/ jueves 16 de junio de 2022

El hombre de nuestro tiempo

Por José Hernández

Mi nombre es José Hernández y tengo 23 años, de los cuales 7 los he dedicado a un habito de lectura y escritura constante. Tenía 15 años cuando utilizaba máquinas de escribir en la escuela para una clase de mecanografía y 17 años cuando gracias a un profesor de bachilleres, constaté que poseía una gran virtud que sería un pecado no utilizarla. A lo largo del tiempo me dediqué a escribir cuentos, novelas, libros e investigaciones enteras que solo mi familia había tenido la oportunidad de leer. De un tiempo para acá, la filosofía, historia, el derecho y la política comenzaron a despertar cada uno de mis sentidos y me han motivado a expresar mi forma de ver el mundo.

Agradezco profundamente a quienes se darán la oportunidad de leerme cada Jueves por la mañana. También, un agradecimiento a mi hermano mayor por su compromiso con mi formación intelectual y a mi abuelo, que le agradezco haberme heredado un don especial para estudiar historia y política.

Encuentro muy profundo el contenido filosófico y antropológico de un discurso de 1977 por parte de Ernesto Sabato, un novelista argentino que habla acerca del arte y su relevancia dentro de las actividades del espíritu humano, pues permite la expresión de la crisis total del hombre. Así mismo, una lectura que me pareció muy interesante y con muchísimo valor social.

¿Cuál debe de ser el planteamiento de la actitud del ser humano ante el reto de la época?

La crisis del hombre de hoy habla acerca de una conquista del mundo exterior, del mundo material, de las cosas; el hombre ha conquistado el mundo tangible con un gran riesgo para su alma, ha terminado por cosificarse, se ha convertido en “cosa”. En una comunidad como la Norteamericana, o la comunidad Rusa, el ejemplo se palpa de manera muy sencilla; una forma de vida cotidiana, sin trasfondo filosófico.

Nikolai Berdyaev fue un pensador ruso, primero marxista y después cristiano, que sostiene que tanto el súper capitalismo norteamericano y el súper colectivismo ruso son dos abstracciones; las dos, ancladas sobre la base de un hombre cosificado, un hombre “engranaje”. El hombre, en los dos casos, se encuentra alienado, que la aleación según Marx significa la negación de la existencia, del ser humano, la “deshumanización”.

Crear hombres de verdad, pensantes, analíticos; no hombres acostumbrados a pensar en costos, materiales, precios y ofertas. ¿Es esa una de las misiones primordiales de un Estado? Pienso yo que sí, pues, el mismo discurso propone una idea muy interesante en donde presenta una semblanza entre un niño que trabaja 12 horas del día en una fábrica elaborando zapatos y otro que no trabaja, pero que ha tenido la oportunidad de ver nacer a un perro y ver a una gallina poner un huevo. ¿Quién es más humano? El gran mal de nuestra civilización es que se ha priorizado el costo de este par de zapatos, que la preservación de un hombre integral.

“La rebelión de las masas” de Ortega y Gasset, representa un clásico del pensamiento social Europeo del siglo 20, esta obra invita a un despertar romántico de la conciencia acerca de nuestras nacionalidades, que se puede interpretar como el manifestar particular de cada una de nuestras vocaciones individuales y el conjunto de todas estas como sociedad en convivencia.

La existencia de una pluralidad profunda y autónoma permite establecer una realidad balanceada entre los poderes del estado. Una realidad plena y esencial. Parte de estas pluralidades se han marcado a lo largo de la historia, donde algunos comentan que las "derechas" prometen revoluciones, mientras que las "izquierdas" proponen tiranías. La pluralidad juega un papel importante, donde todas las formas de pensar conglomeren una fuerza dentro de la balanza, salvando a las naciones de caer bajo el poder de la demagogia.

Hablar acerca de nuestra historia nos demarca como seres pensantes. La razón histórica puede ser utilizada como método para la solución de los problemas humanos. Lo importante es memorizar nuestros errores y guardar la superioridad de nuestra raza conservando una memoria intacta. Estar a la altura y al nivel de nuestros tiempos con hiperestica conciencia de la coyuntura histórica nos da la oportunidad de evitar cometer los mismos errores que han marcado nuestra historia como comunidad, y el saber histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar un proyecto de civilización.

