estado de Chihuahua.

Traspasar el gobierno debe ser un tema que los nuevos funcionarios deben tener en cuenta desde el primer instante que acuden al llamado institucional, pero también debe ser una prioridad para aquellos funcionarios que deben concluir su responsabilidad y entregar a quienes acuden a hacer el relevo, sin cuestionar a quienes entregarán el gobierno, ya que la toma de decisiones se va reduciendo para ellos, conforme se acerca el momento de tomar protesta para el nuevo gobierno.

La exigencia ciudadana hasta hoy es: ¡Que los políticos se pongan de acuerdo y den resultados! Y coincido completamente en esta frase, ya que cada día que pasa y los políticos no nos ponemos de acuerdo, el ciudadano es quien paga las consecuencias, tomar decisiones buenas o malas, o simplemente no tomar decisiones en los gobiernos afecta directamente en la vida de los ciudadanos.

La transición, pues, debe ser un proceso de cambio suave y terso donde las autoridades salientes asuman su rol de desprenderse del poder, la toma de decisión, las actitudes mezquinas y los mensajes equivocados, porque este es uno de los procesos más esperados y observados, el gobierno no tiene dueño, ni es exclusivo de una persona, el gobierno debe ser siempre el instrumento que sirva a los ciudadanos para cambiar su entorno, su calidad de vida y nos conduzca al bien común.

El llamado es a cerrar filas a favor de Chihuahua, a dejar de lado las diferencias y recordar que hay algo mucho más grande que los disensos, y que los chihuahuenses esperan resultados.

El gobierno en todo momento debe ser el ejemplo para nuestra sociedad, encauzar lo que se deba y anteponer siempre la responsabilidad que se tiene con sus gobernados y es aquí donde encaja la transición en los gobiernos, ya que los gobiernos están obligados a dar resultados desde el inicio de la administración, por ello es fundamental no perder un solo día en este proceso de entrega porque sólo con el trabajo previo al inicio de la administración se podrá conducir de manera correcta el rumbo de nuestro estado.

Por: Daniela Álvarez

En la vida pública los espacios, puestos y cargos son prestados, la primera regla básica debe ser: Estar preparados para irnos antes de llegar. ¿Por qué es la regla básica? Pues porque lo que debe ser un cambio natural, oficial, necesario e indispensable, la mayoría de las veces se convierte en un dolor de cabeza o un problema para el gobierno entrante.

Sin duda que debe ser muy complicado el proceso de entrega–recepción, pero no debemos olvidar que existe una ley que regula este proceso, precisamente por las complicaciones de éste, que debería ser práctico, sencillo, amigable, pero sobre todo transparente. Es fundamental que ambas partes, quien entrega, así como quien recibe, tengan certeza de lo que se está entregando/recibiendo no es una responsabilidad menor, y de esa entrega pueden desprenderse varias acciones posteriores, pero hay que recordar que el hecho de retrasar, entorpecer, manipular o negar esa entrega no va a impedir que el cambio se dé. No olvidemos que el gobierno es de la gente y para la gente, los ciclos tienen su propósito y más cuando hablamos de un gobierno.

Los ciudadanos esperan soluciones, respuestas, el cumplimiento de la ley y no pretextos, la responsabilidad es buscar el camino que nos conduzca al objetivo final, cumplir la gran encomienda, más aún cuando es muy clara la contundencia con la que los ciudadanos respaldaron un proyecto para encabezar el destino del estado de Chihuahua.

Traspasar el gobierno debe ser un tema que los nuevos funcionarios deben tener en cuenta desde el primer instante que acuden al llamado institucional, pero también debe ser una prioridad para aquellos funcionarios que deben concluir su responsabilidad y entregar a quienes acuden a hacer el relevo, sin cuestionar a quienes entregarán el gobierno, ya que la toma de decisiones se va reduciendo para ellos, conforme se acerca el momento de tomar protesta para el nuevo gobierno.

La exigencia ciudadana hasta hoy es: ¡Que los políticos se pongan de acuerdo y den resultados! Y coincido completamente en esta frase, ya que cada día que pasa y los políticos no nos ponemos de acuerdo, el ciudadano es quien paga las consecuencias, tomar decisiones buenas o malas, o simplemente no tomar decisiones en los gobiernos afecta directamente en la vida de los ciudadanos.

La transición, pues, debe ser un proceso de cambio suave y terso donde las autoridades salientes asuman su rol de desprenderse del poder, la toma de decisión, las actitudes mezquinas y los mensajes equivocados, porque este es uno de los procesos más esperados y observados, el gobierno no tiene dueño, ni es exclusivo de una persona, el gobierno debe ser siempre el instrumento que sirva a los ciudadanos para cambiar su entorno, su calidad de vida y nos conduzca al bien común.

El llamado es a cerrar filas a favor de Chihuahua, a dejar de lado las diferencias y recordar que hay algo mucho más grande que los disensos, y que los chihuahuenses esperan resultados.

El gobierno en todo momento debe ser el ejemplo para nuestra sociedad, encauzar lo que se deba y anteponer siempre la responsabilidad que se tiene con sus gobernados y es aquí donde encaja la transición en los gobiernos, ya que los gobiernos están obligados a dar resultados desde el inicio de la administración, por ello es fundamental no perder un solo día en este proceso de entrega porque sólo con el trabajo previo al inicio de la administración se podrá conducir de manera correcta el rumbo de nuestro estado.

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