/ viernes 6 de agosto de 2021

Cartucheras al cañón… La banca usurpa funciones

Por: Ernesto Visconti Elizalde

“Cual si fueran judiciales, de autoridad hacendaria, la banca por sus ‘tompiales’… congela cuentas bancarias”.

De manera a todas luces arbitraria e ilegal, la banca Santander ha tomado la modalidad, ante cualquier sospecha o señalamiento, de fuentes desconocidas, de congelar las cuentas bancarias de los clientes, sin consultar al involucrado respecto a cualquier duda de procedencia; y sin orden judicial de autoridad competente; estamos pues en tierra de indios levantiscos, sin ley ni orden y al arbitrio de ocasionados; y es que bien lo señala un famoso apotegma: “No hay nada más peligroso que un ‘tontejo(a)’ con iniciativa”. Pero paso a explicarles… hace unos días, estando mi hijo Jesús Ernesto en la ciudad de Parral, al intentar retirar dinero de su cuenta bancaria, le comunicaron que la misma estaba congelada y que solamente en la ciudad de Chihuahua le podían informar; afortunadamente traía tarjeta emergente de otra institución bancaria, y pudo resolver su problema inmediato de solvencia económica.

De regreso a ésta, asistió a la sucursal indicada, donde le informaron que había movimientos “sospechosos” en su cuenta y hasta que no hicieran una investigación no podría disponer de fondos. Jesús Ernesto se llamó sorprendido, casi diez años de manejar su cuenta en ese banco, con respaldo de la autoridad hacendaria y en ese momento le hablaban de “lavado de dinero”. Inmediatamente exigió la orden judicial que congelaba su cuenta, a lo que la ejecutiva le comunicó que no había ninguna; que esa atribución la tomaba el banco cuando había una cuenta sospechosa; Jesús Ernesto acudió a Condusef de inmediato, a denunciar la ilegal y arbitraria conducta, donde un letrero solicitaba que pusiera el querellante su queja en línea; -estos de Condusef sirven para dos cosas- Jesús Ernesto regresó al banco y llamó a una rueda de prensa, y ante la presencia de uno o dos de los reporteros, la gerente ordenó un cheque de caja para devolverle de inmediato su dinero. El daño moral ya estaba hecho y la cuenta además se cancelaba. Así mismo mi hijo se percató que otra persona, una estudiante que ahí estaba, tenía el mismo problema, sólo que llevaba una semana exigiendo su dinero; el que le regresaron también de “ipso facto”, cuando exigió el mismo trato que le dieron a Jesús Ernesto.

¡Cuánto abuso de Santander, por sus puras pistolas, suponemos que detrás de todo esto hay gato encerrado! A mí me depositan mi pensión ahí; imagínense que uno de estos días “la policía fiscal de Santander” me detenga y junto con otras víctimas nos envíen a prisión y de manera artera…con esposas. ¡No, con esposas no! Que nomás estén diciendo…

-Te lo dije, que tuvieras cuidado con ese banco, ¡No eso no! Urge que la autoridad bancaria gubernamental tome cartas en el asunto. Debe haber una razón oculta de trasfondo.

Por: Ernesto Visconti Elizalde

“Cual si fueran judiciales, de autoridad hacendaria, la banca por sus ‘tompiales’… congela cuentas bancarias”.

De manera a todas luces arbitraria e ilegal, la banca Santander ha tomado la modalidad, ante cualquier sospecha o señalamiento, de fuentes desconocidas, de congelar las cuentas bancarias de los clientes, sin consultar al involucrado respecto a cualquier duda de procedencia; y sin orden judicial de autoridad competente; estamos pues en tierra de indios levantiscos, sin ley ni orden y al arbitrio de ocasionados; y es que bien lo señala un famoso apotegma: “No hay nada más peligroso que un ‘tontejo(a)’ con iniciativa”. Pero paso a explicarles… hace unos días, estando mi hijo Jesús Ernesto en la ciudad de Parral, al intentar retirar dinero de su cuenta bancaria, le comunicaron que la misma estaba congelada y que solamente en la ciudad de Chihuahua le podían informar; afortunadamente traía tarjeta emergente de otra institución bancaria, y pudo resolver su problema inmediato de solvencia económica.

De regreso a ésta, asistió a la sucursal indicada, donde le informaron que había movimientos “sospechosos” en su cuenta y hasta que no hicieran una investigación no podría disponer de fondos. Jesús Ernesto se llamó sorprendido, casi diez años de manejar su cuenta en ese banco, con respaldo de la autoridad hacendaria y en ese momento le hablaban de “lavado de dinero”. Inmediatamente exigió la orden judicial que congelaba su cuenta, a lo que la ejecutiva le comunicó que no había ninguna; que esa atribución la tomaba el banco cuando había una cuenta sospechosa; Jesús Ernesto acudió a Condusef de inmediato, a denunciar la ilegal y arbitraria conducta, donde un letrero solicitaba que pusiera el querellante su queja en línea; -estos de Condusef sirven para dos cosas- Jesús Ernesto regresó al banco y llamó a una rueda de prensa, y ante la presencia de uno o dos de los reporteros, la gerente ordenó un cheque de caja para devolverle de inmediato su dinero. El daño moral ya estaba hecho y la cuenta además se cancelaba. Así mismo mi hijo se percató que otra persona, una estudiante que ahí estaba, tenía el mismo problema, sólo que llevaba una semana exigiendo su dinero; el que le regresaron también de “ipso facto”, cuando exigió el mismo trato que le dieron a Jesús Ernesto.

¡Cuánto abuso de Santander, por sus puras pistolas, suponemos que detrás de todo esto hay gato encerrado! A mí me depositan mi pensión ahí; imagínense que uno de estos días “la policía fiscal de Santander” me detenga y junto con otras víctimas nos envíen a prisión y de manera artera…con esposas. ¡No, con esposas no! Que nomás estén diciendo…

-Te lo dije, que tuvieras cuidado con ese banco, ¡No eso no! Urge que la autoridad bancaria gubernamental tome cartas en el asunto. Debe haber una razón oculta de trasfondo.