En artículos anteriores he venido platicando de cómo la unidad de organismos empresariales y la alianza con los gobiernos locales nos han ayudado a mejorar los indicadores macro que nos hemos fijado, como el incremento del PIB, la creación de nuevos espacios laborales, la mejora de los salarios, la reducción de la pobreza y el aumento de la formalidad en la ciudad.
Todo esto nos ha llevado a mejorar nuestra economía y la competitividad de nuestra ciudad, no obstante, también he comentado que tenemos grandes áreas de oportunidad respecto al desarrollo social, educación, salud, seguridad e infraestructura (incluyendo transporte público).
Algo importante por mencionar es que la visión de desarrollo de Chihuahua va de “arriba hacia abajo”, es decir, nuestro planteamiento como Desarrollo Económico A.C., es atraer grandes empresas para que estas también impulsen a el resto de la cadena productiva, no obstante, también habrá iniciativas que podamos apoyar o coordinar, que vengan de “abajo hacia arriba”.
La mayoría de las iniciativas para las MiPyMes se han generado, por tradición, desde el sector público; en ese sentido, acabamos de presenciar el lanzamiento del Fondo para Tecnología, Innovación y Emprendimiento que puso en marcha el gobierno del estado, lo que abre la puerta para la creación de otros fondos que pueden impulsar más el desarrollo de Chihuahua.
En ese sentido, adicional a este fondo, podemos proponer un fondo de inversión donde se incorporen recursos públicos y privados para promover una gran alianza con PyMes, siempre y cuando estas estén alineadas a los ejes de Chihuahua Futura, que son: Agroindustria y Alimentación Avanzada, Hábitat y Calidad de Vida, E-movilidad, e Industria Inteligente.
Fundamental será que estas iniciativas se puedan institucionalizar y fondear a través del Impuesto Sobre la Nómina, como actualmente se sostiene a otros fideicomisos como FICOSEC o FECHAC, o establecer otro mecanismo, a través de un porcentaje del excedente de lo presupuestado sobre el predial de la ciudad. Sin embargo, todo esto tiene que estar basado en mecanismos transparentes para definir de qué forma se asignará el recurso, y que el retorno del recurso público siempre se esté reinvirtiendo en el mismo fondo para nuevos proyectos.
Todo esto promueve el “localismo”, pero para que este funcione adecuada y sólidamente es necesaria una comunidad comprometida y activa, que esté dispuesta a participar y colaborar en la toma de decisiones y en la implementación de acciones que beneficien a la sociedad chihuahuense en su conjunto. Además, es importante que haya una buena comunicación y coordinación entre los diferentes actores locales, como los residentes, las empresas, las organizaciones sin fines de lucro y el gobierno local.
También es crucial que permee el sentido de identidad y pertenencia a Chihuahua, así como el respeto y la valoración por la cultura, las tradiciones y los recursos locales. Esto implica fomentar el consumo de productos y servicios locales, apoyar a los emprendedores y pequeñas empresas locales, y promover la preservación y el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
Además, es necesario que haya una planificación y gestión adecuada por parte de las autoridades locales, que se enfoquen en el desarrollo sostenible y equitativo de la comunidad, teniendo en cuenta las necesidades y aspiraciones de todos los sectores de la población.
En resumen, para tener un “localismo” fuerte se requiere de la participación activa y comprometida de todos los chihuahuenses, desde cada una de sus trincheras; que todos conozcamos a donde vamos, nos sintamos orgullos de pertenecer a nuestra comunidad, y que se nos brinden las condiciones necesarias para ejercer nuestros talentos.
Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua (DESEC)
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