Hay quienes sienten en los modos de nuestra existencia actual como un naufragio que no logra salir a flote; la velocidad del tiempo con que hoy marchan las cosas, el ímpetu y la energía con que se hace todo, angustian al hombre de temple arcaico, y esta angustia mide el desnivel entre la altura de su pulse y la altura de la época. Podríamos concluir que hoy en día nos sentimos perdidos entre tanta abundancia. Hay un ritmo intrínseco y escondido entre las revoluciones de la comunidad, que nos obliga a estar inmiscuidos en la dinámica social. A medida que no seguimos apegados al progreso de nuestra civilización, perdemos como hombres. Tenemos que evitar cometer los mismos errores ingenuos de otros tiempos.

Algo muy interesante que propone el autor es que el no cree en la absoluta determinación de la historia, para lo cual, coincido también. Prosigo a comentar el por qué; la vida y la historia se componen de instantes, los cuales están relativamente indeterminados con el anterior. La realidad vacila, no sabe si decidirse entre una o varias posibilidades. Nuestro porvenir debe imperar sobre el pretérito, el porvenir determina nuestras propias acciones.

Es menester de las nuevas generaciones conseguir los medios necesarios para resolver los nuevos problemas. Para el porvenir de nuestras generaciones cabe aclarar que quien aspire verdaderamente a crear una realidad social o política necesita preocuparse ante todo de que esos humildes lugares comunes de la experiencia histórica queden perpetuados para la situación que se suscita actualmente.

“No es lo que fuimos ayer, sino lo que vamos a hacer mañana juntos, lo que nos reúne como estado.”

Esa frase en específico de la lectura, creo que resume mucho de lo que habla la clase de Constitucional; la conformación de nuestro estado, la historia que como comunidad nos ha unido, nuestras costumbres y nuestras leyes, pero sobre todo… el cómo ha evolucionado nuestro país.

Encuentro que como comunidad reunimos un pasado, la herencia de glorias pasadas y remordimientos anteriores, pero también puedo identificar que en el porvenir se encuentra un mismo programa que como comunidad, atiende a ser realizado.

También me gustaría comentar un poco acerca de las nuevas generaciones; pues la decadencia que se origina con las nuevas y prometedoras juventudes es un síntoma de vital salud. Siempre, como generación, vivimos momentos históricos diferentes a nuestros antecesores, un momento único y determinado de la historia en sí.


Instagram: @joseherdez_


Por José Hernández

Mi nombre es José Hernández y tengo 23 años, de los cuales 7 los he dedicado a un habito de lectura y escritura constante. Tenía 15 años cuando utilizaba máquinas de escribir en la escuela para una clase de mecanografía y 17 años cuando gracias a un profesor de bachilleres, constaté que poseía una gran virtud que sería un pecado no utilizarla. A lo largo del tiempo me dediqué a escribir cuentos, novelas, libros e investigaciones enteras que solo mi familia había tenido la oportunidad de leer. De un tiempo para acá, la filosofía, historia, el derecho y la política comenzaron a despertar cada uno de mis sentidos y me han motivado a expresar mi forma de ver el mundo.

Agradezco profundamente a quienes se darán la oportunidad de leerme cada Jueves por la mañana. También, un agradecimiento a mi hermano mayor por su compromiso con mi formación intelectual y a mi abuelo, que le agradezco haberme heredado un don especial para estudiar historia y política.

Encuentro muy profundo el contenido filosófico y antropológico de un discurso de 1977 por parte de Ernesto Sabato, un novelista argentino que habla acerca del arte y su relevancia dentro de las actividades del espíritu humano, pues permite la expresión de la crisis total del hombre. Así mismo, una lectura que me pareció muy interesante y con muchísimo valor social.

¿Cuál debe de ser el planteamiento de la actitud del ser humano ante el reto de la época?

La crisis del hombre de hoy habla acerca de una conquista del mundo exterior, del mundo material, de las cosas; el hombre ha conquistado el mundo tangible con un gran riesgo para su alma, ha terminado por cosificarse, se ha convertido en “cosa”. En una comunidad como la Norteamericana, o la comunidad Rusa, el ejemplo se palpa de manera muy sencilla; una forma de vida cotidiana, sin trasfondo filosófico.

Nikolai Berdyaev fue un pensador ruso, primero marxista y después cristiano, que sostiene que tanto el súper capitalismo norteamericano y el súper colectivismo ruso son dos abstracciones; las dos, ancladas sobre la base de un hombre cosificado, un hombre “engranaje”. El hombre, en los dos casos, se encuentra alienado, que la aleación según Marx significa la negación de la existencia, del ser humano, la “deshumanización”.

