/ sábado 20 de abril de 2024

Políticos al mejor postor

Lo que este país necesita son más políticos desocupados”. :Winston Churchil

En la antesala de la elección presidencial, la renovación del congreso de la Unión y nueve gubernaturas, los partidos políticos buscan recuperar la credibilidad social, pero cargan con terrible división interna y actos de corrupción.

En el pasado debate presidencial ( el 7 de abril) quienes abanderan las candidaturas a la presidencia, mostraron un claro alejamiento de los partidos y de sus desgastados líderes.. Es más, en el debate no defendieron a sus “jefes políticos” y hasta se autonombraron candidatos ciudadanos.

Es claro, que los partidos están partidos en México. No solamente por la corrupción, sino también por el alejamiento de la ciudadanía y de los principios ideológicos que le dieron origen Hoy vivimos un pragmatismo puro en la búsqueda del poder.

Una de las estrategias, es sumar personajes con un capital social, algunos con pésimos antecedentes. A veces es efectiva en la cosecha de sufragios e incluso han llegado a importantes puestos. Se metieron a un medio, donde no siempre sus historias son de éxito.

En el presente proceso electoral se muestra una burda “mezcolanza” ( extraña mezcla, a veces confusa e incluso ridícula de personas, cosas o ideas opuestas o inconexas) que los partidos le llaman pomposamente alianza o coalición. La izquierda se “amarró” con una parte de la derecha y ecologistas; la derecha va de la mano con el centro e izquierda. Quedó a un lado la ideología partidista.

Muchos que se dicen políticos (y no) “se vendieron” al mejor postor. Es como el draft de piernas en el fútbol mexicano. Pero hay opinológos más severos, que afirman que se trata de una “prostitución ideológica”.

José Rubén Romero, fue un escritor y diplomático que reflejó en sus obras como Mariano Azuela ( libro clásico “Los de Debajo”

del año 1916) la gran crisis social y política de la nación durante la época posrevolucionaria, muchos aspectos que no han cambiado hoy en día. Es como una fotografía, donde se muestra, además, tremenda desigualdad social.

En su libro “La vida inútil de Pito Pérez” (1938) al referirse a la clase política indicó: “no ha observado usted que la profesión de déspota es más fácil que la del médico o la del abogado? Primer año: ciclo de promesas, sonrisas y cortesías para los electores; segundo año: liquidación de viejas amistades para evitar que con su presencia recuerden el pasado, y creación de su supremo consejo de lambiscones; tercer año: curso completo de egolatría y megalomanía, cuarto año y último año: preponderancia de la opinión personal y arbitrariedades a toda orquesta. A los cuatro años, el título empieza a hacerse odioso, sin que universidad alguna ose revalidarlo”.

En efecto, todo eso y más ha provocado una tremenda falta de credibilidad de los ciudadanos hacia los gobernantes.

Cuando se le preguntó en una entrevista periodística al desaparecido primer ministro británico Winston Churchill, respecto al papel de los políticos en el desarrollo de su nación. Respondió::“Lo que este país necesita son más políticos desocupados”. ¿ y México no?.:

Lo que este país necesita son más políticos desocupados”. :Winston Churchil

En la antesala de la elección presidencial, la renovación del congreso de la Unión y nueve gubernaturas, los partidos políticos buscan recuperar la credibilidad social, pero cargan con terrible división interna y actos de corrupción.

En el pasado debate presidencial ( el 7 de abril) quienes abanderan las candidaturas a la presidencia, mostraron un claro alejamiento de los partidos y de sus desgastados líderes.. Es más, en el debate no defendieron a sus “jefes políticos” y hasta se autonombraron candidatos ciudadanos.

Es claro, que los partidos están partidos en México. No solamente por la corrupción, sino también por el alejamiento de la ciudadanía y de los principios ideológicos que le dieron origen Hoy vivimos un pragmatismo puro en la búsqueda del poder.

Una de las estrategias, es sumar personajes con un capital social, algunos con pésimos antecedentes. A veces es efectiva en la cosecha de sufragios e incluso han llegado a importantes puestos. Se metieron a un medio, donde no siempre sus historias son de éxito.

En el presente proceso electoral se muestra una burda “mezcolanza” ( extraña mezcla, a veces confusa e incluso ridícula de personas, cosas o ideas opuestas o inconexas) que los partidos le llaman pomposamente alianza o coalición. La izquierda se “amarró” con una parte de la derecha y ecologistas; la derecha va de la mano con el centro e izquierda. Quedó a un lado la ideología partidista.

Muchos que se dicen políticos (y no) “se vendieron” al mejor postor. Es como el draft de piernas en el fútbol mexicano. Pero hay opinológos más severos, que afirman que se trata de una “prostitución ideológica”.

José Rubén Romero, fue un escritor y diplomático que reflejó en sus obras como Mariano Azuela ( libro clásico “Los de Debajo”

del año 1916) la gran crisis social y política de la nación durante la época posrevolucionaria, muchos aspectos que no han cambiado hoy en día. Es como una fotografía, donde se muestra, además, tremenda desigualdad social.

En su libro “La vida inútil de Pito Pérez” (1938) al referirse a la clase política indicó: “no ha observado usted que la profesión de déspota es más fácil que la del médico o la del abogado? Primer año: ciclo de promesas, sonrisas y cortesías para los electores; segundo año: liquidación de viejas amistades para evitar que con su presencia recuerden el pasado, y creación de su supremo consejo de lambiscones; tercer año: curso completo de egolatría y megalomanía, cuarto año y último año: preponderancia de la opinión personal y arbitrariedades a toda orquesta. A los cuatro años, el título empieza a hacerse odioso, sin que universidad alguna ose revalidarlo”.

En efecto, todo eso y más ha provocado una tremenda falta de credibilidad de los ciudadanos hacia los gobernantes.

Cuando se le preguntó en una entrevista periodística al desaparecido primer ministro británico Winston Churchill, respecto al papel de los políticos en el desarrollo de su nación. Respondió::“Lo que este país necesita son más políticos desocupados”. ¿ y México no?.: