/ viernes 11 de mayo de 2018

Privatizar, lo mismo que robar

Sinónimo de robar,

a lo grande y sin fronteras,

con negocios tapaderas,

lo óptimo es… privatizar.


“La política de pillaje se ha traducido en un rotundo fracaso y ha conducido a la ruina del país. En lo económico y en lo social, el modelo está diseñado con el propósito de favorecer a una minoría de políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco, que se hacen llamar ‘hombres de negocios’: No se trata de gobernar con rectitud y honestidad, sino de ocupar todo el aparato burocrático en operaciones de traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares, con el engaño de que eso traerá prosperidad.

“Cuando Salinas fue impuesto mediante fraude electoral, en la lista de la revista Forbes, donde figuran los hombres más ricos del mundo, sólo aparecía una familia mexicana, la de los Garza Sada, con 200 millones de dólares; pero al finalizar aquel sexenio ya estaban incorporados a ese listado 24 mexicanos más, que poseían en conjunto 44,100 millones de dólares. Casi todos ellos habían sido beneficiados con empresas, minas y bancos, propiedad de todos los mexicanos. La desigualdad en el sexenio de Salinas se dio cuando fue más intenso y descarado el traslado de bienes públicos a sus socios del llamado ‘grupo compacto’. Con Salinas, el desequilibrio entre ricos y pobres se profundizó como nunca. Salinas es el padre de la desigualdad moderna. A estas alturas es pertinente preguntar: ¿En qué se beneficiaron los mexicanos con la privatización del sistema de telecomunicaciones, como no sea la protección del régimen corrupto, mediante la manipulación y el ocultamiento de la verdad, hasta el desprestigio y aniquilación mediática de los opositores? ¿En qué se avanzó con la privatización de los Ferrocarriles Nacionales en 1995, si en estos 22 años las empresas extranjeras no construyeron nuevas líneas férreas, eliminaron los trenes de pasajeros y cobran lo que quieren por el transporte de carga? Estamos viviendo la época de mayor saqueo de los recursos naturales en la historia de México. En los últimos 30 años, en cuanto a crecimiento económico, nos hemos colocado incluso por debajo de Haití. Mientras no haya un cambio de fondo México se seguirá hundiendo. Hoy es necesario derrocar al régimen del PRIAN y asociados pero sin violencia: por medio de una revolución de las conciencias, procurando el despertar y la organización del pueblo, para limpiar México de la corrupción que le consume.

“No olvidar lo que dictaba Morelos hace 200 años: ‘Moderar la indigencia y la opulencia’. No puede haber trato igual entre desiguales, pues la justicia consiste en esencia, en darle más al que menos tiene”. Del ideario político de AMLO. En el próximo artículo, “Los contratos corruptos”.

Sinónimo de robar,

a lo grande y sin fronteras,

con negocios tapaderas,

lo óptimo es… privatizar.


“La política de pillaje se ha traducido en un rotundo fracaso y ha conducido a la ruina del país. En lo económico y en lo social, el modelo está diseñado con el propósito de favorecer a una minoría de políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco, que se hacen llamar ‘hombres de negocios’: No se trata de gobernar con rectitud y honestidad, sino de ocupar todo el aparato burocrático en operaciones de traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares, con el engaño de que eso traerá prosperidad.

“Cuando Salinas fue impuesto mediante fraude electoral, en la lista de la revista Forbes, donde figuran los hombres más ricos del mundo, sólo aparecía una familia mexicana, la de los Garza Sada, con 200 millones de dólares; pero al finalizar aquel sexenio ya estaban incorporados a ese listado 24 mexicanos más, que poseían en conjunto 44,100 millones de dólares. Casi todos ellos habían sido beneficiados con empresas, minas y bancos, propiedad de todos los mexicanos. La desigualdad en el sexenio de Salinas se dio cuando fue más intenso y descarado el traslado de bienes públicos a sus socios del llamado ‘grupo compacto’. Con Salinas, el desequilibrio entre ricos y pobres se profundizó como nunca. Salinas es el padre de la desigualdad moderna. A estas alturas es pertinente preguntar: ¿En qué se beneficiaron los mexicanos con la privatización del sistema de telecomunicaciones, como no sea la protección del régimen corrupto, mediante la manipulación y el ocultamiento de la verdad, hasta el desprestigio y aniquilación mediática de los opositores? ¿En qué se avanzó con la privatización de los Ferrocarriles Nacionales en 1995, si en estos 22 años las empresas extranjeras no construyeron nuevas líneas férreas, eliminaron los trenes de pasajeros y cobran lo que quieren por el transporte de carga? Estamos viviendo la época de mayor saqueo de los recursos naturales en la historia de México. En los últimos 30 años, en cuanto a crecimiento económico, nos hemos colocado incluso por debajo de Haití. Mientras no haya un cambio de fondo México se seguirá hundiendo. Hoy es necesario derrocar al régimen del PRIAN y asociados pero sin violencia: por medio de una revolución de las conciencias, procurando el despertar y la organización del pueblo, para limpiar México de la corrupción que le consume.

“No olvidar lo que dictaba Morelos hace 200 años: ‘Moderar la indigencia y la opulencia’. No puede haber trato igual entre desiguales, pues la justicia consiste en esencia, en darle más al que menos tiene”. Del ideario político de AMLO. En el próximo artículo, “Los contratos corruptos”.