Crear hombres de verdad, pensantes, analíticos; no hombres acostumbrados a pensar en costos, materiales, precios y ofertas. ¿Es esa una de las misiones primordiales de un Estado? Pienso yo que sí, pues, el mismo discurso propone una idea muy interesante en donde presenta una semblanza entre un niño que trabaja 12 horas del día en una fábrica elaborando zapatos y otro que no trabaja, pero que ha tenido la oportunidad de ver nacer a un perro y ver a una gallina poner un huevo. ¿Quién es más humano? El gran mal de nuestra civilización es que se ha priorizado el costo de este par de zapatos, que la preservación de un hombre integral.

“La rebelión de las masas” de Ortega y Gasset, representa un clásico del pensamiento social Europeo del siglo 20, esta obra invita a un despertar romántico de la conciencia acerca de nuestras nacionalidades, que se puede interpretar como el manifestar particular de cada una de nuestras vocaciones individuales y el conjunto de todas estas como sociedad en convivencia.

La existencia de una pluralidad profunda y autónoma permite establecer una realidad balanceada entre los poderes del estado. Una realidad plena y esencial. Parte de estas pluralidades se han marcado a lo largo de la historia, donde algunos comentan que las "derechas" prometen revoluciones, mientras que las "izquierdas" proponen tiranías. La pluralidad juega un papel importante, donde todas las formas de pensar conglomeren una fuerza dentro de la balanza, salvando a las naciones de caer bajo el poder de la demagogia.

Hablar acerca de nuestra historia nos demarca como seres pensantes. La razón histórica puede ser utilizada como método para la solución de los problemas humanos. Lo importante es memorizar nuestros errores y guardar la superioridad de nuestra raza conservando una memoria intacta. Estar a la altura y al nivel de nuestros tiempos con hiperestica conciencia de la coyuntura histórica nos da la oportunidad de evitar cometer los mismos errores que han marcado nuestra historia como comunidad, y el saber histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar un proyecto de civilización.

Hay quienes sienten en los modos de nuestra existencia actual como un naufragio que no logra salir a flote; la velocidad del tiempo con que hoy marchan las cosas, el ímpetu y la energía con que se hace todo, angustian al hombre de temple arcaico, y esta angustia mide el desnivel entre la altura de su pulse y la altura de la época. Podríamos concluir que hoy en día nos sentimos perdidos entre tanta abundancia. Hay un ritmo intrínseco y escondido entre las revoluciones de la comunidad, que nos obliga a estar inmiscuidos en la dinámica social. A medida que no seguimos apegados al progreso de nuestra civilización, perdemos como hombres. Tenemos que evitar cometer los mismos errores ingenuos de otros tiempos.

Algo muy interesante que propone el autor es que el no cree en la absoluta determinación de la historia, para lo cual, coincido también. Prosigo a comentar el por qué; la vida y la historia se componen de instantes, los cuales están relativamente indeterminados con el anterior. La realidad vacila, no sabe si decidirse entre una o varias posibilidades. Nuestro porvenir debe imperar sobre el pretérito, el porvenir determina nuestras propias acciones.

Es menester de las nuevas generaciones conseguir los medios necesarios para resolver los nuevos problemas. Para el porvenir de nuestras generaciones cabe aclarar que quien aspire verdaderamente a crear una realidad social o política necesita preocuparse ante todo de que esos humildes lugares comunes de la experiencia histórica queden perpetuados para la situación que se suscita actualmente.

“No es lo que fuimos ayer, sino lo que vamos a hacer mañana juntos, lo que nos reúne como estado.”

Esa frase en específico de la lectura, creo que resume mucho de lo que habla la clase de Constitucional; la conformación de nuestro estado, la historia que como comunidad nos ha unido, nuestras costumbres y nuestras leyes, pero sobre todo… el cómo ha evolucionado nuestro país.

Encuentro que como comunidad reunimos un pasado, la herencia de glorias pasadas y remordimientos anteriores, pero también puedo identificar que en el porvenir se encuentra un mismo programa que como comunidad, atiende a ser realizado.

También me gustaría comentar un poco acerca de las nuevas generaciones; pues la decadencia que se origina con las nuevas y prometedoras juventudes es un síntoma de vital salud. Siempre, como generación, vivimos momentos históricos diferentes a nuestros antecesores, un momento único y determinado de la historia en sí.


Instagram: @joseherdez_