/ sábado 22 de diciembre de 2018

“Antes de que cante un gallo”

En agosto 31 del año 2017, Andrés Manuel López Obrador realizó una expresión que expuso la profunda y verdadera esencia de su partido Morena. Reporte Índigo así lo consignó: “En medio del conflicto dentro del partido Morena, tras presentar los resultados de la encuesta para el coordinador de campaña de las próximas elecciones a gobernador de la Ciudad de México, dijo durante una gira que “hay casos en los que el movimiento ha apoyado a que lleguen a ser gobernadores y antes de que cante un gallo ya nos están traicionando”.

Traición. Esa fue la definición precisa de la conducta que asumieron, desde el cargo público, quienes de forma coyuntural fueron favorecidos con el voto popular, aprovechándose del enorme hartazgo ciudadano hacia los partidos políticos.

Los servidores públicos de Morena iniciaron el ejercicio de sus encargos traicionando sus promesas de campaña, su compromiso de gobernar anteponiendo el interés de los ciudadanos a los de su partido y traicionando su compromiso de transformar la política en el país para bien de todos.

Chihuahua no es la excepción. Mientras el actual gobierno estatal enfrenta una situación financiera terriblemente complicada, con una deuda heredada de casi 49 mil millones de pesos y una caída de ingresos federales superior al 44%, los legisladores locales y federales de la “Cuarta Transformación” sostienen un discurso de confrontación, pendencierismo político y voto sinrazón, a pesar de así acaban con las posibilidades de desarrollo de la población, incluyendo la de sus electores.

El proyecto de Presupuesto de la Federación (PEF) para el 2019 incluye reducciones considerables en prácticamente todos los ramos del gasto federal, elimina inversión en la entidad y mantiene la tendencia a la baja en la entrega de recursos federales. De aprobarse tal cual el PEF, Chihuahua recibirá, gracias al gobierno del presidente de México y sus legisladores de Morena, 23% menos recursos en términos nominales, lo que significa una grave iniquidad fiscal que se traduce en un agravio al federalismo y el municipalismo.

La traición de los diputados de Morena a Chihuahua no sólo se limita a la negación de recursos y apoyos financieros federales, sino que, en la legislatura local, intentaron impedir la restructuración de la exorbitante deuda estatal que fue heredada de la anterior administración para impedirle financiar obra pública y social, buscando asfixiar al estado. Afortunadamente no lo lograron.

La traición de Morena quita 46% de recursos al campo, no bajará el costo de las gasolinas, no reducirá el IVA en las fronteras, reduce el 80% el apoyo al deporte y reduce considerablemente el presupuesto federal para educación, afectando principalmente al Conacyt (2,300 millones de pesos menos) y la UNAM (mil 700 millones de pesos menos). No concluirán el aeropuerto de Creel y no cumplirán su promesa de terminar el Hospital de Ciudad Juárez y otros en la entidad.

El gobierno de la “Cuarta Transformación” eliminó el Programa de Financiamiento para soluciones habitacionales, traiciona a las mujeres eliminando el Programa de Apoyo a la Asistencia de Mujeres y reduce 48% el Fondo de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género. Elimina los apoyos para fortalecimiento de la Policía Municipal y militariza la seguridad pública preventiva.

La Real Academia de la Lengua otorga dos acepciones a la palabra traición: la primera se refiere a la falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener y, la segunda identificada con el lenguaje del derecho, delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria. Ambas son ahora aplicables a los nuevos servidores públicos emanados de Morena.

Antes de que cantara el gallo, Andrés Manuel López Obrador y sus legisladores de Chihuahua ya traicionaron al pueblo de Chihuahua.

En agosto 31 del año 2017, Andrés Manuel López Obrador realizó una expresión que expuso la profunda y verdadera esencia de su partido Morena. Reporte Índigo así lo consignó: “En medio del conflicto dentro del partido Morena, tras presentar los resultados de la encuesta para el coordinador de campaña de las próximas elecciones a gobernador de la Ciudad de México, dijo durante una gira que “hay casos en los que el movimiento ha apoyado a que lleguen a ser gobernadores y antes de que cante un gallo ya nos están traicionando”.

Traición. Esa fue la definición precisa de la conducta que asumieron, desde el cargo público, quienes de forma coyuntural fueron favorecidos con el voto popular, aprovechándose del enorme hartazgo ciudadano hacia los partidos políticos.

Los servidores públicos de Morena iniciaron el ejercicio de sus encargos traicionando sus promesas de campaña, su compromiso de gobernar anteponiendo el interés de los ciudadanos a los de su partido y traicionando su compromiso de transformar la política en el país para bien de todos.

Chihuahua no es la excepción. Mientras el actual gobierno estatal enfrenta una situación financiera terriblemente complicada, con una deuda heredada de casi 49 mil millones de pesos y una caída de ingresos federales superior al 44%, los legisladores locales y federales de la “Cuarta Transformación” sostienen un discurso de confrontación, pendencierismo político y voto sinrazón, a pesar de así acaban con las posibilidades de desarrollo de la población, incluyendo la de sus electores.

El proyecto de Presupuesto de la Federación (PEF) para el 2019 incluye reducciones considerables en prácticamente todos los ramos del gasto federal, elimina inversión en la entidad y mantiene la tendencia a la baja en la entrega de recursos federales. De aprobarse tal cual el PEF, Chihuahua recibirá, gracias al gobierno del presidente de México y sus legisladores de Morena, 23% menos recursos en términos nominales, lo que significa una grave iniquidad fiscal que se traduce en un agravio al federalismo y el municipalismo.

La traición de los diputados de Morena a Chihuahua no sólo se limita a la negación de recursos y apoyos financieros federales, sino que, en la legislatura local, intentaron impedir la restructuración de la exorbitante deuda estatal que fue heredada de la anterior administración para impedirle financiar obra pública y social, buscando asfixiar al estado. Afortunadamente no lo lograron.

La traición de Morena quita 46% de recursos al campo, no bajará el costo de las gasolinas, no reducirá el IVA en las fronteras, reduce el 80% el apoyo al deporte y reduce considerablemente el presupuesto federal para educación, afectando principalmente al Conacyt (2,300 millones de pesos menos) y la UNAM (mil 700 millones de pesos menos). No concluirán el aeropuerto de Creel y no cumplirán su promesa de terminar el Hospital de Ciudad Juárez y otros en la entidad.

El gobierno de la “Cuarta Transformación” eliminó el Programa de Financiamiento para soluciones habitacionales, traiciona a las mujeres eliminando el Programa de Apoyo a la Asistencia de Mujeres y reduce 48% el Fondo de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género. Elimina los apoyos para fortalecimiento de la Policía Municipal y militariza la seguridad pública preventiva.

La Real Academia de la Lengua otorga dos acepciones a la palabra traición: la primera se refiere a la falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener y, la segunda identificada con el lenguaje del derecho, delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria. Ambas son ahora aplicables a los nuevos servidores públicos emanados de Morena.

Antes de que cantara el gallo, Andrés Manuel López Obrador y sus legisladores de Chihuahua ya traicionaron al pueblo de Chihuahua.