/ jueves 27 de junio de 2019

Carta abierta a Cruz Pérez Cuéllar o "Cruz cabeza de avestruz"

SENADOR CRUZ PÉREZ CUÉLLAR.

PRESENTE.



Cruz:

Como bien sabes, tenías tiempo de no ser el “cliente frecuente” que solías (tu indignidad no daba para tanto), en el espacio de esta columna. Sin embargo, los hechos recientes lo ameritan.

En efecto, en ese afán de ir tras la gubernatura —tú y yo sabemos que sólo sabes de apetitos, no de afectos, ni de lealtades, ni de vergüenza, ni de sacrificios, sólo el hambre voraz, insaciable e insatisfecha— has estado muy activo golpeando al Gobierno del Estado y al gobierno municipal con el tema de la reposición de luminarias.

En tu perorata, con tintes de invectiva, hablas entre otros temas de: “el Senado de la República”, de un “respetuoso y enérgico llamado” dirigido a “los legisladores que nos representan en el Congreso del Estado”, de una especie de “atraco” y de una oposición que pretendes encabezar y que —según entiendo por tu propio dicho— no es “una simple ocurrencia”.

Mira, Cruz, te lo voy a explicar despacito para ver si así lo entiendes (tú y yo sabemos que, siendo tú abogado, el derecho no es lo tuyo): tus funciones como senador guardan relación, entre otros temas, con la política exterior de México y la seguridad nacional. En efecto, el artículo 76 de la Constitución General de la República previene que son facultades exclusivas del Senado respecto de la actuación del Ejecutivo federal: analizar la política exterior (fracc. I); aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que suscriba (fracc. I); analizar y aprobar el informe anual sobre las actividades de la Guardia Nacional (fracc. IV); y analizar y aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública (fracc. XI).

Ahora bien, es un hecho público y notorio que a raíz de la reciente crisis arancelaria entre México y Estados Unidos, el presidente de la república avaló una serie de acuerdos con su homólogo estadounidense que implica la inmediata adopción de una serie de medidas que —¿a qué no crees?—tienen relación con actividades (tuyas, directas, específicas y concretas) a tu cargo: el despliegue de seis mil efectivos de la Guardia Nacional a razón de 952 mil 380 pesos por elemento, según declaraciones de Alfonso Durazo; en segundo lugar, el ofrecimiento de “empleos, atención médica y educación” a los migrantes retornados; en tercero, la línea de crédito que se pidió al Banco Interamericano de Desarrollo por 20 millones de dólares; en cuarto, la suscripción con El Salvador de un Plan de Desarrollo Integral, con una inversión superior a los 100 millones de dólares; y en quinto, quizá el más grave de todos, la existencia de un “acuerdo secreto” entre ambos gobiernos que “incluye más de lo que se ha anunciado”.

¿Captas?

Si quisieras verdaderamente ocuparte de temas relevantes, dentro de la órbita de tus atribuciones, sin estar de payaso ni fantoche, esos son los temas que te deberían mantener desvelado y no meter, en ellos, la cabeza en un hoyo, igual que hacen los avestruces.

Como ves, ya no se trata de que tengas, o no, aspiraciones para el 2021; se trata de que tengas dignidad, vergüenza, pundonor y un tantitito de conocimientos respecto de lo que el Senado es, respecto de lo que el Senado representa, respecto de aquello para lo que el Senado sirve y de tus funciones como senador de la república.

Yo sé que tú sabes, que los dos sabemos, que cambias de convicciones como cambiar de calzones; pero este, Cruz, es un tema serio.

Por eso, parodiándote, te hago un respetuoso y enérgico llamado, dirigido a ti como legislador que representa a Chihuahua en el Congreso de la Unión, para que investigues el atraco a la bolsa y a la dignidad del pueblo de México, derivado de la actuación estúpida y dolosa de la actual administración federal; sin que sea esta, una simple ocurrencia de mi parte.

Sin más por el momento, me pongo a tus órdenes y me ofrezco a asesorarte en mis tiempos libres, de manera gratuita, en mi calidad de ciudadano y (yo sí), conocedor del derecho. Saludos


Luis Villegas Montes.

