/ viernes 14 de febrero de 2020

El “molesto” tema del feminicidio

No es ninguna novedad que el presidente Andrés Manuel López Obrador se moleste cuando lo cuestionan sobre las grandes problemáticas nacionales; sin embargo, sí es una novedad particularmente inaceptable y preocupante que se disguste porque se cuestione a su gobierno sobre el tema de los feminicidios.

Fue con motivo de la supuesta propuesta del fiscal Alejandro Gertz Manero para retipificar el feminicidio como homicidio agravado, y aprovechando la presencia del fiscal en “la mañanera” del pasado 10 de febrero, que la prensa cuestionó al respecto. Y entonces, ante ese atrevido cuestionamiento, el presidente López Obrador no pudo ocultar su molestia.

“No quiero que el tema sea nada más el feminicidio, ya está muy claro que se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios, no en todos, los que no nos ven con buenos ojos”, profirió el presidente.

Lo que evidentemente le molestó al presidente es que la prensa encontrara más relevante el asunto de la idea que Gertz Manero tiene para replantear (no retipificar) el delito de feminicidio “para hacerlo mucho más sencillo”, y no el cheque por 2 mil millones de pesos (para pagar los premios de la rifa del avión) que la FGR entregó al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Dicho en otras palabras, el disgusto del presidente López Obrador fue porque la prensa (esa que no lo ve con buenos ojos) consideró más importante el asesinato de mujeres por razones de género, que el dinero de la rifa.

Luego, sorprendentemente, al presidente le cayó el veinte de lo que había hecho (y dicho) y trató de arreglar la situación ofreciendo una disculpa y aclarando que “sí es importante lo del feminicidio”. El detalle es que, para no variar, se quejó -por adelantado- de la forma la que los medios (que no lo ven con buenos ojos) iban a publicar la nota del día; o sea, que iban a “voltear el sentido de la conferencia” sin darle la debida importancia a los ya mencionados 2 mil mdp.

El asunto es que si algo resulta molesto e inaceptable de lo sucedido en la mañanera del 10 de febrero, es que al presidente le incomode que se le preste más atención al tema del feminicidio y no al del dinero para pagar los premios de la rifa del avión presidencial que, por cierto, no se va a rifar (pero esa es otra historia).

Sin el afán de molestar al presidente, no está de más finalizar -en esta ocasión- citando o dicho por la psicóloga, activista y escritora sudafricana, Diana E.H. Russell: “Reconocer la realidad y el alcance de los feminicidios en cada país es el primer paso para revolucionar la conciencia sobre los costos incalculables de estas letales manifestaciones de misoginia”.

No es ninguna novedad que el presidente Andrés Manuel López Obrador se moleste cuando lo cuestionan sobre las grandes problemáticas nacionales; sin embargo, sí es una novedad particularmente inaceptable y preocupante que se disguste porque se cuestione a su gobierno sobre el tema de los feminicidios.

Fue con motivo de la supuesta propuesta del fiscal Alejandro Gertz Manero para retipificar el feminicidio como homicidio agravado, y aprovechando la presencia del fiscal en “la mañanera” del pasado 10 de febrero, que la prensa cuestionó al respecto. Y entonces, ante ese atrevido cuestionamiento, el presidente López Obrador no pudo ocultar su molestia.

“No quiero que el tema sea nada más el feminicidio, ya está muy claro que se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios, no en todos, los que no nos ven con buenos ojos”, profirió el presidente.

Lo que evidentemente le molestó al presidente es que la prensa encontrara más relevante el asunto de la idea que Gertz Manero tiene para replantear (no retipificar) el delito de feminicidio “para hacerlo mucho más sencillo”, y no el cheque por 2 mil millones de pesos (para pagar los premios de la rifa del avión) que la FGR entregó al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Dicho en otras palabras, el disgusto del presidente López Obrador fue porque la prensa (esa que no lo ve con buenos ojos) consideró más importante el asesinato de mujeres por razones de género, que el dinero de la rifa.

Luego, sorprendentemente, al presidente le cayó el veinte de lo que había hecho (y dicho) y trató de arreglar la situación ofreciendo una disculpa y aclarando que “sí es importante lo del feminicidio”. El detalle es que, para no variar, se quejó -por adelantado- de la forma la que los medios (que no lo ven con buenos ojos) iban a publicar la nota del día; o sea, que iban a “voltear el sentido de la conferencia” sin darle la debida importancia a los ya mencionados 2 mil mdp.

El asunto es que si algo resulta molesto e inaceptable de lo sucedido en la mañanera del 10 de febrero, es que al presidente le incomode que se le preste más atención al tema del feminicidio y no al del dinero para pagar los premios de la rifa del avión presidencial que, por cierto, no se va a rifar (pero esa es otra historia).

Sin el afán de molestar al presidente, no está de más finalizar -en esta ocasión- citando o dicho por la psicóloga, activista y escritora sudafricana, Diana E.H. Russell: “Reconocer la realidad y el alcance de los feminicidios en cada país es el primer paso para revolucionar la conciencia sobre los costos incalculables de estas letales manifestaciones de misoginia”.