Qué más orgullo que pertenecer a una comunidad que lucha y trabaja diariamente con gran tesón, y que ha logrado posicionar a nuestra localidad como la segunda mejor ciudad para vivir en México.
Esto viene a colación porque el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), presentó recientemente los resultados anuales del Índice de Competitividad Urbana 2023, basado en información pública generada por INEGI, registros patronales del IMSS y fuentes públicas oficiales que generan indicadores por igual en todo México, conforme a tres áreas específicas: Educación, Inclusión y Salud.
Analizando estos resultados, Chihuahua está ubicada en el índice, sólo por debajo de Mérida, pero por encima de San Luis Potosí, Valle de México, Tijuana, Querétaro, Guadalajara, Aguascalientes, Monterrey y Saltillo. Sin embargo, es comprensible que haya personas que critiquen esta data, y es muy respetable, no obstante, son datos duros, de fuentes oficiales, que nos dan un panorama más o menos realista de lo que está sucediendo en México.
En Chihuahua no estamos conformes con lo que hemos logrado, y podemos decir que, aunque este indicador nos posiciona bien, tenemos muchas cosas que fortalecer, siempre buscando la colaboración plena entre iniciativa privada, gobiernos, organizaciones públicas y privadas, así como la ciudadanía en general.
Viendo esta situación desde una postura sincera y objetiva, pienso que los Chihuahuenses somos aspiracionistas y autocríticos, y es bueno saber dónde estamos situados, pero siempre teniendo claro en dónde están nuestras áreas de mejora para seguir en ruta ascendente.
Entrando en el territorio de los números, si medimos los indicadores macro, como la generación de empleo, el salario de los chihuahuenses se ha venido incrementando, teniendo una de las clases medias mejor posicionadas, pero estamos aún lejos del salario digno mínimo, que se establece en los $11,500 pesos, pues aún tenemos un 40% de la población con salarios entre los $8,500 y esa cantidad.
Asimismo, se generó un crecimiento de 9,475 plazas laborales en la ciudad, en su mayoría por arriba de este rango. Esto, principalmente en el Sector Terciario y no como todos pensaríamos que sería, en el secundario, que está focalizado en el Comercio con 4,374, le sigue Servicios con 1,505, y después la Construcción con 1,196, todos ellos con capital local y nacional, no extranjero. De aquí la importancia de seguir impulsando la atracción de inversión, ya que cada empleo que se genera en el Sector Secundario nos genera más de tres empleos en el Terciario.
También, debemos “poner ojo” en cómo fortalecer a las empresas locales. Ya en otros artículos les he comentado que la gran oportunidad está en la industria agro alimenticia y en la proveeduría del sector industrial. Vale la pena señalar que el PIB en nuestra ciudad creció 5.1% en el 2023, mientras el estado un 4.2% y el país por debajo del 2%.
En general, podemos decir que el 2023 fue un buen año, y todo “pinta bien” para que el primer semestre del 2024 también lo sea, con mucho efectivo circulando en la ciudad, dado al buen desempeño de los diversos sectores de Chihuahua, pero también por las “dádivas” que se están repartiendo por temas electorales.
En este tema, que se cuece aparte y en otro momento abordaré con mayor profundidad, puedo identificar un reto específico: ¿qué pasará después del proceso electoral?, pues el país no podrá seguir “regalando” sin sustento tanto dinero de las arcas; se tendrán que hacer ajustes, y, por otro lado, los ganadores se tendrán que poner a trabajar para poder competir en este nuevo reordenamiento de la geopolítica regional mundial, mejor conocido como nearshoring.
Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua (DESEC)
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