SENADOR CRUZ PÉREZ CUÉLLAR.

PRESENTE.



Cruz:

Como bien sabes, tenías tiempo de no ser el “cliente frecuente” que solías (tu indignidad no daba para tanto), en el espacio de esta columna. Sin embargo, los hechos recientes lo ameritan.

En efecto, en ese afán de ir tras la gubernatura —tú y yo sabemos que sólo sabes de apetitos, no de afectos, ni de lealtades, ni de vergüenza, ni de sacrificios, sólo el hambre voraz, insaciable e insatisfecha— has estado muy activo golpeando al Gobierno del Estado y al gobierno municipal con el tema de la reposición de luminarias.

En tu perorata, con tintes de invectiva, hablas entre otros temas de: “el Senado de la República”, de un “respetuoso y enérgico llamado” dirigido a “los legisladores que nos representan en el Congreso del Estado”, de una especie de “atraco” y de una oposición que pretendes encabezar y que —según entiendo por tu propio dicho— no es “una simple ocurrencia”.

Mira, Cruz, te lo voy a explicar despacito para ver si así lo entiendes (tú y yo sabemos que, siendo tú abogado, el derecho no es lo tuyo): tus funciones como senador guardan relación, entre otros temas, con la política exterior de México y la seguridad nacional. En efecto, el artículo 76 de la Constitución General de la República previene que son facultades exclusivas del Senado respecto de la actuación del Ejecutivo federal: analizar la política exterior (fracc. I); aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que suscriba (fracc. I); analizar y aprobar el informe anual sobre las actividades de la Guardia Nacional (fracc. IV); y analizar y aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública (fracc. XI).

Ahora bien, es un hecho público y notorio que a raíz de la reciente crisis arancelaria entre México y Estados Unidos, el presidente de la república avaló una serie de acuerdos con su homólogo estadounidense que implica la inmediata adopción de una serie de medidas que —¿a qué no crees?—tienen relación con actividades (tuyas, directas, específicas y concretas) a tu cargo: el despliegue de seis mil efectivos de la Guardia Nacional a razón de 952 mil 380 pesos por elemento, según declaraciones de Alfonso Durazo; en segundo lugar, el ofrecimiento de “empleos, atención médica y educación” a los migrantes retornados; en tercero, la línea de crédito que se pidió al Banco Interamericano de Desarrollo por 20 millones de dólares; en cuarto, la suscripción con El Salvador de un Plan de Desarrollo Integral, con una inversión superior a los 100 millones de dólares; y en quinto, quizá el más grave de todos, la existencia de un “acuerdo secreto” entre ambos gobiernos que “incluye más de lo que se ha anunciado”.

¿Captas?

Si quisieras verdaderamente ocuparte de temas relevantes, dentro de la órbita de tus atribuciones, sin estar de payaso ni fantoche, esos son los temas que te deberían mantener desvelado y no meter, en ellos, la cabeza en un hoyo, igual que hacen los avestruces.

Como ves, ya no se trata de que tengas, o no, aspiraciones para el 2021; se trata de que tengas dignidad, vergüenza, pundonor y un tantitito de conocimientos respecto de lo que el Senado es, respecto de lo que el Senado representa, respecto de aquello para lo que el Senado sirve y de tus funciones como senador de la república.

Yo sé que tú sabes, que los dos sabemos, que cambias de convicciones como cambiar de calzones; pero este, Cruz, es un tema serio.

Por eso, parodiándote, te hago un respetuoso y enérgico llamado, dirigido a ti como legislador que representa a Chihuahua en el Congreso de la Unión, para que investigues el atraco a la bolsa y a la dignidad del pueblo de México, derivado de la actuación estúpida y dolosa de la actual administración federal; sin que sea esta, una simple ocurrencia de mi parte.

Sin más por el momento, me pongo a tus órdenes y me ofrezco a asesorarte en mis tiempos libres, de manera gratuita, en mi calidad de ciudadano y (yo sí), conocedor del derecho. Saludos


Luis Villegas Montes.