/ jueves 28 de abril de 2022

Cartucheras al cañón… | Reaccionarios y traidores

“La reacción mostró intención; con traición para la patria; buscar inversión su “matria”; aunque vendan la nación”.

De traidores a la patria calificó AMLO a las bancadas de la oposición del Congreso de la Unión, respecto a su rechazo a la “Reforma Eléctrica”, que con mayor precisión debíamos definir como la “Contrarreforma eléctrica de Peña Nieto”. La tradicional corriente conservadora o de derecha, que enseñorearon México durante las tres décadas próximas pasadas, constituidas por el eterno PAN, confesional y entreguista; el nuevo PRI, despojado de caretas y en su franco papel de comparsa del sistema económico cupular; al igual que el PRD; y el reciente partido MC, que dudo mucho conserve esa línea entreguista y globalizadora, si desea llegar lejos en el futuro político de México. Es obvio que todas estas bancadas están “motivada$” por los capitales de las empresas extranjeras; EU es el primer país interesado en vendernos las energías –incluyendo gasolinas, gas, etc.- y otros países más que reparten entre nuestros políticos y empresarios una derrama económica considerable –entre los vendepatrias de siempre-. Sólo así se explica que se opongan a que un gobierno elegido democráticamente por las mayorías populares, que desea renacionalizar los energéticos y todo aquel rubro prioritario para la nación, logre hacerlo; con el pretexto de que el Estado monopolizará la energía eléctrica –qué más óptima opción podíamos encontrar-. Y aduciendo además, que con ello, alejamos la inversión extranjera. Lo que nos demuestra que es el sector empresarial el que mayormente se opone a la estatización que los deja fuera de los negocios –por lo menos los negocios leoninos-. Pues debiera ser el Estado, el único autorizado para otorgar permisos y opciones supervisadas, en giros comerciales de energías limpias y no los empresarios locales y extranjeros; por supuesto nos estamos refiriendo a los giros comerciales que debe regir el Estado, para asegurar la autonomía e independencia del mismo. Los que no comprenden esto son “traidores a la patria”, hoy y en el futuro. Y los mexicanos patriotas no debemos olvidar a esas facciones oposicionistas, que no son nada más que la mayor y más decantada reacción del país; los vendepatrias, beneficiarios de las privatizaciones y del despojo de los activos de México. Los autores de aquélla “broma” que a mí nunca me lo pareció; decían: “-Yo no sé cómo los gringos no agarraron hasta más allá de mi casa, para haber quedado en Estados Unidos”. Las risotadas no se hacían esperar; a mí me sigue pareciendo una estúpida y dolorosa broma.

Antes que nadie, debe ser México; luego México; y por último México. La rectoría de un Estado nacionalista es fundamental para el país. Es “traidor” todo mexicano que lejos de proteger los activos fijos y estratégicos de su nación está por venderlos al extranjero y hacer negocio con ellos; despojando al pueblo y a las generaciones por venir del derecho sobre su patrimonio.


“La reacción mostró intención; con traición para la patria; buscar inversión su “matria”; aunque vendan la nación”.

De traidores a la patria calificó AMLO a las bancadas de la oposición del Congreso de la Unión, respecto a su rechazo a la “Reforma Eléctrica”, que con mayor precisión debíamos definir como la “Contrarreforma eléctrica de Peña Nieto”. La tradicional corriente conservadora o de derecha, que enseñorearon México durante las tres décadas próximas pasadas, constituidas por el eterno PAN, confesional y entreguista; el nuevo PRI, despojado de caretas y en su franco papel de comparsa del sistema económico cupular; al igual que el PRD; y el reciente partido MC, que dudo mucho conserve esa línea entreguista y globalizadora, si desea llegar lejos en el futuro político de México. Es obvio que todas estas bancadas están “motivada$” por los capitales de las empresas extranjeras; EU es el primer país interesado en vendernos las energías –incluyendo gasolinas, gas, etc.- y otros países más que reparten entre nuestros políticos y empresarios una derrama económica considerable –entre los vendepatrias de siempre-. Sólo así se explica que se opongan a que un gobierno elegido democráticamente por las mayorías populares, que desea renacionalizar los energéticos y todo aquel rubro prioritario para la nación, logre hacerlo; con el pretexto de que el Estado monopolizará la energía eléctrica –qué más óptima opción podíamos encontrar-. Y aduciendo además, que con ello, alejamos la inversión extranjera. Lo que nos demuestra que es el sector empresarial el que mayormente se opone a la estatización que los deja fuera de los negocios –por lo menos los negocios leoninos-. Pues debiera ser el Estado, el único autorizado para otorgar permisos y opciones supervisadas, en giros comerciales de energías limpias y no los empresarios locales y extranjeros; por supuesto nos estamos refiriendo a los giros comerciales que debe regir el Estado, para asegurar la autonomía e independencia del mismo. Los que no comprenden esto son “traidores a la patria”, hoy y en el futuro. Y los mexicanos patriotas no debemos olvidar a esas facciones oposicionistas, que no son nada más que la mayor y más decantada reacción del país; los vendepatrias, beneficiarios de las privatizaciones y del despojo de los activos de México. Los autores de aquélla “broma” que a mí nunca me lo pareció; decían: “-Yo no sé cómo los gringos no agarraron hasta más allá de mi casa, para haber quedado en Estados Unidos”. Las risotadas no se hacían esperar; a mí me sigue pareciendo una estúpida y dolorosa broma.

Antes que nadie, debe ser México; luego México; y por último México. La rectoría de un Estado nacionalista es fundamental para el país. Es “traidor” todo mexicano que lejos de proteger los activos fijos y estratégicos de su nación está por venderlos al extranjero y hacer negocio con ellos; despojando al pueblo y a las generaciones por venir del derecho sobre su patrimonio.