/ sábado 6 de abril de 2019

El esfuerzo, Javier Contreras: despedida y bienvenida


La recompensa de poder llevar una vida que les sea satisfactoria no tiene precio, tiene más valor que todo es esfuerzo que les ha costado. Bienvenido Javier Horacio.

Continuidad: otra de las acciones que se descuidan en los procesos del quehacer y desarrollo de los negocios es la continuidad. Y aunque ya comenté que el exceso de padres sombrilla no es tan bueno, sí lo es con razonabilidad saber pedir y conseguir ayuda. No un pedir por pedir, no un pedir para que me sustituyas y me hagas la tarea y las funciones que me corresponden.

Bien puede ser un familiar que les tiene confianza, un mentor, un terapista, un consejero espiritual, un amigo o alguna otra persona conocida. Casi todos los que desarrollan la determinación de realizar algo logran oportunamente darse cuenta de la importancia vital de conseguir quien les eche una mano a lo largo del camino.

Así es como la sabiduría adquirida de un padre hará que con claridad les plante cara a sus sucesores explicando la necesidad que ellos tendrán que hacer su trabajo. Y si percibe que a los sucesores eso les parece muy problemático, y que prefieren seguir en el relajo y desobligados dejando pasar la vida, el resultado advertirá, es que se perderá el 95% de lo que la vida les tiene que ofrecer, es más, se perderán del 125%, un poco pasado, pero así es, le quedan a deber a sus familiares y a la sociedad.

La recompensa de poder llevar una vida que les sea satisfactoria no tiene precio, tiene más valor que todo es esfuerzo que les ha costado. Así que nunca se rindan… ¡a rajarse a su tierra!

A Javier Contreras le han hecho despedidas y le han enviado mensajes de felicitación. Me sumo a felicitarlo precisamente por esa vida satisfactoria que ha logrado a lo largo de muchos años de esfuerzo y tenacidad. Actividades desde el inicio y antes de su carrera como profesional se han publicado en los medios, ya habrán visto su perfil.

Por eso yo creo que la despedida no procede, más bien una bienvenida al investigador maduro, al filósofo, al intelectual, al hombre familiar. Bienvenido, ya que ahora tendrá más tiempo y podremos tener más de su opinión, más contribuciones, más editoriales.


La recompensa de poder llevar una vida que les sea satisfactoria no tiene precio, tiene más valor que todo es esfuerzo que les ha costado. Bienvenido Javier Horacio.

Continuidad: otra de las acciones que se descuidan en los procesos del quehacer y desarrollo de los negocios es la continuidad. Y aunque ya comenté que el exceso de padres sombrilla no es tan bueno, sí lo es con razonabilidad saber pedir y conseguir ayuda. No un pedir por pedir, no un pedir para que me sustituyas y me hagas la tarea y las funciones que me corresponden.

Bien puede ser un familiar que les tiene confianza, un mentor, un terapista, un consejero espiritual, un amigo o alguna otra persona conocida. Casi todos los que desarrollan la determinación de realizar algo logran oportunamente darse cuenta de la importancia vital de conseguir quien les eche una mano a lo largo del camino.

Así es como la sabiduría adquirida de un padre hará que con claridad les plante cara a sus sucesores explicando la necesidad que ellos tendrán que hacer su trabajo. Y si percibe que a los sucesores eso les parece muy problemático, y que prefieren seguir en el relajo y desobligados dejando pasar la vida, el resultado advertirá, es que se perderá el 95% de lo que la vida les tiene que ofrecer, es más, se perderán del 125%, un poco pasado, pero así es, le quedan a deber a sus familiares y a la sociedad.

La recompensa de poder llevar una vida que les sea satisfactoria no tiene precio, tiene más valor que todo es esfuerzo que les ha costado. Así que nunca se rindan… ¡a rajarse a su tierra!

A Javier Contreras le han hecho despedidas y le han enviado mensajes de felicitación. Me sumo a felicitarlo precisamente por esa vida satisfactoria que ha logrado a lo largo de muchos años de esfuerzo y tenacidad. Actividades desde el inicio y antes de su carrera como profesional se han publicado en los medios, ya habrán visto su perfil.

Por eso yo creo que la despedida no procede, más bien una bienvenida al investigador maduro, al filósofo, al intelectual, al hombre familiar. Bienvenido, ya que ahora tendrá más tiempo y podremos tener más de su opinión, más contribuciones, más editoriales.